Los últimos sondeos realizados entre el 18 y el 19 de abril por Harris y BVA, daban margen a cierta calma. En ambos casos, Macron cosechaba la mayor intención de voto e, incluso, el primero la situaba en el 25% y ampliaba a tres puntos la diferencia con Le Pen. Por su parte, tanto Fillon como Mélenchon atraerían a un 19% de los votantes. A priori, los peores escenarios para la segunda vuelta podrían considerarse como de riesgo, aunque experiencias pasadas recuerdan que nunca se pueden descartar. Así que lo adecuado sería optar por una estrategia de cautela y limitar la toma de riesgo, lo cual debería beneficiar a la deuda alemana y reflejarse en comedidos recortes de las Bolsas durante la jornada.