El dividendo correspondiente a 2018 se abonará en cuatro pagos, tres en efectivo de 0,065 euros por acción y otro de 0,035 euros correspondiente al programa de dividendo flexible de la entidad, que permite a los accionistas recibir el dividendo en acciones.
De cara a 2019, la intención del máximo órgano de gobierno de Santander es abonar el dividendo íntegramente en efectivo en dos pagos, uno a cuenta en noviembre y otro complementario en mayo del año siguiente. Según la presidenta de Santander, esta nueva estructura de pagos "no supone una reducción de la remuneración total para el accionista respecto a la modalidad de pago anterior". Además, el nuevo esquema de pagos es más eficiente al reducirse los costes operativos.