Rafael Piqueras: “Es mucho más difícil movilizar el voto de los fondos españoles que el de los extranjeros”

Rafael Piqueras

Fernando R. López de Andujar | “Cuando apareció la directiva, los analistas de J. P. Morgan o Fidelity te recibían en Londres con una sonrisa…. El ‘engagement’ era algo ya demandado por la compañía”. Rafael Piqueras, presidente de la Asociación de Emisores Españoles, Secretario General y del Consejo de Enagas, habla de la transposición de la directiva 828/2017 a la normativa española. “Donde espero que tenga más fuerza es con los inversores o fondos españoles, que son muy pasivos. Cuando quieres movilizar su voto es mucho más difícil que con los fondos extranjeros, que lo tienen más asumido”.

A veces da la impresión de que se produce mucho ruido en torno a la imagen exterior de la economía española, sus empresas y sus mercados. ¿Cuál es su opinión sobre la percepción que tienen realmente los inversores extranjeros sobre nuestro país? 

La visión es menos mala de lo que creemos. Los inversores internacionales se fijan más en los aspectos esenciales. El mundo está incierto en general y no creo que la eventual incertidumbre política sea absolutamente determinante. Lo que sí percibe es una confianza digamos sectorial, en el funcionamiento del mercado de capitales o en el buen gobierno y la transparencia de las empresas españolas. 

Hoy ¿qué les preocupa en Emisores Españoles?

Ahora estamos muy centrados en la ley de adaptación de la Directiva de Inversión a Largo Plazo de finales de julio. Y las juntas del año que viene, que creo que haremos en los plazos habituales. En todo caso, la junta hibrida ha venido para quedarse.

La transposición de la directiva 828/2017 a la normativa española regula aspectos como la figura del proxy, el derecho de las compañías a identificar a los accionistas, la acción de lealtad o la obligatoriedad de que las instituciones de inversión colectiva hagan pública su estrategia respecto a las compañías y que estas diseñen y publiquen sus políticas respecto a los proxys. Son muchas cosas. ¿Qué le parecen todos estos aspectos?

Hay cosas que siempre nos han interesado, como la identificación de los accionistas, que será trabajosa y larga, pero te permite llegar al bombero de Chicago, que es el que ha puesto el dinero en el fondo del fondo. Lo de los proxys es muy difícil por problemas de territorialidad, pero es un buen avance introducir determinados requisitos de transparencia. La involucración de los accionistas también está muy bien y puede ser un incentivo. Lo que veo algo más tortuoso es poner en práctica las normas de operaciones vinculadas. Y luego están las acciones de lealtad, que no estaban en la directiva…

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