Alphavalue | En un mes, los bancos han experimentado alzas de un +7,5%, ocupando el cuarto lugar de los mejores performances sectoriales. Sin embargo, durante la primera semana de diciembre, tuvo el peor performance con un -3%.
Con el modo “risk on” del mercado y la disponibilidad de las vacunas, la evolución del sector bancario no iba a ser sostenible para unas compañías impulsadas por una curva de tipos y un marco regulatorio estricto.
Los 39 bancos europeos cubiertos por AlphaValue (capitalización de760.000 M€) cotizan a un book value 2020 de 0,55x. Esto se mantiene a una distancia del 0,77x, que parece ser un techo, cuando el sentimiento del mercado mejora.
El sentimiento de los mercados sobre las entidades financieras cambia muy rápidamente. El entusiasmo renovado se basó en el concepto de “reflation trade”, que apuntaba a indicios de inflación y curvas de tipos más pronunciadas de las que se supone que los bancos obtienen beneficios más fácilmente. La visión a largo plazo nos muestra una dolorosa década perdida donde los beneficios, cuando aparecen, no llegan a los bolsillos de los inversores. El siguiente gráfico es bastante revelador. Las “imposiciones” regulatorias se han llevado la mayor parte de los ingresos adicionales, al imponer un fortalecimiento de los balances, a niveles tales que los ROE (rentabilidad sobre fondos propios) están muy por debajo de los COE (costes de los fondos propios).
A largo plazo este coste de hacer negocios en un contexto regulatorio más estricto no es ninguna novedad. Hay momentos periódicos de esperanza en los que se apunta a cierto grado de relajación. Tal ha sido el caso recientemente con la esperanza de que se reanudaran los pagos de los dividendos interrumpidos. Esto estará vigente hasta el momento en que los bancos centrales locales empiecen a dudar acerca de las cifras de 2021 y volverá a diferir los pagos por más tiempo y mantenga abiertos los grifos de los préstamos.
Posicionarse en el sector bancario no puede ser por su crecimiento, sólo por su flujo de dividendos. El siguiente gráfico ayudará a identificar dónde queda el dividendo, en caso de que los reguladores locales les den el visto bueno. Los bancos se clasifican según los “buffers” disponibles del escenario de los stress test (SREP/Supervisory Review and Evaluation Process). Cuando están disponibles, los bancos escandinavos lo hacen mucho mejor.
La conclusión sigue siendo la misma año tras año. No todos los bancos son iguales desde el punto de vista del modelo de negocio y del corsé regulatorio. Optar por historias individuales es más seguro.