EEUU se encuentra inmerso en una crisis fiscal, con el déficit y la deuda disparados

Ana Racionero (Intermoney) | Nos enfrentamos a otra semana de alta intensidad, con las reuniones sobre tipos del BOJ mañana, la FED el miércoles, y, tanto el Norges Bank como el BOE, el jueves, para todos los cuales se espera el mantenimiento del tipo de interés de sus respectivas divisas al nivel actual, aunque, en el caso del BOJ, las recientes sospechas de que pudiera introducir finalmente algún cambio en su política de control de la curva de rendimientos eran confirmadas por la tarde por NIkkei, que informaba de que el banco central estaría considerando dejar que el rendimiento de su bono a diez años supere el 1%, lo que favorecía al yen frente a sus pares.

Ya hoy abríamos boca con la publicación de las cifras de inflación de octubre de España y, tanto el IPC, como el PIB de Alemania. La española armonizada retrocedía del 0.6% de septiembre al 0.3%, aunque, en términos interanuales, subía del 3.3% al 3.5%, mejorando, eso sí, en ambos casos, el 0.5% y el 3.8% esperados. La electricidad era la responsable de que la inflación subiera por cuarto mes consecutivo y se acelerase a su nivel más alto desde abril, dificultando al gobierno la retirada del “bono social”, tal y como recomienda el BCE, prevista para el 31 de diciembre. La alemana venía precedida de las lecturas de sus diferentes Länder, comenzando a primerísima hora, como siempre, con Renania del Norte-Westfalia, que, con unos marcados descensos, seguidos de los de Hesse, Baviera, Baden-Wurtemberg y Sajonia, ya anticipaban un buen dato, apoyando las compras de bonos. Finalmente, la lectura de IPC alemana mejoraba, en efecto, las previsiones, con un descenso al -0.2% vs 0.1% la armonizada mensual y un 3% vs 3.3% la armonizada interanual.

Estas cifras de inflación apoyaban las declaraciones de Vujcic, del BCE, que afirmaba ayer en una entrevista que el banco central habría terminado con las subidas de tipos “por ahora”, ya que nos encontraríamos en un proceso de desinflación, y que confiaba en alcanzar el objetivo del 2% en 2025. El PIB alemán del tercer trimestre, si bien, con un -0.1% trimestral, un -0.8% interanual no estacionalizado y un -0.3% ajustado se deslizaba a terreno negativo, mejoraba las expectativas en las tres categorías (-0.2%, -1.00% y -0.7%). DBRS Morningstar confirmaba a última hora del viernes el rating de Italia tres escalones por encima de la “deuda basura” con perspectiva estable. La confirmación por parte del BCE el pasado jueves de la continuación de las reinversiones del programa PEPP han reducido considerablemente su prima de riesgo, que había llegado a pasar de los 200 pb, hasta bajar hoy de los 191 pb. El Tesoro español establecía su objetivo de emisión para la próxima subasta el día 2 de noviembre en 4500-5500 millones de euros para los nominales y 250-750 millones de euros para el linker. Mañana continuarán las lecturas de IPC y PIB de la zona euro con Francia, Italia y la propia Eurozona como protagonistas.

En el Reino Unido, las aprobaciones de hipotecas caían en septiembre a mínimos desde enero.

En cuanto a E.E. U.U., mucha más expectación que la reunión de la FED, respecto de la cual hay unanimidad en que mantendrá los tipos, genera esta semana la publicación por parte del Tesoro de las necesidades netas de financiación del último trimestre, que podrían volver a desatar un tsunami de ventas de bonos a largo plazo que elevasen sus rentabilidades nuevamente a máximos, motivo por el cual, la rentabilidad del diez años UST escalaba hoy 6 pb hasta el 4.90%. Y es que el país se encuentra inmerso en una crisis fiscal, con el déficit y la deuda disparados. El desfase en las cuentas públicas se duplicó en el ejercicio fiscal de 2023, y el endeudamiento se encamina a batir el récord de la segunda guerra mundial. El viernes, con la publicación de las nóminas no agrícolas de octubre, conoceremos la evolución este mes del mercado laboral, elemento clave a su vez para la valoración de las perspectivas de inflación. La actividad manufacturera de la FED de Dallas, único dato del día, retrocedía en octubre hasta el -19.2, en lugar de ascender a -16 como preveían las encuestas.

Los mercados recuperaban algo de apetito por el riesgo, después de que la aversión por éste llegara a elevar el precio del oro por encima de los 2000 USD la onza el pasado viernes, ya que las incursiones terrestres en Gaza durante el fin de semana tenían menores consecuencias de las temidas inicialmente en el desarrollo del conflicto y de una eventual escalada. También el USD retrocedía frente a sus pares en favor de activos de mayor riesgo, incluso cuando las rentabilidades de los UST subían. Este mayor apetito por el riesgo favorecía a una renta variable que por añadidura se encontraba en niveles de sobreventa y que lleva perdidos 12 billones de USD desde que, a finales de julio, comenzaran los temores a que unos tipos más altos durante más tiempo terminaran por desembocar en una recesión. El S&P entró en el viernes en mercado bajista, ya que cerró un 10% por debajo de su último pico. Las acciones se encaminan a su tercer descenso mensual consecutivo en la que sería su racha más larga de descensos desde marzo de 2020, acosadas por el gran aumento de las rentabilidades de los bonos, los malos resultados de algunas de las grandes tecnológicas y, como colofón, el reciente conflicto bélico.

La mejora del sentimiento respecto de la guerra en Oriente Medio hacía que el petróleo retrocediera un 3%, haciendo caer al WTI a los 83 USD por barril. El gas natural europeo, por el contrario, se encarecía.