La pendiente deslizante.
Una historia imaginaria pero verosímil

Aristóbulo de Juan, ex director general de inspecciön del Banco de España | “Las entidades financieras podrían mostrar ficticiamente un mundo rentable y feliz. Por un tiempo al menos. En estas líneas explicamos cómo”… El enmascaramiento más eficaz, por su difícil verificación y por su gran volumen sería la refinanciación de créditos malos, formalizando gene- rosos periodos de gracia a favor del deudor. Se podrían refinanciar siempre los principales de la deuda. Pero la refinanciación de los inte- reses podía revestir dos modalidades. Mediante el aplazamiento de su pago, en paralelo con el principal, o bien mediante la financiación por el prestamista al deudor para que éste le “pagase”, con los mismos fondos. Dicho pago ficticio era contabilizado indebidamente como un ingreso. Práctica que era sorprendentemente validada por los auditores externos. Podrían practicarse también otras modalidades

de “contabilidad imaginativa”. Una de ellas podría ser la desconsoli- dación contable de activos malos y de pasivos caros. Traspasándolos a sociedades instrumentales propias. También podían desconsolidar importantes paquetes de créditos y activos fijos malos a sociedades -también instrumentales- de nueva creación, pero en asociación con algún importante Hedge Fund , al que concederían la mayoría accionarial para “justificar” la desconsolidación contable…

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