Los criterios ESG apuntan a conclusiones bastante obvias: los mejores negocios son aquellos que destacan en cuanto a sostenibilidad

Inversion sostenible

Alphavalue | La carrera por lo ecológico y ese interés de las compañías por revestirse de un “halo” verde está de moda. Los mercados se están acercando a los límites de valoración que los inversores en compañías estaban destinados a alcanzar según la biblia del MSCI.

En esta situación encontramos a ORSTED (vender, objetivo 614 DKK) cotizando a 48x los beneficios esperados para 2020. También es el caso de ADYEN (vender, objetivo 1.067 €), sin activos físicos, y, por lo tanto, sin trampas en los criterios ESG (environmental, social and governance), cotizando a 70x los beneficios esperados para 2020. Todo es obvio con el beneficio de la retrospectiva.

Desde nuestro nacimiento, hace ya 12 años, AlphaValue ha desarrollado sus propias métricas de governance (no estamos de acuerdo con todos los datos oficiales sobre un tema tan mundano como la independencia de los miembros de las juntas), también las sociales/de recursos humanos y sólo recientemente rediseñamos las “E metrics” para recoger la mejora de la información que los grupo brindan.

Hablamos de la la evolución en lo que respecta a reducir el impacto de los negocios en el planeta en lugar de incidir tanto en las emisiones fijas de los mismos, lo que nos lleva a concluir que uno está mejor del lado de Adyen que de la cementera italiana BUZZI (añadir, objetivo 24,2 € ) en este apartado. Que la compañía avance en las cuestiones verdes será un beneficio más para el bien común que para sus accionistas.

Hay grandes cuestiones que resolver en los criterios ESG y la sostenibilidad. ¿Dónde terminan las responsabilidades? ¿Los gestores de fondos no deberían responsabilizarse de manera proactiva en cuanto a la calidad de sus carteras de acciones desde el punto de vista de los criterios ESG en lugar de dejarlos de lado en cuando se seleccionan las acciones de dichas carteras? Es poco probable que estos puntos cuadren con su mandato principal de generar rentabilidades. Suponiendo que esto cambie, los criterios ESG están llamados a ser un ejercicio nada barato desde las compañías (los costes de la adaptación) hasta los gestores de activos que tendrían que hacer su trabajo con dichos criterios bien presentes.

A las puertas de una revisión al alza de las métricas ESG / sostenibilidad (sin excluir, todas las métricas tradicionales y las de por comparables), después de gestionar estos datos durante 12 años, desde Alphavalue podemos decir que los criterios ESG apuntan a conclusiones bastante obvias: los mejores negocios son aquellos que destacan en cuanto a sostenibilidad. Todos conocemos esos buenos negocios, ya que han sido los favoritos de los inversores en las buenas y en las malas de los últimos 20 años y 3 “explosiones” del mercado.

Los buenos modelos de negocio (según la herramienta propia de AlphaValue, Fundamental Strength) tienen una alta puntuación en el apartado de sostenibilidad. La siguiente pregunta que cabe hacerse es la siguiente: ¿Pero a qué precio? ¿Será un ratio de 22x los beneficios esperados para 2021 de estas compañía con destacados modelos de negocio, una prima del 20% en el mercado? Lo que solía ser una prima de calidad ahora se cotiza como una prima de sostenibilidad.