EN ESTE Nº7 DE GESTORES: LOS MEJORES CONSEJOS PARA EL INVERSOR EN FONDOS

Ante el cambio de era, 7 grandes expertos nos dan sus recomendaciones

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INVERTIR CON CONCIENCIA DE IMPACTO

Por Ana Claver. Directora gerente de Robeco Iberia, Latam y US. Offshore. Presidenta del comité de Sostenibilidad de CFA Society Spain.

Desde el inicio de 2022 se podía atisbar el incremento de la volatilidad de los activos financieros en función de los distintos riesgos que analizábamos: inflación, aumento de tipos de interés, desaceleración de crecimiento y riesgos geopolíticos. Estos últimos, aunque no imaginábamos que se iban a materializar de esta forma tan abrupta, sí que estaban ahí.

En esta situación, tener carteras de inversión muy diversificadas y de gestión activa ha cobrado gran importancia; va a ser un año en el que las apuestas de rentabilidad relativa serán muy importantes. De ahí mis tres consejos para el inversor en fondos:

1. APUESTA POR LA INVERSIÓN VALUE. Mi primera recomendación, teniendo en cuenta el momento actual, es ir empezando a incluir en carteras de renta variable el factor value, y también el factor de baja volatilidad. Ambos se han quedado rezagados en los últimos ejercicios y, por el entorno en el que nos encontramos, podrían hacerlo mejor en términos relativos.

En el actual momento del ciclo económico, con la inflación en aumento, reducción de los estímulos fiscales, subida de tipos de interés y algo de crecimiento económico global es cuando el factor value empieza a comportarse mejor y gana peso la idea de invertir en compañías con valoraciones atractivas y capacidad de generar beneficios estables para el accionista.

Pero los crecimientos económicos se ven amenazados por un escenario geopolítico inestable, por lo que es sensato proteger las carteras con compañías más defensivas en las que el factor de baja volatilidad sea el dominante. Es decir, compañías que funcionan, pero que quizás no son las más “trendy topic” para los medios y el inversor final, ya que su negocio es más estable y con una calidad superior.

2. TEMÁTICAS DE DESCARBONIZACIÓN, BLOCKCHAIN Y CÍBERSEGURIDAD. En segundo lugar, recomiendo mantener exposición en las tendencias estructurales de crecimiento, a través de compañías que puedan beneficiarse de aquellas. Se trata de empresas de calidad que dispongan de modelos de negocios que estén aportando soluciones a los grandes retos que tenemos por delante y en los que se está invirtiendo mucho dinero. Por ejemplo, fondos que inviertan en toda la cadena de valor para descarbonizar la economía, energías limpias, nuevos materiales, economía circular, agua. Y también, porque no, en las nuevas tendencias en el sector financiero con la digitalización por medio del blockchain o la ciberseguridad (tan importante hoy en día en el que las guerras hibridas toman cada vez más relevancia). Invertir en estas temáticas es una forma de alinearse en la dirección en la que va el mundo y poder apalancarse de la enorme inversión que se va a destinar por parte de los distintos participes de mercado a todas estas soluciones. Es en definitiva invertir en compañías de calidad que estén haciendo sus deberes hoy para poder beneficiarse del mañana.

3. INVERSIONES SOSTENIBLES Y DE IMPACTO SOCIAL Y AMBIENTAL POSITIVO. Mi tercera recomendación a los inversores sería tomar una mayor consciencia del impacto que pueden obtener con sus inversiones. Y es que “el dinero puede hablar”. Es importante considerar el deber fiduciario de los gestores de activos que, además de obtener un buen resultado financiero para la inversión, es conseguir un impacto social y medio ambiental positivo.

La sostenibilidad ayuda a tomar decisiones de inversión mejor fundamentadas en todos los activos. En renta fija ayuda a reducir riesgos, ya que al integrarla se limitan las probabilidades de default (quiebra). Si se hace con rigor, mejora la rentabilidad ajustada de la cartera, al ser esta mejora del perfil de riesgo de las inversiones muy relevante en este momento del ciclo económico, a la hora de gestionar la parte más defensiva de las carteras.

Como inversores, es importante poner a trabajar nuestro dinero en una recuperación sostenible, premiando a aquellas empresas con buenas prácticas sociales y medio ambientales. Es una manera inteligente de obtener mayor información de la compañía en la que inviertes, pues, además de tener en cuenta información financiera, recoges e interpretas como la información referente a sus prácticas medio ambientales y sociales puede afectar a los resultados de la compañía.

Para ello, es necesario ir incorporando el concepto de doble materialidad. Se trata de tener en cuenta no solo cómo el entorno puede afectar a la empresa que opera en él, sino también cómo la empresa puede afectar al entorno, al planeta y a la sociedad.

Desde este prisma, es importante ponerse en manos de gestores que tengan un conocimiento y experiencia a la hora de invertir en sostenibilidad, porque no es tan fácil como a veces nos quieren hacer creer, ni lo puede hacer todo el mundo. Se necesita una experiencia y conocimientos muy sólidos, y una forma de ver el mundo con un prisma diferente. Estoy convencida que las empresas que pongan en el centro de su estrategia el impacto, serán las líderes del futuro.


Lorenzo_González_Norbolsa

CÓMO MOVERSE EN MERCADOS VOLÁTILES

Por Lorenzo González. CAIA, Institutional&Advidsory Business Sales Director en Nordea.

Dónde podemos invertir cuando los mercados financieros están volátiles y muchos activos tienen unas elevadas valoraciones? La respuesta depende de las perspectivas de la combinación de crecimiento e inflación y las fuerzas seculares a largo plazo. Las presiones inflacionistas se deberían desvanecer más rápido de lo esperado, ayudando eventualmente a la renta variable.

1. ESTADOS UNIDOS, CON PACIENCIA Y PRUDENCIA EN LAS TECNOLÓGICAS. En Estados Unidos conviene tener un poco de paciencia y prudencia en el sector tecnológico, ya que todavía una parte del mismo está posicionada para un futuro a largo plazo, que es poco probable que funcione, como lo demuestra recientemente la dificultad de Facebook para aumentar su audiencia.

La economía de Estados Unidos está creciendo muy por encima de su potencial, lo que obligó a la Reserva Federal a adoptar un rápido giro agresivo desde fines de noviembre de 2021. La especulación ahora se ha convertido en potencialmente cinco aumentos de tipos de interés este año y una reducción en el balance de la Reserva Federal (Fed) a partir de la segunda mitad de este año. El último indicador de costes laborales, mostró una espiral salarial inflacionaria cada vez mayor que alimenta la opinión de que la Reserva Federal debe actuar con rapidez y decisión. Como consecuencia, las condiciones monetarias se están endureciendo con tasas de interés más altas y acciones más bajas, algo que la Fed considera un efecto secundario normal.

A medida que aumenta la inflación, los estadounidenses de mayor edad estarán más preocupados por su impacto y probablemente sean más prudentes en el gasto. Sin embargo, también está teniendo un impacto negativo en las generaciones más jóvenes, por lo que es probable que la demanda se esté enfriando más rápido de lo esperado. Por el contrario, un mercado laboral ajustado respalda el crecimiento de los salarios y el consumo. A medida que la inflación disminuye, la demanda debería recuperarse. Es probable que la inflación disminuya más rápido, debido básicamente al rápido aumento de la subcontratación y la automatización. A medida que la combinación de crecimiento e inflación mejore eventualmente, la renta variable también deberían tener un rendimiento superior, lo que sugiere paciencia. El problema es que las valoraciones en los estilos crecimiento y calidad seguirán siendo muy caras. Hay mejores oportunidades en Europa.

2. LAS ACCIONES EUROPEASNO ESTÁN CARAS. Es probable que el Banco Central Europeo tome un camino mucho más prudente para endurecer la política monetaria que la Fed y mucho ya está descontado en los tipos de interés.

Las perspectivas de crecimiento en Europa y los países nórdicos son bastante buenas, lo suficientemente sólidas como para justificar un posible endurecimiento de la política monetaria, pero no de emergencia como en Estados Unidos. La escasez de mano de obra ya está afectando un poco a la economía europea, lo que demuestra que el BCE eventualmente tendrá que ir más allá del final del programa de compra de bonos Covid-19 PEPP para

finalizar también el programa APP en los próximos meses. Si bien las subidas de tipos son posibles, es más probable que ocurran a finales de año, con un mercado valorando un ritmo lento. Como consecuencia, las curvas italiana y griega ahora han descontado una prima de riesgo significativamente más alta, mientras que la curva española se ha mantenido algo estable más cerca de las de centro de Europa. La renta variable no deberían sufrir demasiado por un leve endurecimiento del BCE y el euro vería algo de apoyo.

Las acciones europeas no están particularmente caras y están respaldadas por un crecimiento decente en el futuro, aunque el Covid-19 esté perjudicando el crecimiento, con una Alemania en riesgo de recesión.

3. LAS TECNOLÓGICAS CHINAS COMIENZAN A ESTAR BARATAS. Las tecnológicas chinas están empezando a estar baratas, mientras que la economía del gigante asiático debería recuperarse.

Las acciones chinas han sufrido significativamente por los movimientos regulatorios, una nueva narrativa nacional y una crisis en el sector inmobiliario vinculada en parte al desapalancamiento forzado. Como consecuencia, la demanda interna ha resultado más débil de lo esperado, lo que obligó al Banco Central de China a anunciar medidas para flexibilizar la política monetaria y el consiguiente repunte de la renta fija. Es probable que haya más de esto y la tecnología de China esté comenzando a ser atractiva desde el punto de vista de la valoración. Adicionalmente, la demanda debería recuperarse apoyada por más medidas fiscales.


DIVERSIFICACIÓN Y CALMA ANTE LAS FLUCTUACIONES DEL MERCADO

Por Enrique Marazuela. CFA, CAd, director de Asuntos Económicos de la Universidad Pontificia Comillas, miembro del Consejo Asesor de Inversiones de MdF Family Partners, senior member de CFA Society Spain.

Una adecuada diversificación, abandonar la idea de que es fácil batir al mercado y sólo modificar la composición de nuestra cartera por cambios de nuestras circunstancias personales, pero nunca por las fluctuaciones del mercado. Estos son los tres principales consejos que debería seguir en estos momentos el inversor en fondos.

1. EL INVERSOR EN FONDOS DEBE DE ESTAR MUY DIVERSIFICADO. Puede que esta recomendación sea innecesaria porque el inversor posea un fondo multiactivo y es el propio fondo el que le da la diversificación. No obstante, si el fondo en cartera solo invierte en una clase de activo (tesorería, bonos, acciones, etc.), solo tiene un tipo de diversificación, la vertical. Conviene recordar que hay dos clases de diversificación. La vertical consiste en tener dentro de cada clase de activos un número de valores suficiente como para eliminar en

nuestra cartera el riesgo idiosincrático de una compañía en particular. Esta diversificación vertical la aporta en general todo fondo. La otra clase de diversificación es la horizontal, la que deriva de tener distintas las clases de activos que más arriba hemos mencionado; salvo que tengamos un fondo multiactivo, que aporta ambas diversificaciones, tenemos una tarea adicional: añadir fondos cuyos subyacentes sean otras clases de activos.

La diversificación añade valor al inversor y de ahí que recomendemos no solo tenerla, sino llevarla hasta sus últimos límites. Y es que la diversificación es una rara avis en la economía. Uno de los lemas más relevantes de la ciencia económica es que nada es gratis, todo tiene un coste; por cierto, no es una traducción literal del inglés pues en ese idioma el lema es there is not a free lunch. La diversificación es algo inusual porque nos añade valor sin implicar un aumento de coste. Por lo tanto, aprovechemos esta maravillosa oportunidad, sobre todo sabiendo que estas son escasas.

2. ABANDONEN EL PENSAMIENTO DE QUE ES FÁCIL BATIR AL MERCADO. La verdad es que es difícil, muy difícil, sacar un mejor rendimiento que el mercado y prácticamente el 80% de los fondos quedan por detrás de sus índices de referencia. ¡Sí, el 80%! Y, para colmo, la permanencia en el purpurado grupo del 20% de cabeza no es tan común como desearíamos: muchos pasan de los puestos de honor a los de cola. Y estos datos no son recientes, han existido prácticamente siempre. Esto no hace más que recordarnos que batir al mercado es un juego de suma cero, solo se bate si otro ha hecho hueco quedando por detrás.

En los manuales de gestión de carteras nos enseñan que hay dos maneras de batir al mercado: seleccionando adecuadamente los momentos de entrada y de salida (market timing), o seleccionando un grupo de títulos que lo hagan mejor que el mercado en general (stock picking). Pues bien, de ese escasísimo y poco recurrente grupo de gestores que baten al mercado, prácticamente ninguno lo hace gracias al market timing y básicamente todos lo hacen por el stock picking. Los hechos, una vez ocurridos, son muy evidentes, pero la cuestión está en que la quiniela hay que acertarla el viernes, no el lunes.

Buscar el momento de entrada o de salida hace que no tengamos la cartera adecuada y esto tiene consecuencias importantes en el largo plazo.

3. NUNCA VARIAR LA COMPOSICIÓNDE NUESTRA CARTERA POR LAS FLUCTUACIONES DEL MERCADO. La composición de nuestra cartera y, por lo tanto, el perfil de riesgo de la misma, solo debe ser modificada por cambios de nuestras circunstancias personales (capacidad de asumir riesgo, requerimientos de liquidez, variación de objetivos y metas, etc.) y nunca por las fluctuaciones de mercado. Nuestra cartera debe servir tanto para mercados alcistas como bajistas, pues nunca sabemos a priori cuál es el momento de entrada o de salida, ni los movimientos que se van a producir. Los reajustes de cartera en situaciones de alta volatilidad, sobre todo de pánico, dejan la cartera desestructurada y sin capacidad de captar rebotes y ya con unas pérdidas consolidadas.

Lo fácil es aconsejar reducir riesgos cuando la cartera ha incurrido en pérdidas, pues es lo que el inversor desea oír, sobre todo cuando se puede culpar de la selección anterior a otro, y afirmar que era evidente que el mercado iba a caer. Insisto en el punto de arriba: el mercado es básicamente impredecible, más del 80% de los fondos no consiguen batir a una estrategia que es tan simple como no comprar ni vender y ni siquiera hacer selección de títulos. Esperar un buen momento de entrada o salida es confiar en algo que la evidencia empírica y los trabajos académicos niegan; y esto tiene un coste nada trivial.


José_María_Martínez-Sanjuán_Santander

PENSAR A LARGO PLAZO Y OLVIDAR EL RUIDO A CORTO

Por José María Martínez-Sanjuán. CFA, Global Head of Fund Selection en Santander Private Banking.

La inversión es, intrínsecamente, un juego de largo plazo. A corto plazo lo podríamos llamar especulación. Inviertas para tu jubilación o simplemente para hacer crecer tus ahorros, cuando pones tu dinero a trabajar lo mejor es establecer un plan y olvidarte, o mejor dicho, cumplirlo. Invertir conlleva focalizarte en tus objetivos de largo plazo. Por tanto, es conveniente ignorar el ruido de corto plazo de los mercados y no intentar predecir cuál es el siguiente movimiento para sacar provecho de ello: es fácil equivocarse en el timing. En consecuencia, para que la inversión sea exitosa, sigamos estos tres consejos:

1. TEN TUS NÚMEROS HECHOS, CONOCE TU HORIZONTE TEMPORAL DE INVERSIÓN Y CÚMPLELO. Ten tus números hechos, conoce tu horizonte temporal de inversión y cúmplelo teniendo presente en todo momento los riesgos que asumes.

Antes de invertir a largo plazo, debes saber cuánto dinero tienes disponible realmente para invertir, a eso me refiero con hacer tus números.

Calibra la dimensión de tus activos, así como la de tu deuda, establece un plan razonable de financiación y entiende cuánto necesitas apartar como fondo de emergencia en caso de que surja una contingencia no deseada. Sólo así podrás asegurar que puedes invertir a largo plazo sin tener que retirar el capital invertido temporalmente. Retirar de forma repentina ese capital invertido a largo plazo puede provocar que no consigas tus objetivos, te puede hacer materializar una pérdida y puede conllevar obligaciones fiscales no deseadas.

Cada uno tenemos nuestros objetivos de inversión: pagar la educación de los hijos, invertir en una vivienda, jubilación, etc.

Independientemente del objetivo, la clave para cualquier inversión a largo plazo es entender tu horizonte temporal de inversión o, dicho de otra forma, durante cuántos años puedes prescindir del capital invertido. Normalmente, entendemos que una inversión a largo plazo es aquella hecha a cinco años o más. Tener claro el horizonte temporal te permite saber qué tipo de inversiones son más apropiadas y también te ayuda a calibrar mejor el riesgo que puedes tomar.

2. ESTABLECE UNA ESTRATEGIA, SÍGUELA Y DIVERSIFICA. Una vez que has establecido tus objetivos de inversión y tu horizonte temporal, elige una estrategia de inversión con la que estés cómodo y llévala a cabo. A veces es útil divi- dir el horizonte temporal en segmentos más cortos para ayudarte a diseñar tu asignación de activos en los que invertir, de forma que si el mercado se vuelve bajista no caigas en la tentación de vender para evitar la ansiedad y el miedo que provoca entrar en pérdidas. Todos sabemos que invertir en acciones es más arriesgado que hacerlo en renta fija, por lo que tendrá sentido dedicar la parte que inviertas a largo plazo a las acciones en lugar de a bonos. Y, al mismo tiempo, podemos profundizar aún más e identificar qué bonos o acciones son más arriesgados, de forma que diferenciemos entre zonas geográficas, estilos de inversión, capitalización o calidad crediticia, entre otros aspectos.

Diversificar tu cartera en torno a una variedad de activos te permite cubrir tus apuestas y tener la posibilidad de acertar con algunas inversiones que pueden ser ganadoras durante un tiempo. Por ejemplo, conviene tener acciones de diferente capitalización, pues las

compañías más grandes (más de 10.000 millones de euros) son menos arriesgadas por lo general que las más pequeñas (por debajo de 2.000 millones de valor).

Del mismo modo, invertir en compañías de crecimiento (growth stocks), que son aquellas que están experimentando unas tasas altas de crecimiento de ventas y beneficios, no es lo mismo que invertir en compañías de valor (value stocks), que suelen cotizar a múltiplos de valoración mucho más atractivos (como el Price to Earnings o el Price to Book).

Una buena forma de diversificar es, precisamente, invertir en fondos de inversión en lugar de hacer una cartera de acciones o bonos, pues tienes acceso a cientos o miles de activos a través del vehículo.

3. SÉ CONSCIENTE DE LOS COSTES DE INVERTIR Y REVISA LA ESTRATEGIA REGULARMENTE. Si inviertes, tienes que tener en cuenta los costes que, dependiendo de cómo inviertas, pueden ser de dos tipos fundamentalmente: el TER (total expense ratio) o un porcentaje que sobre el patrimonio del fondo de inversión vas a pagar como servicio de gestión de dicho vehículo con carácter anual, así como cualquier comisión de gestión o asesoramiento que te pueda cobrar tu asesor financiero por darte consejos sobre el total de tu patrimonio financiero. Aunque pueda parecer un importe pequeño (menos de un 1% en muchas ocasiones), la realidad es que ese coste compuesto a lo largo del tiempo puede ser importante.

Es conveniente que revises de forma regular la estrategia (trimestralmente como mínimo y al menos anualmente) y es posible que tengas que hacer algún cambio en el caso de que se haya producido algún desajuste en los pesos asignados al inicio. De este modo, el reequilibrio y, por tanto, el ajuste a los pesos iniciales, hará que no asumas ni más ni menos riesgo del deseado, lo que te alejaría de los objetivos propuestos en cualquiera de los dos sentidos.

Al mismo tiempo, es recomendable llevar a cabo esa revisión con el fin de comprobar que los activos se están comportando como deben o como era de esperar. Y es importante que no dejes pasar por alto si tu situación ha cambiado, pues todos estamos sujetos a cambios en la vida que pueden conllevar a su vez cambios en nuestras inversiones al tener que adaptarnos a una nueva realidad.


Angel Martinez Aldama

ESTRATEGIA, ASESORAMIENTO Y SEGUIMIENTO

Por Ángel Martínez-Aldama. Presidente de Inverco, Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones.

Parece muy oportuna esta colaboración con la revista GESTORES, debido a los momentos de mercados tan abruptos como los existentes al escribir estas recomendaciones, como consecuencia de la invasión de Ucrania y sus efectos inmediatos en los mercados financieros, que siempre sirven de termómetro anticipado de las tendencias de crecimiento/decrecimiento de la economía y de los resultados de las empresas. Es verdad que dar recomendaciones generales de inversión a miles de lectores muy cualificados, como los de esta revista, no es fácil. Por ello voy a centrarme más en la definición de la estrategia de inversión y no tanto en los principios o consejos generales que son/ deben ser obvios para todos los inversores: diversificación, asesoramiento, optimización de la fiscalidad, acceso a mercados, gestión profesional, supervisión, transparencia, inversión mínima, etc.Además, si limitamos los consejos para partícipes o potenciales partícipes de fondos de inversión, aún es más fácil, ya que el producto fondo de inversión tiene incorporados varios de los principios ya mencionados: gestión profesional (gestionados por entidades especializadas y supervisadas), buena fiscalidad (diferimiento fiscal y traspasos), acceso a todos los mercados, diversificación (el propio fondo tiene obligación de diversificar sus inversiones), etc. Y todo ello para cualquier nivel de ahorro, lo que permite la democratización de las inversiones.

1. DEFINIR LA ESTRATEGIA DE INVERSIÓN. Por todo lo dicho, lo primero es definir previamente la estrategia de inversión de cada inversor (nivel de riesgo, horizonte de inversión, importe a invertir sobre el total de nuestro patrimonio financiero, etc), y solo después concretarlo en productos y proveedores. Esta definición de la estrategia de inversión, que es muy relevante, puede hacerse por uno mismo o buscando la ayuda de un tercero especialista que nos ayude en la definición.

2. RECURRIR AL ASESORAMIENTO. En segundo lugar, debemos materializar dicha estrategia, y en esta fase la concurrencia de un profesional del asesoramiento o un gestor de carteras es básica. Nuestras ocupaciones diarias nos impiden estar permanentemente atentos a los movimientos cada vez más rápidos de los mercados con niveles de volatilidad muy altos. No tomar una decisión a tiempo o tomarla anticipadamente pueden dar al traste con nuestra estrategia. Hoy día, seis de cada diez fondos de inversión en manos de los inversores españoles han sido canalizados a través de asesoramiento o de gestión discrecional de carteras.

3. SEGUIMIENTO PERIÓDICO DE LA CARTERA. En tercer lugar, debemos hacer un seguimiento periódico de las carteras. En una reciente encuesta del Observatorio INVERCO, seis de cada diez ahorradores declaran revisar sus inversiones al menos una vez al mes (un 78% entre los ahorradores dinámicos). La experiencia de marzo de 2020, en pleno estallido de la pandemia del Covid, puso de manifiesto la relevancia de mantener una estrategia de inversión (objetivo de largo plazo), no exenta de cambios tácticos de nuestra cartera por nuestro gestor/asesor (objetivo de corto plazo), para así disminuir el impacto de la caída brutal de los mercados.Así pues, la definición de nuestra estrategia de inversión, la materialización de la misma y la revisión periódica, tanto de la estrategia como de su materialización, son los tres pasos que debemos tener en cuenta para hacer crecer nuestro patrimonio financiero con independencia de subidas/bajadas de los mercados, o de altos o bajos tipos de interés, o de altas o bajos niveles de inflación.


Gonzalo_Rengifo_Pictet

LA DIOSA FORTUNA NO NOS HA ABANDONADO

Por Gonzalo Rengifo. Director general de Pictet AM en Iberia y Latam

Llevamos más de diez años en los que los bancos centrales han estado regalando dinero barato a gobiernos, empresas y familias. Ha sido una verdadera fiesta que, aunque parezca una contradicción, se ha acentuado con la pandemia, cuando se han sumado al estímulo las políticas fiscales de los Gobiernos. De hecho, 2020 será recordado por haber inyectado en la economía mundial (G20) ayudas equivalentes a más de 20% del PIB global. Este triple 20/20/20 no se va a volver a repetir, eso lo podemos asegurar. Sin embargo, pese a la guerra en Ucrania, la Diosa Fortuna no nos ha abandonado. Lo que sí ha hecho esta vez es ponernos deberes con el fin de que construyamos una buena diversificación allende los mercados y activos tradicionales.

En 2022 nos encaminamos, tras diez años, a un crecimiento económico de más de 4%, de beneficios del 10% y rentabilidad real de los bonos de Gobierno ligeramente positiva. Los niveles de ahorro de hogares y empresas son altos y las políticas monetarias y fiscales siguen favorables. Es un decente colchón para el mundo.

Aunque la invasión rusa de Ucrania y las graves sanciones económicas a Rusia tienen consecuencias significativas a corto plazo, estamos ante una situación binaria en la que es imposible hacer predicciones. Rusia representa 1,8% de la producción mundial, menos que Italia. La inflación es un riesgo mucho mayor. La falta de oferta rusa como exportador de petróleo, gas y metales puede marcar el comienzo de un aumento sostenido de presiones inflacionistas. El 21% de las importaciones de energía de la eurozona provienen de Rusia, lo cual representa dos tercios de las importaciones europeas desde dicho país, aunque Rusia solo supone 2,6% de las exportaciones de la zona euro. El gran riesgo es que los bancos centrales no sepan luchar de forma eficiente contra una inflación más persistente y duradera de lo que se había previsto y pongan en peligro el crecimiento. A corto plazo, la inversión en materias primas, oro, franco suizo y activos chinos pueden servir como coberturas contra estos riesgos geopolíticos.

En cualquier caso, es momento de diversificar en activos no tan tradicionales, que, como siempre, deben complementar la parte “core” de nuestra estrategia de inversión. Aunque el camino no va a ser fácil, hay oportunidades para todos los perfiles. Deberíamos recordar que una rentabilidad del tres al cuatro por ciento para un perfil de riesgo moderado es realista y factible los próximos años.

En concreto, hay tres ideas que todo inversor/ahorrador deber mirar con atención durante los próximos tres años.

1. LAS MEGATENDENCIAS ASG SON APUESTAS GANADORAS DEL FUTURO. Las megatendencias ASG (ambientales, sociales y de buen gobierno empresarial). Se trata de empresas ganadoras del futuro. La inversión ambiental o social se centra en empresas involucradas en una economía sostenible y más equitativa. La transición energética implica emisiones de CO2 netas cero para 2050 y la electrificación y digitalización de sectores enteros de la economía, transporte, fabricación, edificios y construcción, que deben acelerarse. Ello beneficia a proveedores de soluciones en renovables, eficiencia energética y economía desmaterializada (software y fabricantes de equipos para semiconductores). Además, es probable que las empresas que contribuyen a un medio ambiente más limpio gocen de una sólida demanda, pues reducen efectos negativos para la salud. Precisamente en la temática de salud, además de fundamentales financieros y datos científicos y clínicos, observamos que al ser tan graves son las necesidades insatisfechas, con precios razonables de las aplicaciones y el acceso de los pacientes a los medicamentos, existe una excelente oportunidad para empresas innovadoras y nuevos modelos de negocio.

2. DIVERSIFICAR EN EL ASIA EMERGENTE, INCLUIDA CHINA. Atención a los mercados emergentes. Más de 60% del crecimiento va a venir de la región asiática, incluyendo China, con mercados de renta variable atractivos estratégicamente. La región representa casi 30% del PIB mundial y en los últimos diez años el 70% del crecimiento global. Pero su peso en los índices bursátiles y de renta fija no supera del 7 al 10%. Su PIB puede crecer el doble de rápido que el resto los próximos cinco años, con menor inflación. Sus monedas están infravaloradas y las valoraciones razonables respecto a previsión de crecimiento, hasta el punto de que cualquier inversor debería complementar su cartera de mercados desarrollados con Asia emergente, en renta variable y fija.

3. INMOBILIARIO, INFRAESTRUCTURAS Y ESTRATEGIAS DE RETORNO ABSOLUTO. No olvidemos los Activos alternativos líquidos, infraestructura, inmobiliario y estrategias de retorno absoluto. El sector de inmuebles puede ser cobertura parcial contra la inflación. Además, hay sectores pendientes de recuperar niveles pre pandemia, incluyendo infraestructuras, especialmente de transportes. Incluso pensando en inflación estructural a medio plazo del 2 al 3%, determinadas estrategias multi activos y líquidas de retorno absoluto pueden proporcionar rentabilidades reales moderadas con volatilidades muy controladas.

Es el momento de aderezar la cartera de activos tradicionales, con un horizonte temporal mínimo tres años.


Alejandro_Scherk_Serrat_Kersio

UNA BUENA DIVERSIFICACIÓN EN FONDOS DE COSTES BAJOS

Por Alejandro Scherk Serrat. Presidente de las SICAV Kersio España y Kersio Lux

Por culpa de la guerra de Putin, los mercados han aumentado su volatilidad total y su riesgo implícito. Si el riesgo debe normalmente estrechamente monitorizado, conocido y controlado, debe serlo mucho más, si cabe, en el entorno actual. Conviene, por tanto, reducir un poco la exposición a la renta variable, así como evitar los activos de mayor riesgo en el escenario de corto y medio plazo, o en valores muy expuestos a las economías de países del Este y especialmente de Ucrania y Rusia. En definitiva, para el corto plazo es recomendable mantener la calma y no vender precipitadamente ni presa del pánico, sino de forma ordenada y meditada. Pero con visión estratégica y de largo plazo, conviene seguir estos tres consejos:

1. INVIERTA EN FONDOS CON COSTES BAJOS, INCLUIDAS TODAS LAS COMISIONES. El primer consejo es invertir en fondos con costes bajos, incluyendo todo tipo de comisiones. Existen comisiones de suscripción y de reembolso, comisiones de gestión, de depósito, de éxito (buenos resultados) y otras.

Se trata de una recomendación que probablemente muchos gestores tienen en cuenta desde hace mucho tiempo, y está igualmente en la mente de la mayor parte de los inversores, pese a lo cual no es malo reiterarla. Como guía orientativa, una comisión de gestión baja está en el 1% o por debajo de esa cifra en fondos de renta variable, alrededor del 0,5% o por debajo en fondos de renta fija y todavía menor en fondos monetarios. En fondos indexados a Bolsa, donde la gestión es pasiva, pues básicamente el fondo replica a su índice de referencia, las comisiones totales suelen ser también reducidas. Si hay una gestión muy personalizada de uno o más profesionales, hablamos de fondos de autor. A menudo encontramos fondos de autor en renta variable con comisiones elevadas, del 2% o incluso superiores. Salvo que haya unas garantías muy elevadas en forma de elevado prestigio de sus gestores y un track record o historial de resultados realmente magnífico tanto en cuanto a rentabilidad como em tiempo (varios años), evitaríamos este tipo de fondos. El total de comisiones y gastos asociados se mide por el llamado ratio de costes netos (TER, del inglés total expense ratio), y debe ser el menor posible.

2. DIVERSIFICAR ES MÁS IMPORTANTE QUE NUNCA. La diversificación sería el segundo consejo importante. La variedad de fondos es amplísima y depende de múltiples variables. Existen muchas características relevantes en un fondo. Los hay que invierten en renta variable, en renta fija, en mercados monetarios y también en otros activos como inmuebles o derivados. Los fondos también varían por su ámbito geográfico, por el gestor y también por especialización sectorial. Recomendamos la diversificación entre fondos diferentes, pero con matices. Invertir en fondos de renta variable y de renta fija en las proporciones que se consideren en función del riesgo que se desea asumir es, probablemente, la primera y más importante aproximación. Tener gestores distintos y en entidades depositarias diferentes es también recomendable para diversificar el riesgo profesional y de solvencia de la entidad. Si el patrimonio es suficientemente abultado, no es malo tener inversiones en fondos alternativos (inmobiliarios, hedge funds, etc.), pero con porcentajes limitados, preferentemente no superiores al 10% en total. Tener una diversificación geográfica también es importante, preferentemente sin entrar en fondos muy exclusivos de países, sino en fondos que ya sean internacionales.

3. MEJOR FONDOS INTERNACIONALES QUE CONCENTRADOS EN UN ÚNICO PAÍS. Por último, algunos consejos en negativo también en cuanto a la diversificación. No recomiendo invertir ni en fondos sectoriales ni en fondos mixtos, que invierten tanto en renta fija como en renta variable. Los fondos sectoriales suelen ser muy caros y siempre puedes concentrarte en los sectores que más te interesen seleccionando fondos que den prioridad a alguno de ellos, pero siendo globales. El inconveniente es que esto da más trabajo, pues debes sondear los porcentajes de inversión por sectores en cada fondo en que puedas estar interesado, pero vemos esta aproximación algo laboriosa más aconsejable que la inversión directa en fondos sectoriales. Los fondos mixtos te “venden” una diversificación entre renta fija y renta variable que uno mismo puede realizar personalmente estableciendo los porcentajes que se consideren entre unos y otros, y a menudo también cobran un plus de comisiones probablemente injustificado por esta “doble gestión”. Además, las proporciones entre Bolsa y bonos puede variar a discreción del gestor, a menudo de forma muy acusada, para alejarse de las preferencias del inversor. Los fondos por países a veces son especialización de algunos gestores por imposiciones geográficas y de ámbito de trabajo. Aquí soy menos estricto, pero aún así prefiero en general fondos internacionales globales. Huiría, igualmente, de invertir exclusivamente en un país o en una zona geográfica muy delimitada. En este sentido, considero que hay que tener porcentajes de inversión significativa en todos los mercados desarrollados (Estados Unidos, Europa, etc.). Las inversiones en fondos de países en desarrollo son de elevado riesgo y solo recomendables para inversores muy sofisticados o con un elevado patrimonio, y en este caso con porcentajes limitados, probablemente no muy superiores al 10%, aunque aquí volverá a intervenir el apetito al riesgo de cada inversor.

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GESTORES Nº7 abril 2022