«Los bonos no son lugar para estar invertidos»

Warren Buffet

CdM | La carta a inversores de Warren Buffett, mayor accionista, presidente y director ejecutivo de Berkshire Hathaway, es uno de los momentos más esperados del año en el mundo inversor. La misiva del complicado 2020 también ha generado el interés el interés habitual, un año en el que el vehículo de Buffet cerró con una rentabilidad del 2,4%, muy por detrás de la rentabilidad lograda por el S&P 500, de 18,4% (con dividendos); a pesar de la poca lucida rentabilidad del 2020, Berkshire Hathaway se ha revalorizado entre 1965 y 2020 un 20% anualizado, frente al 10,2 del S&P 500.

Aunque la filosofía de inversión de Warren Buffett se centra principalmente en la Bolsa, en su carta no ha querido pasar por alto sobre el momento que vive la renta fija y lanza una alerta a jubilados, fondos de pensiones, o aseguradoras: “Los inversores en renta fija a nivel mundial se enfrentan a un futuro desolador”. “¿Puede creer que los ingresos generados por el Tesoro estadounidense a 10 años ha caído un 94% desde la tir del 15,8% que daba en septiembre de 1981?”, resalta. Le sorprende cómo en ciertos países grandes e importantes, como Alemania y Japón, los inversores obtienen un rendimiento negativo en billones de dólares de deuda soberana.

E insiste, puede que haya quien se sienta tentado de aprovechar los patéticos retornos de los bonos ahora disponibles.  Por ejemplo, rotando sus compras a obligaciones respaldadas por prestatarios inestables. Sin embargo, los préstamos arriesgados no son la respuesta a tipos de interés en su opinión inadecuados. “Hace tres décadas, la otrora poderosa industria de ahorros y préstamos se destruyó a sí misma, en parte al ignorar esa máxima”, recuerda.

Más allá del pesimismo con el que aborda la situación de los bonos, Buffett deja claro que aún hay espacio para el optimismo en otros activos y mercados:  “Desde el nacimiento de nuestro país, personas con una idea, ambición y a menudo solo una miseria de capital ha tenido éxito más allá de sus sueños al crear algo nuevo o al mejorar la experiencia del cliente con algo antiguo”, cuenta.

Recordaba por ejemplo el nacimiento de lo que es hoy la aseguradora global GEICO. Que empezó como el sueño de un matrimonio de Washington que retó a la consolidada industria de seguros de coche con apenas 100.000 dólares de capital. En 1937, su primer año de vida, facturaron 238.288 dólares. El año pasado esa cifra fue de 35.000 millones.

En la cartera de negocios de Berkshire Hathaway abundan historias como estas. Éxitos de hoy que nacieron de mucha ilusión y un puñado de ahorros. Como otras dos de sus valores, Clayton Homes o Pilot Travel Centers. “Ambas fueron fundada por un joven que graduado de la Universidad de Tennessee y que se quedó en Knoxville. Ninguno tenía una cantidad significativa de capital ni padres adinerados”, insiste.

Es consciente de que Estados Unidos no es el único lugar donde se dan grandes historias. “Muchas personas forjan milagros similares en todo el mundo”, reconoce. Pero guarda un especial cariño al potencial demostrado por su país natal. “En sus breves 232 años de existencia no ha habido una incubadora para liberar potencial humano como Estados Unidos. A pesar de algunas interrupciones graves, el progreso económico de nuestro país ha sido impresionante”, defiende. Por eso, ofrece un consejo: “Nunca apostéis contra Estados Unidos”.

PUEDE LEER LA CARTA COMPLETA DE WARREN BUFFETT AQUÍ