Los fondos que ya estaban vacunados

Manuel Moreno Capa

Manuel Moreno Capa (Director de GESTORES) | Cuando el terremoto del coronavirus arrasó los mercados en el primer trimestre, muchos inversores en fondos temieron lo peor. Sus valores liquidativos se habían hundido de un día para otro y era muy difícil resistir la tentación de salir corriendo, de vender participaciones a cualquier precio, aunque fuera de derribo. Quienes resistieran la tentación y mantuvieran posiciones, quizás hoy respiren más tranquilos.

Y digo “quizás” porque no todos los fondos comercializados en España han recuperado todo lo perdido por el primer y brutal impacto de la pandemia en los mercados. Es una cuestión de matemática elemental que a veces olvidamos: para que un activo se recupere de una pérdida de, por ejemplo, el 20 por ciento, debe subir un 25 por ciento; si el retroceso ha sido del 50 por ciento, debe revalorizarse un 100 por ciento para volver a la casilla de salida… Y así sucesivamente. Y semejantes recuperaciones rara vez se consiguen sin esfuerzo, simplemente por el arrastre de los buenos vientos en los mercados.

Me sorprendió bastante que, tras caídas en sus fondos superiores al 50 por ciento en ese terremoto vírico inicial, algún gestor saliera diciendo que el “potencial” de revalorización de su producto era ahora del 200 por ciento. Tanto tiempo escuchando el mantra legal de que “rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras”, para que llegue ahora alguien y te diga que, después de perder la mitad de tu dinero que tenías en su fondo, la subida “potencial” puede ser ahora del 200 por ciento. Lamentablemente, pocos productos han conseguido que ese “potencial” se convierta en una realidad. Quizás algún día lo sea, pero no sabemos cuándo llegará ese día.

Y, mientras, cuando veamos las clasificaciones de rentabilidad a finales de 2020, comprobaremos (un año más) que el rendimiento general de los fondos comercializados en España ha sido mediocre, cuando no muy pobre. Hacer tablas, cerrar el año recuperando lo perdido o buena parte de lo perdido, ya será un logro para la mayoría de los fondos más conservadores, los que se conforman con preservar el capital y, en el mejor de los casos, incluso protegerlo de la inflación (aunque la subida del IPC sea escasa, existe y no deja de erosionar, poco a poco, nuestro capital). Pero también veremos fondos que cierran un año nefasto, aunque no tanto como lo esperado gracias al efecto beneficioso del cóctel de buenas noticias los últimos meses del ejercicio: vacunas, Biden, estímulos europeos y americanos…

También veremos productos que no sólo se han recuperado con vigor (entre otras cosas porque fueron los que menos sufrieron el impacto inicial), sino que incluso van a cerrar el año con rentabilidades de dos dígitos, incluso mayores que las de ejercicios en los que nadie sabía lo que era el coronavirus. No son muchos, ni quizás de los grandes, pero ahí están. Búsquenlos, sobre todo, en las categorías de renta variable internacional. Insisto en que como su pérdida inicial fue moderada, con una gestión muy activa han conseguido no sólo remontarla, sino incluso anotarse un magnífico ejercicio. Y volvamos a las matemáticas básicas: para recuperarse de un retroceso del 10 por ciento, hay que subir un 11,11 por ciento. Si además eres un gestor muy ágil, de los que se curran la merecida comisión de éxito, no sólo tenías al fondo vacunado contra una crisis como esta, nunca vista hasta ahora, sino que te has podido aprovechar más que los demás de la fuerte recuperación de los mercados. No olvidemos que incluso en la más bien mediocre industria española de fondos, la rentabilidad media en noviembre ha sido del 4,19 por ciento, algo nunca visto en un solo mes. Pero, claro, esto sigue siendo insuficiente para que quienes cayeron un 50 por ciento o más por culpa del terremoto del primer trimestre, puedan acabar el año siquiera restañando la herida. Aunque, para consolarse, pueden seguir hablando de “potenciales” de recuperación del 100 o el 200 por ciento… Si así convencen a algún inversor, y ningún regulador les dice nada por vender hipótesis, pues vale.