El BCE podría anunciar un incremento de las compras de bonos (PEPP), para evitar nuevos repuntes en las rentabilidades de los bonos

Reunión BCE diciembre 2020

Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | Los mercados de valores europeos y estadounidenses mantuvieron ayer el buen tono mostrado en las sesiones precedentes, lo que llevó a sus principales índices a cerrar la jornada con ganancias, con el Dow Jones marcando un nuevo máximo histórico.

De esta tendencia generalizada se volvió a desmarcar ayer el Nasdaq Composite, lastrado por el comportamiento de los valores catalogados como de “crecimiento”, especialmente de los tecnológicos, que siguen sufriendo las tomas de beneficios por parte de los inversores, que llevan semanas rotando hacia valores de corte más cíclico como los bancos, los de materiales o los energéticos. Reiteramos que el reciente repunte de las rentabilidades de los bonos a largo plazo, consecuencia de la revisión al alza de las expectativas de crecimiento y de inflación, especialmente en Estados Unidos, está pasando una dura factura a las cotizadas que sustentan sus exigentes valoraciones en unas elevadas expectativas de crecimiento de sus resultados. Ello es así porque: i) muchas de estas compañías deben acudir al mercado para financiar sus planes de negocio, que contemplan fuertes crecimientos orgánicos e inorgánicos, por lo que unos mayores tipos de interés les penalizan; y ii) para valorar estas compañías se descuentan los flujos de caja libres futuros de las mismas, utilizando para ello la tasa de interés sin riesgo; normalmente se usa como referencia la rentabilidad de los bonos a largo plazo, por lo que si ésta sube el valor presente de los mencionados flujos de caja desciende.

Por lo demás, comentar que los factores que siguen impulsando la renta variable al alza, tales como las políticas monetarias de los bancos centrales y las políticas fiscales de los distintos gobiernos desarrollados, todas ellas muy expansivas y diseñadas para impulsar el crecimiento económico a cualquier coste; las mejores expectativas de crecimiento, basadas en la eficiencia probada de las vacunas en los países en los que el proceso de inmunización de la población va más adelantado; y los buenos resultados trimestrales dados a conocer por muchas cotizadas y, sobre todo, el optimismo generalizado mostrado por los gestores de la mayoría de ellas, siguen muy presente en la mente de unos inversores que esperan que, a partir del 2S2021, se alcance la “normalidad” en la mayoría de los países desarrollados, una vez controlada la pandemia. Ante este optimista escenario, el mayor riesgo al que se enfrentan los mercados es un rebrote de la inflación superior al que se viene descontando, algo que provocaría un fuerte repunte de las rentabilidades de los bonos, lo que se convertiría en una amenaza para la mencionada recuperación económica.

En ese sentido, señalar que, por el momento, y como se pudo comprobar ayer en Estados Unidos, la inflación parece contenida tanto en este país como en Europa, si bien, a partir de marzo, es muy factible que por el efecto base -durante los meses de marzo, abril y mayo de 2020 los precios de muchos productos y servicios cayeron con fuerza por el confinamiento al que fue sometida la población- se dispare al alza esta variable, aunque esperamos que lo haga sólo de forma coyuntural.

De este tema y del reciente repunte de las rentabilidades a largo plazo de los bonos esperamos que hable hoy la presidenta del BCE, la francesa Lagarde, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno de la institución. En principio, no se esperan cambios sustanciales en los principales parámetros de la actual política monetaria del BCE, aunque es factible que la institución anuncie un incremento del ritmo de compra mensual de bonos, como parte de su programa de compras de emergencia para la pandemia (PEPP), en un intento de evitar nuevos repuntes en las rentabilidades de los bonos a largo. Además, es posible que Lagarde vuelva a hablar de la flexibilidad del mencionado programa, lo que podría interpretarse como un intento soterrado de actuación sobre la curva de tipos por parte de la institución. Así, el BCE podría centrar la mayoría de sus compras en los bonos de largo plazo para intentar evitar que sigan subiendo sus rentabilidades.

Por lo demás, cabe destacar que ayer la Casa de Representantes, cámara baja del Congreso de Estados Unidos, aprobó la versión definitiva del programa fiscal de ayudas a los afectados por la pandemia. La ley está prevista que sea sancionada por el presidente Biden mañana viernes. De este modo se inyectarán $ 1,9 billones a la economía estadounidense, importe que corre el riesgo de provocar un sobrecalentamiento de la misma. En los próximos meses habrá que estar muy pendientes del impacto del programa en la economía estadounidense y en la inflación, especialmente en la estructural, ya que, de identificarse síntomas de sobrecalentamiento, algo que no se puede asegurar en estos momentos que vaya a ocurrir, este potencial escenario tendrá sin duda alguna un impacto relevante en los mercados de bonos y de renta variable estadounidenses y, por “simpatía”, en los europeos.

Centrándonos en la sesión de hoy, señalar que esperamos que las bolsas europeas abran al alza, con los valores de corte cíclico liderando las alzas, al menos hasta que se conozca lo que “hace y dice” el BCE tras la reunión de su Consejo de Gobierno, reunión en la que la institución dará a conocer sus nuevas proyecciones económicas, lo que podría determinar la tendencia de cierre semanal de las bolsas de la región.