La clave de las expectativas de inflación en la Eurozona a medio plazo está en los salarios

Salarios- Eurozona

Intermoney | Los movimientos que se daban al inicio de semana en la renta fija con fuertes ventas venían ocasionados por la idea que los miembros del Comité del BCE hacían llegar de cara a que una subida de 350 p.b. en la facilidad de depósito no les hará temblar la mano en caso de que sea necesario. Las mejores perspectivas hacia la economía de la zona euro en el comienzo de año nos llevan a pesar de que una recesión, si no es evitable, pueda ser menor y con un impacto menos fuerte. Aquí surge el temor de nuestro banco central. A pesar de que las expectativas de inflación, por el momento, se encuentren bastante bien ceñidas, las posibles presiones futuras sobre el IPC derivada de los salarios es un motivo de preocupación en el seno del BCE. La posibilidad de esquivar la recesión, unido a un mercado laboral bastante robusto y una evolución salarial al alza puede obligar a que las subidas de tipos vayan más lejos de lo que el mercado estaría sopesando. No debemos de extrañarnos el tono de las comparecencias en los últimos días y que, incluso, el presidente del Banco de Italia, Ignazio Visco saliese al paso para explicar que por el momento las condiciones financieras más duras no
están teniendo incidencia a la hora de hacer frente a la deuda. Otra cosa será más adelante, en un
posible escenario en el que el BCE fuese a más.

No obstante, el BCE considera que la inflación no volverá a su nivel objetivo hasta finales de 2024 o 2025 como decía el presidente del Banco de Francia y miembro del Comité, François Villeroy. Además, como el francés explicaba, hay una alta probabilidad de evitar una recesión en el presente año: “No creo que tengamos que elegir entre combatir la inflación o evitar la recesión; evitaremos una recesión y lucharemos contra la inflación”. Las fechas marcadas por Villeroy suponen, de manera implícita, que aún no lo hemos visto todo y explican las ventas en la deuda soberana. El martes, el rendimiento del Bund aumentaba en +5,2 p.b para situarlo en 2,339%, al
tiempo que en los papeles transalpinos el incremento era de +7,2 p.b (4,223%).

En el medio plazo, los riesgos estarán en la evolución de los salarios. Los indicadores de crecimiento salarial han sido extremadamente volátiles desde el comienzo de la pandemia, en parte debido al impacto de los esquemas de retención de empleo, lo que complica la evaluación de la evolución de los salarios. Esto mismo estamos viéndolo en Japón donde los salarios nominales aumentaban en diciembre a su ritmo más rápido desde 1997; concretamente un +4,8% a., pues se veían beneficiados por los bonus de las compañías han estado ofreciendo en invierno.

El crecimiento de los salarios nipones, por el momento, no supone un riesgo si consideramos que en términos reales se trata de un nimio +0,1% a., que no tiene efecto en el poder adquisitivo de los hogares nipones, aunque se trata de la ratificación de lo que el gobierno ha estado buscando. Con la evolución de los salarios estrechamente vinculada a la posibilidad de un cambio de política en el BoJ, la ganancia inesperadamente grande puede avivar las apuestas del mercado de que el banco central ajustará o se alejará de su programa de estímulo bajo un nuevo equipo de gobierno.