Rentabilidad por dividendo, ¿nueva referencia ante la escasez de la rentabilidad de bajo riesgo?

Intermoney | En un mundo en el que escasea la rentabilidad con bajo riesgo y en el que los rendimientos nominales tienen un peso mayor del que nos gusta reconocer en los mercados financieros, lo cierto es que no serán pocos los inversores que tomen como referencia la rentabilidad por dividendo a 12 meses del S&P500 en lugar de los tipos reales. 

En este caso, la rentabilidad del T-Note a 10 años se acerca peligrosamente a la cota del 1,48% del rendimiento por dividendo del S&P500.

Tipos de interés reales

En este punto, habrá quien argumente que la propia mejora económica ayudará a que la rentabilidad por dividendo aumente en 2021 al incrementarse los pagos a los accionistas, los cuales se estima que podrían repuntar un 5%, bajo un escenario positivo, después de su caída de más del 10% en 2020. En el pasado año, 1 de cada 5 compañías recortó su dividendo y 1 de cada 8 lo canceló. Esta realidad redujo en 220 mm. $ los pagos por dividendos a escala mundial entre abril y diciembre de 2020; situación que podría dar un vuelco en 2021 ya que, de cumplirse el escenario más optimista, los citados dividendos podrían aumentar el mencionado 5%.

La banca, una vez que se han empezado a relajar las limitaciones de los reguladores, especialmente en Europa, se convertirá en una de las grandes protagonistas de la mejora de los dividendos, sumándose a las remuneraciones especiales que pueden repartir algunas compañías al aprovechar la recuperación económica y sus holgadas posiciones en efectivo. No obstante, a pesar del tono optimista a ese respecto, estamos hablando de un repunte del 5% de los dividendos a escala global en un escenario positivo, lo cual tampoco supondrá un cambio diferencial de las rentabilidades por este concepto. Así que, entre quienes tomen la rentabilidad por dividendo del S&P500 como referencia del atractivo de la renta variable respecto a la fija, se acerca el gran momento de la duda.