El mercado entra en modo defensivo

Ana Racionero (Intermoney) | La fortaleza de los datos americanos de ayer elevaba la rentabilidad del 2 años UST más de 8 pb hasta el 4.955%, aproximándolo al nivel clave del 5%, y los mercados monetarios retrasaban el primer recorte de tipos de la Fed de noviembre a diciembre. El USD subía frente a sus pares por cuarto día consecutivo. Las bolsas retrocedían y deshacían las ganancias tras el tirón provocado por la publicación de los resultados de Nvidia ante el escenario de unos tipos más altos durante más tiempo, y, aunque ésta subía más de un 10% y llegaba a superar el hito de los 1000 USD por acción, ni siquiera esto conseguía mantener el sector tecnológico a flote. Los mercados monetarios excluían cualquier posibilidad de rebaja de tipos en la reunión de junio por parte del BOE. Por el contrario, Villeroy aseguraba ayer que, a pesar de las cifras, una bajada en junio seguiría en curso. La subida de las TIR globales llevaba el benchmark japonés a 10 años a máximos desde 2012. El RBNZ se declaraba “absolutamente” preparado para subir tipos, caso de ser necesario. Lo cierto es que nada hacía presagiar el lunes que íbamos a terminar así la semana.

Ya en Europa, la confianza del consumidor británica mejoraba las expectativas al ascender en mayo a -17. Sin embargo, las ventas minoristas se desplomaban en abril muy por encima de lo esperado en todos sus componentes, con un retroceso del -2.3% mensual. El Tesoro británico anunciaba la sindicación de un nuevo 07/34 Gilt en la semana del 10 de junio. La lectura final del PIB alemán del primer trimestre refrendaba la provisional, con un crecimiento del 0.2% respecto del trimestre anterior. Los precios de producción españoles cedían un -0.2% mensual y un -6.6% interanual. Las bolsas europeas emulaban a sus homólogas americanas y asiáticas y se teñína de rojo. Nagel hablaba en el seno del G-7 y se mostraba optimista respecto del crecimiento alemán en la segunda mitad del año, así como de que los salarios se desaceleren en los próximos meses, y comentaba que la probabilidad de una bajada de tipos en junio va ganando terreno. De Cos apoyaba esa visión al decir que el primer recorte será en junio, pero matizaba que habrá que ser prudente más allá de esa fecha.

Las órdenes de bienes duraderos estadounidenses daban el remate a esta semana plagada de cifras “hawkish” al superar todas las previsiones, provocando fuertes ventas de bonos. La lectura final de Michigan superaba las provisionales en los apartados de sentimiento, condiciones actuales y expectativas. Sin embargo, las previsiones sobre inflación de los consumidores caían un punto hasta el 3.3% a un año y hasta el 3% a 5-10 años, dando la vuelta a los bonos y empujando a las bolsas al alza.