Solo un nuevo programa fiscal en EEUU podría ejercer de catalizador para que los mercados occidentales retomen la senda alcista

Señor entrando en Wall Street con mascarilla

Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | El jueves asistimos a una nueva sesión de consolidación en los mercados de valores europeos y estadounidenses, y ya van… Así, y en una jornada en las que la principal cita era la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, sobre la que luego profundizaremos, los principales índices bursátiles de ambas regiones cerraron de forma mixta y sin grandes variaciones. 

Tal y como esperábamos, el BCE cumplió con el guión y, tras mantener sus principales tipos de interés de referencia sin cambios, elevó el importe del programa de compra de activos ligado a la pandemia, el conocido como PEPP, en 500.000 millones de euros. Además, alargó la vigencia del mismo en 9 meses –los analistas barajaban un periodo de entre 6 y 12 meses–, y se comprometió a reinvertir los bonos vencidos hasta al menos 2023. Igualmente, anunció nuevas subastas de liquidez ilimitadas, las TLTRO, con condiciones más favorables para que los bancos de la Eurozona puedan conceder préstamos de forma rentable. Además, se comprometió a mantener los tipos de interés a los niveles actuales de mínimos históricos durante el tiempo que fuera necesario. No obstante, y como nos temíamos que podía ocurrir, los anuncios del BCE no terminaron de satisfacer a los inversores, siendo la reacción inmediata de las bolsas de la región bajista, aunque, posteriormente, los índices terminaron recuperando bastante de lo cedido inicialmente. 

En nuestra opinión, tres fueron los factores que provocaron esta negativa reacción inicial: i) la significativa revisión a la baja del crecimiento del PIB de la Eurozona y de la inflación de la región en 2021, revisión que es consecuencia del mayor impacto del previsto que va a tener en la región la segunda ola de la pandemia y del tiempo que estima el BCE que se tardará en lograr controlar la misma con las vacunas; ii) la sensación de que, tras las medidas anunciadas ayer, el BCE se ha quedado sin margen de maniobra para ayudar a la economía de la Eurozona; y iii) las expectativas no satisfechas de muchos inversores de que el BCE hablara sobre las políticas de remuneración de las entidades bancarias de la región, algo que parece no fue tratado en la reunión del Consejo. Además, y según filtró ayer la agencia Bloomberg, la junta de supervisión del BCE estaría estudiando mantener el año que viene el veto a los bancos a retribuir a sus accionistas con el reparto de dividendos o la recompra de acciones propias –sobre este tema parece que se tendrán noticias la semana que viene–. Este hecho fue muy negativamente recibido por el sector bancario en las bolsas europeas, que fue el que peor se comportó durante la jornada, cediendo casi un 2% al cierre de la misma. 

En Wall Street la noticia del día fue el fuerte incremento no esperado de las peticiones iniciales de subsidios de desempleo semanales, negativa noticia que viene a confirmar que el mercado laboral estadounidense se está viendo negativamente afectado por la nueva ola de la pandemia y por las medidas restrictivas a la movilidad y a la actividad empresarial que se están adoptando en muchos estados. No obstante, la reacción del mercado no fue todo lo negativa que cabía esperar, ya que muchos inversores consideran que este deterioro del mercado laboral incrementa la presión para que el Congreso apruebe un nuevo programa fiscal de ayudas a los damnificados por la pandemia. Sobre este tema ayer se generaron muchas noticias, algunas bastante contradictorias. Lo único cierto es que los líderes demócratas y republicanos siguen negociando y que todavía hay importantes diferencias entre las partes. Esperamos, no obstante, que antes de que se marche el Congreso de vacaciones, algo que ocurrirá el 18 de diciembre, se apruebe un nuevo programa, algo que el mercado recibirá de forma muy positiva. A corto plazo este es el único factor que puede ejercer de catalizador para que los mercados de valores occidentales retomen la senda alcista, al menos hasta finales de ejercicio. 

Tras el cierre del mercado se supo que el Panel Asesor de la FDA había recomendado la autorización para su uso de emergencia de la vacuna contra el Covid-19 desarrollada por Pfizer y BioNTech. Tras esta recomendación se espera que la FDA autorice el uso de la vacuna, algo que podría ocurrir tan pronto como este fin de semana, con lo que el proceso de vacunación comenzaría en Estados Unidos la semana que viene. Buena noticia, aunque creemos que ya está más que descontada por los inversores, por lo que no esperamos que vaya a tener un impacto significativo en el comportamiento de las bolsas en la sesión de hoy, sesión que esperamos comience en Europa ligeramente a la baja, en línea con el comportamiento que han tenido esta madrugada los mercados de valores asiáticos. Los inversores seguirán muy atentos a las noticias que se vayan generando sobre el Brexit, con las negociaciones afrontando su recta final. Es más, las pesimistas declaraciones de ayer al respecto del primer ministro británico, Johnson, y los planes de contingencia anunciados por la Unión Europea (UE) en caso de que no haya acuerdo, no ayudan a ser optimistas sobre un positivo desenlace de las negociaciones. 

En sentido contrario, y después de que Polonia y Hungría haya retirado su veto, todo parece indicar que en la reunión que están manteniendo los líderes de la UE se dará vía libre al presupuesto plurianual para la región y al fondo de recuperación, el cual incluye importantes ayudas fiscales a los países más afectados por la pandemia. Del uso que se dé de estos fondos en cada país puede depender, en gran medida, la recuperación de sus economías y no parece que todos los gobiernos estén yendo en la misma línea, por lo que habrá países que saldrán antes de la crisis y otros que se quedarán retrasados.