Los datos de PIB en EEUU respaldan tipos altos

Intermoney | La insustancial revisión del PIB estadounidense seguía siendo acorde con una economía que evoluciona con fuerza y donde el consumo sigue siendo el principal estandarte. La segunda lectura del crecimiento del 4tr23 arrojaba una expansión de +3,2% trim. a. explicada en buena parte por el gasto de los hogares que se revisaba al alza en tres décimas (+2,8% trim. a.). La reconfiguración de las preferencias del consumo de bienes a servicios era muy evidente en el PIB pues el impulso venía por el gasto en servicios, una partida que si ya crecía más que lo visto durante el 3tr23 sus números mejoraban frente al preliminar (de +2,4% a +2,8% trim. a.). Mientras, se intensificaba la debilidad de los bienes y muy en particular de los relativos a los de consumo duradero que corregían a la baja esta segunda publicación en 1,4 p.p. (+3,2% trim. a.).

El mal desempeño del gasto en bienes duraderos es un aspecto bastante interesante porque refleja que las subidas de los fed funds está teniendo una incidencia en la tendencia de gasto de las familias estadounidenses, al ser una partida bastante más sensible al endurecimiento de las condiciones crediticias. Como es natural, el menor músculo del sector secundario se traduce en una pérdida de fuerza en la inversión (+0,9% trim.) y muy concretamente por la inversión en bienes de equipo (-1,7% trim. a.). No todo era negativo, pues la expansión de la inversión en infraestructuras (+7,5% trim. a.) viene explicada por los planes de mejora de infraestructuras del gobiernoEl gasto público contribuía significativamente al crecimiento (+4,2% trim. a.) impulsado por las entidades estatales y locales. Sin su evolución, el mercado laboral, el gasto y la inversión habrían sido mucho más débiles.

En cuanto a la demanda externa, las exportaciones se expandieron a un rápido ritmo del 6,4% trim. a., principalmente en servicios, algo entendible como ya hemos explicado anteriormente. Las importaciones se revisaban hasta arrojar una expansión de +2,7% trim. a., impulsadas también principalmente por los servicios. Luego, se contaba con una contribución positiva de la demanda externa (+0,32 p.p) que contrarrestaba la revisión a la baja de los inventarios (0,27 p.p). De esta manera, los inventarios cosechaban su segundo trimestre de contribución negativa, lo que no es de extrañar en un momento en el que las empresas están agotando su stock. De seguir así, es posible que veamos una subida en la demanda de bienes enmarcada en la reconstrucción de los inventarios.

El agotamiento de los inventarios es una realidad como bien se veía en la caída mensual de 0,1% m. de los inventarios mayoristas en el mes de enero, acusando de nuevo la contracción de los inventarios de bienes no duraderos que se contraía un 0,9% m. pero que en la comparativa interanual estaríamos hablando de una contracción de 8,5% m. En líneas generales, los datos estadounidenses no sorprendían y se alineaban con el escenario presente que estamos viendo en la economía estadounidense y acorde con menores subidas de tipos.

Con el consumo tan fuerte, no nos extrañan comentarios como los del presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, haciendo referencia a que el banco central aun tiene mucho camino por recorrer en su lucha por controlar la inflación y dejando claro que aún hay obstáculos en el camino. Williams apuntaba a que espera que el PCE central caiga a alrededor del 2,25% en el presente año y al 2% en 2025. Hay que recordar que estamos hablando de uno de los cargos que señaló que sería apropiado recortar los tipos probablemente a finales del presente año, lo que da muestras de que la Reserva Federal es muy consciente de la robustez de la actividad. De igual manera, la presidenta de la Fed de Boston, Susan Collins, explicaba que el banco central probablemente reducirá los tipos de interés a finales de este año a medida que se fortalezcan las perspectivas de una inflación sostenible del 2%.

Para añadir más ruido, la filtración de la Agencia de Estadística del Departamento de Trabajo de EEUU generaba confusión al saberse que la agencia apuntaba que el aumento en la medida de la inflación de los alquileres fue ocasionado por un ajuste en la forma en que se ponderan los subcomponentes del índice. El aumento en la renta equivalente de los propietarios fue un factor importante detrás de la fortaleza de la cifra general del IPC de enero y desde el BLS está investigando estos datos. Un aumento en la ponderación de las viviendas unifamiliares dentro de la medida OER en relación con las unidades multifamiliares tendería a darle un impulso temporal porque la oferta de viviendas unifamiliares ha sido restringida, manteniendo los precios elevados, mientras que la oferta multifamiliar ha aumentado en los últimos años.

La aceleración del OER desconcertó porque la tasa de aumento de un componente similar, aunque más pequeño, del IPC conocido como alquiler de vivienda principal continuó desacelerándose en enero. Por lo general, los dos suben y bajan juntos lo que hizo pensar que el crecimiento del OER se debería a una casualidad. Si la explicación de la ponderación resulta correcta, podría mantener elevadas las lecturas de inflación OER durante los próximos meses.