Nestor U. Salcedo** | Un reciente informe mundial publicado por el Diligent Institute y Spencer Stuart refleja la evolución global de las empresas y sus consejos de administración en temas ESG, centrándose en el enfoque organizacional, las acciones en el seno del consejo, la estrategia y las perspectivas, y la supervisión de estructuras, evidenciando, además, diferencias significativas en términos de ESG (ambiental, social y de gobernanza) que se han presentado hasta el momento entre Estados Unidos y Europa.
Respecto a estos enfoques y considerando las diferencias entre Estados Unidos y Europa, compartimos nuestros comentarios, contribuyendo adicionalmente con percepciones desde el lado europeo desde nuestra perspectiva en España.
El acercamiento o approach organizacional es quizás una de las grandes diferencias entre las dos jurisdicciones. Por una parte, los consejeros estadounidenses ven las cuestiones ESG más como un riesgo a mitigar, mientras que los consejeros europeos las ven como una oportunidad para aprovechar.
Algunas premisas para estos resultados pueden estar relacionadas con el panorama regulatorio en Estados Unidos, que está más fragmentado, con regulaciones que varían entre agencias estatales y federales. Aunque ha habido algunos avances a nivel federal y a nivel estatal en los Estados Unidos, el entorno regulatorio es generalmente menos prescriptivo y completo. Por el contrario, Europa dispone de un marco legal y de regulaciones más homogéneo en comparación con Estados Unidos debido a la implicación del Parlamento Europeo como entidad supranacional que integra y aborda los problemas ESG.
Además, los países europeos han adoptado diversos acuerdos y tratados que hacen cumplir las normas ambientales y sociales, como el European Green Deal (2020), el Acuerdo de París (2015), y tratados anteriores (Lisboa, 2009; Ámsterdam, 1999; Maastricht, 1993).
Si nos centramos en España, el país opera dentro del marco regulatorio integral de la Unión Europea, que incluye varias regulaciones ESG y directivas. Estas regulaciones establecen expectativas claras para que las empresas a integren consideraciones ESG en sus operaciones y en el reporting no financiero. Esta significativa diferencia en los marcos regulatorios puede influir en cómo las empresas de cada país ven las cuestiones ESG como riesgos o como oportunidades.
Acciones de Consejo
De acuerdo con a lo anterior y en relación al estudio, otra evidencia relacionada con las cuestiones ESG es que los Consejos tienen un enfoque más social (S) por parte los estadounidenses, en comparación con un enfoque ambiental (E) por parte de los europeos.
Esto se refleja con la evidencia adicional de que los informes en materia ESG son anualesen Estados Unidos, con un mayor enfoque en el cumplimiento, mientras que Europa tienden a ser trimestrales, con un proceso sistematizado que combina el cumplimiento con las operaciones y los negocios.
Además, la percepción negativa de los consejeros encuestados en Estados Unidos es que supondría “demasiado tiempo” dedicarse a debatir cuestiones ESG, mientras que los europeos no lo ven así. Esto podría tener su reflejo en el hecho de que en los consejos estadounidenses hay una creciente conciencia y preocupación por las cuestiones ESG. Sin embargo, factores culturales disruptivos y un énfasis en el individualismo y el libre mercado han influido en la percepción pública y en la velocidad del cambio. Además, Estados Unidos tiene un diverso y dinámico tejido industrial, con una presencia más significativa de sectores como el tecnológico y el financiero, donde los criterios ESG pueden ser percibidos, sobre todo, desde el enfoque de la atracción, la retención y la sucesión de talento, es decir, centrados en la experiencia individual, el conocimiento y la creación de valor del talento clave -es decir, del CEO, de la alta dirección y de los miembros del Consejo de Administración-.
De la otra parte, y a lo largo de varias décadas, Europa enfrentó importantes desafíos ambientales, como la contaminación y la escasez de recursos, debido a conflictos, recesiones e integraciones geopolíticas. Esta experiencia enfatizó la protección del medio ambiente y la necesidad de incorporar acciones de sostenibilidad. Además, Europa tiene una presencia significativa en industrias como como la automoción, el comercio y el turismo, que se han enfrentado al escrutinio ambiental en toda su cadena de valor, lo que ha llevado a regulaciones y estándares industriales más estrictos que han sido sistematizados y difundidos a nivel mundial.
Activismo
Además, Europa tiene una larga historia de activísimo social y medioambiental, lo que ha derivado en una mayor conciencia pública y preocupación por la rendición de cuentas en materia de ESG. Esto ha contribuido a que la sociedad, en general, exija que las empresas operen de manera sostenible y responsable. En efecto, en España, los factores culturales y los valores sociales progresistas pueden explicar cómo abordan las empresas las cuestiones ESG. Por ejemplo, en España hay un énfasis cultural en el bienestar social, la solidaridad, y el desarrollo sostenible. Este contexto social puede haber influido en la percepción pública de las empresas y generado expectativas de desarrollo prácticas empresariales responsables y sostenibles, acercando su rendición de cuentas a la sistematización en períodos más cortos -por ejemplo, trimestralmente- y a asumir el debate sobre estos temas como parte de las estrategias corporativas.
En efecto, las premisas descritas nos llevan a confirmar los resultados de los encuestados en Europa, donde se afirma que casi el 90% están incorporando métricas ambientales y el 43% de métricas sociales en sus planes, en comparación con el 46% y 23% en Estados Unidos, respectivamente.
Estrategia y perspectivas
Respecto a la orientación a considerar que las métricas ESG conducen a una mejora en la valoración de la acción, sólo el 15% de los encuestados estadounidenses está de acuerdo con esta afirmación. En comparación, el 34% de los encuestados europeos lo confirma. Además, sólo el 42% de los consejeros estadounidenses piensa que estas métricas deberían reflejarse en la valoración de la acción, mientras que el 73% de los consejeros europeos está favor de esta inclusión.
Estos porcentajes podrían sugerir un mayor énfasis en el performance financiero en el corto plazo en Estados Unidos y en que la integración de los criterios ESG en la toma de decisiones de inversión han sido más lentos en ganar tracción en el mercado. Aunque la inversión ESG está ganando terreno en Estados Unidos, el nivel de demanda de inversores institucionales e individuales y la integración de los asuntos ESG pueden ralentizarse debido a múltiples variaciones y necesidades entre las industrias y las empresas.
Por la otra parte, los inversores europeos suelen priorizar la sostenibilidad a largo plazo y la inversión responsable, lo que lleva a una mayor demanda de empresas que se alineen con principios ESG. Esta demanda está impulsada, en parte, por la fuerte presencia de inversores institucionales, como los fondos de pensiones, que han integrado consideraciones ESG en sus estrategias de inversión. Centrándonos en España, el mercado español ha asistido a una creciente demanda de Inversiones ESG y finanzas sostenibles. Esta demanda está liderada , en parte, por la fuerte presencia de inversores institucionales como los fondos de pensiones y los gestores de activos, que han integrado criterios ESG en su estrategia de inversión, animando a las empresas a abordar los asuntos ESG. Esta demanda incentiva a las empresas españolas a incorporar prácticas ESG en sus modelos de negocio y a demostrar su compromiso con la sostenibilidad y las prácticas responsables.
Por estas razones, se refleja que en Estados Unidos es predecible un enfoque más conservador en las cuestiones ESG y su vinculación al impacto empresarial. En cambio, en Europa es predecible un mayor enfoque en ESG y un vínculo más significativo respecto al impacto empresarial.
Estructuras de supervisión
En cuanto a la supervisión de las cuestiones ESG, el 45% de los encuestados en Estados Unidos considera que el Consejo asume responsabilidades y la supervisión general de ESG, mientras que en Europa este porcentaje es del 55%. Asimismo, Estados Unidos otorga responsabilidades en la materia a la comisión de nombramientos y gobernanza en un 27%, mientras que Europa hace lo mismo con comisiones especializadas como la de Sostenibilidad o de ESG en un 31%. De hecho, al hablar sobre la evolución de las estructuras de supervisión en materia ESG por parte de los Consejos, Europa lidera con un 41% en comparación con el 23% de Estados Unidos.
Además, el aumento de las comisiones y los debates sobre cuestiones ESG son más significativos en Europa que en Estados Unidos.
Estos resultados tienen su reflejo potencial en la orientación al stakeholder en Estados Unidos y en Europa. En Estados Unidos, el gobierno corporativo se ha centrado históricamente más en la primacía de los accionistas, priorizando la maximización del valor para ellos. La diferencia de enfoque influye en cómo las empresas de cada región abordan las cuestiones ESG y asignan recursos, así como la priorización de las agendas de sus Consejos y comisiones, lo que puede haber llevado a un enfoque más limitado en el desempeño financiero en aras de uno más amplio para los criterios ESG. En todo caso, hay un giro creciente hacia un modelo de gobernanza orientado a las partes interesadas en Estados Unidos.
Por su parte, la gobernanza corporativa europea tradicionalmente enfatiza los intereses de los stackeholders, considerando el impacto de las decisiones empresariales dentro de un conjunto más amplio, incluidos los empleados, las comunidades y el medio ambiente.
En ese sentido, las empresas españolas, influidas por el panorama más amplio enfoque de gobierno corporativo orientado a los stackeholders en Europa, a menudo hacen mucho hincapié en abordar cuestiones sociales y cuestiones ambientales. Reconocen la importancia de considerar los intereses de estos en sus procesos de toma de decisiones. De hecho, como parte de los resultados en Europa que refleja el estudio, confirmamos, en el caso español, las responsabilidades compartidas entre el Consejo y la Comisión especializada en sostenibilidad o ESG para temas ambientales, y el Comité de Nombramientos y Retribuciones (obligatorio desde 2014) para los temas sociales.
En conclusión, creemos que este estudio de referencia -Sustainability in the spotlight: Has ESG lost momentum in the boardroom?- es un aporte fundamental a la lectura por parte de los tomadores de decisiones y formuladores de políticas interesados en cuestiones ESG.
*Esta publicación de ESADE analiza los hallazgos del informe de 2023 del Diligent Institute y de Spencer Stuart titulado “La sostenibilidad en el punto de mira: ¿Ha perdido la ESG impulso en el Consejo de Administración?”
**Research Fellow at Esade Center for Corporate Governance