Ferrovial, año cero

Ricardo Jiménez (Harmon) | Veinticinco años después de salir a Bolsa (mayo 1999), Ferrovial ha empezado a cotizar en la bolsa americana. En este primer cuarto de siglo el valor de la compañía ha pasado de 3.000 millones de euros a cerca de 27.000. Si le añadimos los dividendos pagados, la rentabilidad total para el accionista supera el 1000%.

Las compañías europeas al cotizar en Estados Unidos buscan ampliar su base de inversores, lograr múltiplos más altos y con ello una mayor valoración. Para Ferrovial, que cotiza en Madrid, Ámsterdam y Nueva York, el principal desafio es conseguir aumentar su liquidez y que Nueva York pase a ser la bolsa donde se produzca el mayor volumen de negociación de la compañía.

Captar el interés de los inversores en un mercado donde cotizan más de 6000 compañías entre el NYSE y el NASDAQ supone algunos retos. El primero de ellos es que el modelo de negocio principal de Ferrovial y que representa más del 75% de su valoración es la gestión de autopistas de peaje dinámico. No existen en Estados Unidos empresas comparables cotizadas. Esto dificulta encuadrar a Ferrovial y poder establecer valoraciones relativas.

En términos de múltiplos, su PER esta alrededor de 60 veces, más propio de compañías tecnológicas de fuerte crecimiento que de compañías de infraestructuras. Para un inversor generalista, la inmensa mayoría, estos múltiplos son a primera vista muy elevados, lo que se asocia a la idea de que una compañía está “cara”. Esta percepción se acentúa más en una compañía con un fuerte peso de construcción en sus ventas,80%. La construcción es siempre una actividad con múltiplos bajos en bolsa y solo representa un 10% de la valoración de la compañía, a pesar de facturar más de 6000 millones de euros. Esta divergencia de múltiplos puede suponer que la tentación de ponerse corto de la acción siempre este presente. La realidad es que estos elevados múltiplos se derivan de un aspecto contable que distorsiona la primera percepción de la compañía. La autopista canadiense ETR que supone 45% de su valoración, se contabiliza por puesta en equivalencia, consolidando solo su resultado neto, pero no sus ventas, ni su EBITDA.

Otro reto para la compañía es demostrar a los inversores americanos su capacidad de crecimiento. La última adjudicación de una gran autopista de peaje en USA data de 2016, hace casi diez años. Es un mercado con pocas oportunidades y con muchas compañías y fondos de inversión interesados en posicionarse, a la vista de la fuerte revalorización que han conseguido los activos ya poseídos por Ferrovial.

Conseguir cobertura por parte de analistas de inversión es fundamental para atraer nuevos inversores. Actualmente los analistas que cubren a Ferrovial están basados en Europa, incluso si trabajan para bancos americanos. Estos analistas hablan con inversores americanos que gestionan carteras de compañías internacionales, el caso hasta ahora de Ferrovial. Normalmente no tienen contacto con el inversor americano que invierte en compañías cotizadas en USA. Conseguir nuevos analistas basados en Norteamérica es básico para cualquier compañía europea que quiera cotizar allí.

Otro reto es puramente logístico. Las compañías europeas están acostumbradas a visitar inversores en ciudades como Nueva York, Boston o Chicago, donde están los principales fondos que invierten en compañías extranjeras. Hay grandes fondos de inversión domésticos en ciudades como Santa Fe, Memphis, Kansas City, Denver, Atlanta o en la costa Oeste. Visitar todas estas ciudades, con frecuencia para hacer solo tres o cuatro reuniones y mantener un contacto recurrente supone una gran dedicación de tiempo y recursos. Conocer y entender las singularidades de Ferrovial antes de tomar la decisión de invertir, requiere un esfuerzo extra de tiempo que es lo que normalmente no tienen los inversores.

Frente a estos retos, Ferrovial cuenta con numerosos aspectos que juegan a su favor. El primero es la calidad de sus activos. En 2023, Ferrovial recibió mas de 700 millones de euros en dividendos de sus autopistas norteamericanas. Teniendo en cuenta la “juventud” de las mismas, con periodos de explotación antes de llegar a vencimiento que oscilan entre los 40 y 75 años, el crecimiento de dividendos en los próximos diez o quince años va a ser exponencial. Estos dividendos, deberán llegar progresivamente a los accionistas de Ferrovial. La fortaleza financiera de la compañía es otro punto a su favor. Si se completan las anunciadas desinversiones de sus aeropuertos ingleses, la posición neta de caja de la compañía rondará los 4000 millones de euros.

No menos importante son los aspectos cualitativos. Ferrovial se ha consolidado en el subconsciente de los inversores como una compañía de calidad, por sus activos, su gestión, su gobierno corporativo y la calidad de su información financiera. Un gran logro para una compañía de control familiar.