España ante el reto NGEU: si los fondos no se acompañan de reformas, el esperado aumento de recursos puede no traducirse en proyectos ejecutados

BBVA Research | Los recursos del Next Generation EU (NGEU) suponen una oportunidad sin precedentes para que España dé un paso adelante en el terreno de la inversión, el desarrollo y la innovación (I+D+i). No solo permiten a nuestro país disponer de fondos que no requieren de financiación, sino que además implican un gran avance en el proyecto europeo.

Sin embargo, como se expone en este observatorio, existen numerosas causas estructurales que explican el pobre desempeño de la innovación en España. Por tanto, si no se acompañan de reformas, el esperado aumento de recursos puede no traducirse en proyectos ejecutados o limitarse a una mejora que se desvanezca en los años posteriores.

En un contexto de cambio estructural, los próximos años son claves para que España afronte sus deficiencias en el campo de la innovación. La creciente automatización del trabajo, la digitalización y el reto climático requieren de una acción coordinada y decidida que minimicen la incertidumbre y maximicen las posibilidades de éxito. Modernizar la I+D es, además, una condición necesaria para cerrar brecha de la productividad laboral, cuyo crecimiento lleva años estancado en nuestro país y es actualmente un 11,5% inferior a la media europea (Comisión Europea, 2020). Adicionalmente, un reciente estudio sobre la relación entre la innovación y el bienestar social encuentra que España habría incrementado un 15% su bienestar si hubiera alcanzado la tasa optima de I+D desde 1960 (Andrés, et al., 2021).

La última década ha supuesto un deterioro de la ya débil posición de España en el campo de la Investigación y el Desarrollo (I+D)2. En 2018, el gasto total en I+D en España en 2018 fue un 1,24% del PIB, muy lejos del nivel medio de la UE (2,11%). Esta diferencia se explica principalmente por el gasto en I+D en el sector privado, donde la brecha con la UE ha aumentado un 65% desde 2008 (Gráfico 1). El último dato disponible sitúa a España en un gasto en I+D privado de 0,7% del PIB frente al 1,42% de la media europea.

Como se discute en este informe, los principales obstáculos a la innovación privada son el tamaño de las empresas, las deficiencias en el capital humano y la ineficacia de las ayudas públicas. Otros factores que impactan negativamente sobre las actividades innovadoras y el crecimiento de las empresas son la escasa transferencia de conocimiento y una financiación muy concentrada en préstamos.

I+D+i

La diferencia en el gasto en I+D desarrollado en el sector público es menor (0,54 % PIB en 2019, frente al 0,70% en la UE) (Gráfico 2). Aun así, mientras que la media europea se ha mantenido aproximadamente constante en la UE desde 2009, en España ha caído más de una décima. Respecto al total del gasto en I+D, el sector público en España representa un 44%, un peso significativamente mayor al de la media de la EU (33%).

Los fondos públicos se destinan mayoritariamente a las universidades, seguidas de las Administraciones Públicas (AAPP) mientras que la proporción de fondos destinada al sector privado es algo mayor que en la UE (Gráfico 3). Respecto al origen de los fondos para la I+D en el sector privado, España presenta un mayor peso del sector público (9% frente a 5% en la UE) y atrae solo un 8,5% de fondos del extranjero (10% en la UE) (Gráfico 4).

I+D+i

La I+D se enmarca dentro de la innovación, que comprende otras actividades como la compra de nuevo equipamiento, mejoras en la gestión, registro o adquisición de propiedad intelectual, novedades en diseño o marketing y la formación de personal.

El Marcador Europeo de Innovación (EIS, 2020) sitúa a España como innovador moderado y ninguna de las CCAA alcanza el rango de innovador destacado o líder innovador (Gráfico 5). Entre las debilidades destacadas por el indicador están el bajo gasto en I+D en el sector privado, los problemas para innovar de las pymes y las exportaciones de servicios de alta cualificación. En términos de resultados, la publicación de patentes en España (1,27 por billón de PIB) está muy lejos de otros países en Europa (3,39 de media en la UE).

I+D+i

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