Las recompras anunciadas en Europa para 2024 (68.000 millones) deberían evitar una corrección demasiado pronunciada

Chiara Robba, directora de Renta Variable LDI de Generali Asset Management | Si analizamos la rentabilidad de los principales mercados bursátiles en los últimos 10 años, no resulta sorprendente que Estados Unidos haya superado con creces a las demás zonas geográficas. De hecho, la rentabilidad total del S&P el pasado

miércoles  fue superior al 300% en euros (rentabilidad de los precios +247%, anualizada en torno al 15%), seguido de Japón con un 178% para la rentabilidad total y un 131% para los precios.

Europa se quedó rezagada (+106% para la rentabilidad total del SXXP, +50% el precio), al igual que China (+107% y +64% respectivamente), que registró una rentabilidad anualizada en torno al 8%.

Cabe señalar, sin embargo, que hasta el año de la covid, el comportamiento de los principales índices de renta variable mundiales estuvo bastante alineado, con los índices más sensibles a un fuerte crecimiento de los beneficios, como los mercados emergentes y EE.UU., mostrando un mejor comportamiento apoyados por unos tipos de interés cercanos a cero. El mercado europeo, caracterizado por sectores más «value», como el financiero y el energético, mantuvo una tendencia positiva, pero su rentabilidad fue claramente inferior a pesar del generoso dividendo ofrecido a los accionistas (de media un 1,5% superior al de las demás geografías).

Después de la covid, podemos observar una clara aceleración en el mercado estadounidense debido al importante apoyo fiscal que ha apuntalado la economía y, en última instancia, a la inteligencia artificial, que ha sido el gran motor del mercado desde finales del año pasado.

Los diferentes ritmos de crecimiento y rentabilidad se reflejan en los múltiplos de valoración de los distintos mercados, con el S&P, por ejemplo, cotizando a 20,8 veces los beneficios futuros, muy por encima de su media histórica de unas 16 veces. Europa, por su parte, con un crecimiento más modesto, siempre ha cotizado con descuento respecto a EE.UU., y se encuentra a un nivel de valoración ligeramente superior al histórico (13,5x Fwd ratio precio-beneficio).

Es posible que tras la mayor expansión de los múltiplos de valoración que hemos visto desde principios de año, se produzca una pausa en el mercado, especialmente en EE.UU., donde las valoraciones están muy por encima de los niveles históricos.

Sin embargo, no esperamos una corrección significativa y duradera. De hecho, estamos lejos de los niveles de valoración que vimos durante la burbuja tecnológica del año 2000. Si nos fijamos en un indicador como el precio/beneficios/crecimiento (PEG), es decir, el precio en relación con el crecimiento previsto de los beneficios en los próximos 3-5 años, este ratio se sitúa actualmente en 1,3 veces, frente a 2 veces en marzo de 2000. Esto se debe a que el crecimiento previsto de los beneficios en el futuro es significativo debido a la IA y al consiguiente aumento de la productividad futura de las empresas.

Por lo que respecta a Europa, el nivel récord de recompras de acciones anunciado para 2024 (68.000 millones de dólares desde principios de año, el segundo más alto de la historia), unido a los repartos de dividendos entre abril y mayo, debería apoyar al mercado y evitar una corrección demasiado pronunciada.