Más leña a la inflación: el gran consumo

Sector Consumo

Intermoney | La combinación de la presentación de los resultados empresariales del 3tr21 con el hecho de que la rentabilidad de los bonos ha consolidado sus avances en ambos lados del Atlántico está condicionando de forma decisiva el comportamiento de la renta variable. En concreto, la rentabilidad del 10 años alemán ronda el -0,10% y la de su homólogo estadounidense ya se encuentra en 1,68%. Unas cifras que han resultado mayores en el pasado; de hecho, el T-Note a 10 años coqueteó con el 1,75% el pasado marzo, si bien nadie puede negar que, con unas rentabilidades de la deuda contenidas, la vida resulta más fácil en las bolsas.

El escenario de fondo sigue siendo el mismo y la inflación y sus implicaciones en clave de función de reacción de los bancos centrales y, por lo tanto, de comportamiento de los bonos continúan mandando.En este sentido, cobra gran importancia la información sobre el impacto de la inflación en las cuentas de resultados de las grandes compañías y, sobre todo, cualquier mensaje que se lance en clave de futuro de su política de precios. Un campo en el que las compañías de gran consumo están apuntando claramente al alza en las presentaciones de sus cuentas trimestrales y esto implica que el actual episodio de tasas de inflación mayores a lo acostumbrado (en los últimos años) nos acompañará durante más tiempo de lo previsto.

Por ejemplo, Nestlé comunicó que ya está repercutiendo al cliente final el aumento de los costes de la energía, el transporte y las materias primas, lo cual se ha traducido en que la compañía suiza aplicóun incremento promedio del 2,1% a los precios de sus productos durante el 3tr21. Un alza que iba bastante por detrás del incremento del 4% de los costes de la empresa, a la sombra de un contexto en el que los responsables de la compañía señalaban: “Los costos de inflación están aumentando más rápido de lo que podemos avanzar a través de los precios… La situación no ha mejorado. En todo caso, estamos viendo más desventajas en comparación con lo que apuntamos en el verano”.

De las anteriores palabras, podemos concluir que el incremento de los costes ha sido mayor de lo presupuestado y esto nos lleva a descontar nuevos incrementos de precios de los productos de empresas de la importancia de Nestlé. Estos incrementos llegarán de forma progresiva y con cierto retraso respecto a las alzas de costes, pues suele pretenderse que el encarecimiento de los productos no resulte demasiado llamativo para los clientes con el fin de no erosionar la demanda. Ahora bien, aunque con retraso, el contexto actual (escasez de suministro y demanda sólida) da margen para que compañías de la talla de Nestlè puedan transmitir al cliente final la práctica totalidad del incremento de sus costes. En el caso de la multinacional de la alimentación, éste parece ser el escenario central ya queespera una erosión mínima de sus márgenes, a pesar del fuerte incremento de los costes. Junto a las cuestiones expuestas, no debe dejarse de lado otro apunte realizado desde Nestlé: los problemas de escasez de personal en algunos países. Una realidad cuya segunda derivada son los riesgos al alza sobre los salarios y de esto son muy conscientes en el seno de las empresas.

En paralelo, en los últimos días, Procter & Gamble anunció alzas de precios de sus productosde aseo y cuidado personal con el fin de compensar el aumento de sus costes en 2.300 mill. $. En este contexto, el jueves, Unilever informaba de una inflación de costes francamente fuerte y apuntaba que descuenta la continuidad de esta situación en 2022. Ante esta situación, desde la compañía se señalaba: “Hemos respondido y continuaremos respondiendo en nuestras categorías y mercados, tomando las acciones de fijación de precios adecuadas e implementando una gama de medidas de productividad para compensar el aumento de costes”.

En definitiva, los mensajes de tres de los mayores grupos mundiales de gran consumo en sus presentaciones de resultados fueron acordes con un escenario en el que debemos cotizar la resistencia a la baja de la inflación a lo largo del mundo. En esta línea, debe asumirse que transmitirán la práctica totalidad de sus alzas de costes, dado que sus previsiones de márgenes apuntan cifras con pocos cambios. A la sombra de las actuales tensiones de costes, por mucho que se mejore la eficiencia de los procesos, la salvaguarda de los márgenes pasa por la aplicación de subidas de precios de cierta relevancia. Desde la perspectiva macroeconómica y de los mercados de bonos, este apunte resulta clave al confirmar que las alzas de la inflación se están empezando a filtrar y no serán tan pasajeras como se llegó a estimar, tal y como llevamos defendiendo en los últimos meses.

La segunda derivada de lo expuesto, esta vez con la vista puesta en las bolsas, estriba en que otras compañía scomo, por ejemplo, el fabricante de pinturas holandés Akzo Nobel, reconocen que el encarecimiento de los insumos y los problemas de suministro están pasando factura a sus beneficios. De forma que la traducción de la situación actual en términos bursátiles no será homogénea debido, entre otras cuestiones, a la capacidad para transmitir los costes. No obstante, en nuestra opinión, cabe insistir en que la lectura relevante es la macroeconómica y ésta es acorde con la gran pregunta de cara a los próximos trimestres será: ¿Cuánto se desviará al alza la inflación respecto a lo previsto?