¿Volverán los vigilantes de los bonos?

Portcolom AV | En los años 80 se empezó a hablar de los “vigilantes de los bonos” como los vigilantes de la economía. Se comentaba que, si los autoridades monetarias y fiscales no regulaban correctamente la economía, los inversores en bonos lo harían. De tal forma que si un banco central, por ejemplo, se quedaba rezagado en sus políticas monetarias, los vigilantes le obligaban a actuar a través de presiones en los precios de mercado de los bonos.

Hemos estado unos largos años, sin escuchar hablar sobre ellos, en un escenario de baja inflación. Pero, en las últimas semanas, los inversores han comenzado a tomar consciencia de que los bajos niveles de tipos de interés e inflación podrían no ser para siempre. Las expectativas de inflación siguen subiendo, y aunque eso podrían ser buenas noticias en general ya que son consecuencia de una esperada aceleración en el crecimiento de la actividad económica, en los mercados financieros su interpretación dependerá de la intensidad del repunte, de su duración y de la actitud de los bancos centrales. Y esto en parte es consecuencia de haber vivido en un contexto donde el escenario de tipos es tan bajo, que pequeñas variaciones en los tipos podrían generar importantes procesos de reajuste de precios de los activos. Procesos de movimientos rápidos en tipos de interés ya los hemos vivido, y siempre son sinónimo de volatilidad e inestabilidad en la renta variable. Ahora, la pregunta que se hacen muchos ¿volverán los vigilantes de los bonos ante la actitud de los bancos centrales y de gobiernos ante el repunte de inflación? Lo veremos 

En los últimos días de febrero el mercado financiero estuvo revuelto por el temor de los inversores a la inflación y la posibilidad de una retirada de estímulos de los principales bancos centrales. De esta manera, los precios de los bonos de renta fija cayeron (y sus tipos de interés subieron), contagiando el susto a las bolsas. Con el inicio del mes de marzo ha vuelto la tranquilidad, los precios de los bonos estadounidenses y europeos se han recuperado levemente, lo que ha llevado a importantes subidas en las principales bolsas mundiales. A pesar de esta momentánea tranquilidad habrá que estar atentos cómo se comporta la renta fija, porque en ciertas ocasiones puede tener movimientos importantes como sucede con la renta variable. Solo hay que recordar que en 2013 el bono americano a diez años pasó del 1,5% al 3% en cinco meses, o a la inversa en 2020, que pasó de niveles de 1,9% a 0,5% durante el primer trimestre del año con la llegada de la pandemia.

Y en pleno auge de los temores a inflación, estos días arranca el debate del proyecto de ley para aprobar un plan de estímulo de 1,9 Billones USD en ayudas directas a los norteamericanos en forma de pago directo de 1.400 USD o dotación al fondo de desempleo. La Reserva Federal (Fed) parece más relajada y considera que las rentabilidades más altas en los bonos y una curva más pronunciada son un signo positivo. Si bien el presidente Powell prometió esta semana que la Fed continuaría con sus importantes compras de bonos, veía los rendimientos más altos como una declaración de confianza por parte de los mercados de que tendremos una recuperación sólida. Cualquier cambio en la comunicación de la Fed en el sentido de limitar las compras de activos dará luz verde para que las rentabilidades de los activos aumenten aún más. En Europa, el BCE parece más preocupado por la reciente subida de los tipos de interés, y podría aumentar el ritmo de sus compras de bonos para evitar que los rendimientos de la deuda pública sigan aumentando. En consecuencia, el BCE estará claramente más inclinado a «flexibilizar» su actitud en comparación con la Fed, ya que ésta última podría enfrentarse a un mayor repunte de inflación.