Mientras no mejoren las expectativas de inmunización, las bolsas estarán bajo presión

Señor entrando en Wall Street con mascarilla

Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | El complejo escenario epidemiológico y macroeconómico a corto plazo volvió ayer a pesar más en el ánimo de los inversores que las expectativas de recuperación económica a medio plazo, lo que llevó a los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses a cerrar el día con fuertes descensos. En este cambio radical de sentimiento en comparación con el de hace sólo unas semanas que han sufrido los mercados tiene mucho que ver el más que deficiente proceso de vacunación contra el Covid-19 en la mayoría de los países europeos y en Estados Unidos. 

A pesar de que los políticos, concretamente la Comisión Europea (CE), intentan desviar la atención, echándole la culpa a las farmacéuticas, la realidad es que, a pesar del tiempo que han tenido para prepararse, las distintas administraciones no han sido capaces, por los motivos que sean, de diseñar procedimientos eficientes para vacunar a la población. En este sentido, es hasta ridículo contemplar como la Comisión Europea (CE) se enzarza con AstraZeneca, echándole la culpa de “todos los males” e intentando desviar la atención de la realidad, cuando el hecho es que la vacuna desarrollada por esta compañía todavía no ha sido aprobada para su uso de emergencia en la Unión Europea (UE). 

Lo más dramático, y es lo que empiezan a temerse los inversores, es que al ritmo actual de inmunización de la población ya no es que sea prácticamente imposible alcanzar el objetivo de la Comisión Europea (CE) de tener al 70% de la población de la Unión Europea (UE) vacunada para el verano, es que se tardarían varios años en lograr la inmunidad de rebaño. Mientras tanto, los casos de Covid-19 en la región siguen incrementándose y los Gobiernos, como consecuencia, siguen aumentando las restricciones y/o prolongando la vigencia de las mismas, lo que a corto plazo penalizará más de lo esperado el crecimiento de la economía de la región. 

En ese sentido, ayer se acumularon las “malas noticias”. A primera hora del día se publicaron en Alemania y Francia los índices de sentimiento de los consumidores, que mostraron fuertes deterioros. Posteriormente, fue el Gobierno de Alemania el que anunció una drástica revisión a la baja de sus expectativas de crecimiento de la economía del país en 2021, situando su estimación sensiblemente por debajo de la anunciada el día precedente por el FMI (3,0% vs. 3,5%). La principal razón dada por el Ejecutivo alemán fue el impacto de la nueva ola de la pandemia y de las restricciones en la marcha de la misma. 

Así, en el corto plazo, y mientras no sea evidente una mejora en las expectativas de inmunización de la población, los activos de riesgo, concretamente la renta variable, van a estar bajo presión, siendo factible que los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses corrijan parte de lo avanzado en los últimos meses. No obstante, seguimos siendo positivos a medio plazo con la renta variable ya que entendemos que, antes o después, el proceso de vacunación de la población cogerá ritmo, lo que hará que nuevamente los inversores se centren en las expectativas de recuperación económica. Además, esperamos que se aprueben nuevas vacunas, como la de Johnson & Johnson, lo que permitirá disponer de más alternativas. A ello unimos el hecho de que los bancos centrales seguirán apoyando a las economías por tiempo ilimitado, hasta que consideren que se han alcanzado los objetivos establecidos –ayer el presidente de la Reserva Federal (Fed), Powell, señaló en la rueda de prensa posterior a la reunión del Comité de Mercado Abierto (FOMC) que no es el momento de hablar del comienzo de la retirada de estímulos–, al igual que los distintos gobiernos, en función de su margen fiscal, lo que mantendrá el sistema “inundado” de liquidez, liquidez que en gran medida terminará yendo a la renta variable a falta de otras alternativas de inversión atractivas. 

De momento, sin embargo, los inversores seguirán centrados en el corto plazo, corto plazo que, como hemos señalado anteriormente, no es nada halagüeño, con la pandemia descontrolada en muchos países y las autoridades dando “palos de ciego” intentando combatirla. Además, y en Estados Unidos, no está nada claro qué va a pasar con el programa de estímulos fiscales anunciado a “bombo y platillo” por el presidente Biden, programa que tal y como está diseñado es rechazado por la parte más centrista del partido demócrata. 

Esperamos, por tanto, que hoy, cuando abran las bolsas europeas, lo hagan a la baja, siguiendo de esta forma la estela dejada ayer por Wall Street, mercado en el que sus principales índices sufrieron al cierre de la sesión las mayores caídas en tres meses, y la de los mercados asiáticos esta madrugada, que también han experimentado recortes importantes. Además, y este es un tema a tener muy en cuenta, la reacción de los inversores a las cifras más que positivas publicadas por compañías como Apple o Tesla ayer tras el cierre de Wall Street, ha sido muy negativa, lo que demuestra que en estos momentos el sentimiento de los mercados se ha deteriorado sensiblemente. Es por ello que hoy habrá que seguir muy de cerca la publicación de resultados de muchas compañías relevantes en sus sectores de actividad tanto en Europa como en Wall Street para comprobar cuál es la reacción de los inversores. 

Por último, y en lo que hace referencia a la agenda macro del día, señalar que en la Zona Euro se conocerán los índices de confianza sectoriales y el índice de confianza de los consumidores, todos ellos del mes de enero, indicadores que esperamos muestren un nuevo deterioro del sentimiento tanto de las empresas como de los hogares en la región, consecuencia del avance de la pandemia. Además, y ya por la tarde, en Estados Unidos se dará a conocer la primera estimación del PIB del 4T2020, variable que se espera crezca ligeramente por encima del 4% en términos anualizados.