Grandes cotizadas y ESG: gestión aceptable y estrategia escasa

Fernando Rodríguez | Las compañías del Ibex-35 han avanzado en la gestión y reporting de los riesgos ESG –en especial, los de buen gobierno y medioambientales- pero todavía tienen camino por recorrer en los aspectos estratégicos sobre estas cuestiones, según revela el IV Informe Comparativo de los Estados de Información No Financiera (EINF) del IBEX-35 elaborado por la consultora E&Y.

Ei Informe señala que el porcentaje de empresas del Ibex-35 que cuentan con una comisión específica con responsabilidades en materia de sostenibilidad en el Consejo de Administración ha pasado del 44% al 76% en un año, y que el 35% ya incorpora perfiles especialistas en ESG a este órgano. Además, el 44% ya ha incorporado criterios ESG en la remuneración de sus órganos de gobierno y el 94% cuenta con una estrategia de sostenibilidad a corto plazo. Pero también indica que el capítulo de la estrategia es “probablemente, el aspecto en el que todavía quede más trabajo por delante a las empresas del IBEX-35, pues tan solo un 26% reporta sus riesgos a largo plazo y un 35% menciona contar con una estrategia ESG a largo plazo”. En este sentido, es destacable que la nueva Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa de la Unión Europea (CSRD), de abril de 2021, que será de obligado cumplimiento a partir del año fiscal 2023, impone un enfoque prospectivo de los informes de sostenibilidad.

 “A nivel general, la puntuación media del estado de gestión de los asuntos no financieros en el IBEX-35 es de 2,3, lo que les sitúa en el nivel Asentado, dado que los informes de las empresas analizadas han reflejado un nivel de transparencia adecuado, un desempeño moderado y unos mecanismos de gestión que cubren todos los elementos fundamentales”, se asegura en el Informe. En cuanto al reporting, un 47% de las empresas del IBEX-35 ha presentado la Información No Financiera con un enfoque integrado –es decir, incluyendo el informe anual de gobierno corporativo (AGC), el informe anual y de gestión, y el informe de sostenibilidad (EINF)- y un 38% ha presentado un EINF con información adicional a la requerida por la ley. Con todo, se confirma la heterogeneidad en la forma de medir la información no financiera, ya que “en el 90% de los casos, el cálculo y reporte de los indicadores se realiza de dos o más formas diferentes, lo que sigue generando confusión y dificulta la comparabilidad entre la información reportada por las empresas”.

Por otra parte, 5 compañías del IBEX-35  se han adelantado y ya han presentado en sus informes sobre el año 2020  información relativa al porcentaje de sus gastos de capital (CapEx) y operativos (OpEx) dedicado a actividades y procesos elegibles, según la Taxonomía europea. La obligatoriedad de la Taxonomía se adelanta a la de la CSRD, pues en 2022 las empresas cotizadas, las entidades de crédito y seguros y las grandes empresas tienen el deber de informar sobre el porcentaje de su facturación proveniente de productos sostenibles, así como de sus CapEx y OpEx vinculados a activos y actividades sostenibles, durante el año 2021, y en 2023 deberán incluirse también los indicadores cuantitativos (KPIs) de desempeño económico en este ámbito.