Aunque necesario, el gasto pesará aún más sobre los fundamentos fiscales de EEUU

Alvise Lennkh

Alvise Lennkh (Scope) | Si bien los acontecimientos en el Capitolio subrayan, una vez más, la extrema polarización política de Estados Unidos, en última instancia, las instituciones estadounidenses han perseverado y preservado la democracia del país, su marco y procesos de gobierno transparentes y responsables. Al mismo tiempo, la persistente negación del presidente Trump de haber perdido las elecciones presidenciales agrava la política polarizada del país y desafía fundamentalmente la legitimidad política de la presidencia de Biden, aunque su legitimidad jurídica e institucional está fuera de toda duda.

Contrariamente a nuestras expectativas, el presidente Biden disfrutará ahora de una mayoría en la Cámara de los Representantes, así como en el Senado, tras ganar los demócratas los dos escaños en la segunda vuelta de las elecciones del estado de Georgia. Esto debería proporcionarle una mayor capacidad política para nombrar a sus candidatos y poner en práctica las prioridades de su programa en los próximos dos años (cuando se celebren las elecciones de mitad de mandato).

En este contexto, esperamos un estímulo presupuestario adicional en el primer semestre de 2021 para hacer frente de inmediato a la crisis del Covid-19, entre otras cosas, mediante un aumento de las ayudas directas a los hogares, una prórroga de los subsidios de emergencia por desempleo más allá de su vencimiento actual en marzo y ayuda a los gobiernos estatales y locales. Además, en los próximos dos años, también esperamos cambios legislativos para aumentar los impuestos a las empresas y los altos patrimonios, así como un mayor gasto en infraestructuras y energía limpia, atención sanitaria, seguridad social y vivienda. Aun así, dada la estrecha mayoría en el Congreso, los senadores demócratas más conservadores probablemente frenarán un giro completo de la política a la izquierda.

Si bien es crucial para proporcionar apoyo a la economía y, al menos parcialmente, abordar algunos de los problemas sociales más preocupantes que dificultan la formación de capital humano en los EE.UU. (AA/Estable), el gasto adicional pesará aún más sobre los fundamentos fiscales de los EE.UU., que esperamos sigan siendo estructuralmente más débiles en los próximos años. Se prevé que la deuda pública aumente hasta el 128% del PIB en 2020 y hasta el 140% en 2025, casi 30 puntos porcentuales por encima de los niveles de 2019, y unos 20 puntos porcentuales por encima de los de Francia y Reino Unido.