J.J. Fdez- Figares (Link Securities) | Los mercados de valores y de bonos europeos y estadounidenses continuaron corrigiendo la semana pasada, lastrados por, aunque parezca una incongruencia, la fortaleza de la economía estadounidense y la debilidad de la economía de China. También es cierto que ambos tipos de activos habían mantenido un gran comportamiento durante los primeros siete meses del año, por lo que no debe extrañar que los inversores se decantaran en un momento dado por las tomas de beneficios, hecho éste que, además, la falta de volumen de actividad, característica del mes de agosto, está aumentado su impacto en las cotizaciones de muchos valores y en los índices.
Centrándonos en el primer argumento, la fortaleza de la economía estadounidense, señalar que las últimas cifras macroeconómicas apuntan a que esta economía, lejos de estar a punto de entrar en recesión como se temía hace sólo un par de meses, se está acelerando. Así, tras haber crecido el PIB estadounidense el 2,0% en términos anualizados en el 1T2023, ha avanzado el 2,4% en el 2T2023 y se estima -según el modelo de seguimiento de la Reserva Federal de Atlanta- que lo está haciendo a una tasa anualizada del 5,8% en el 3T2023. Este hecho aleja de momento la posibilidad de que la Reserva Federal (Fed) se planteé comenzar a revertir las alzas de tipos, y ello a pesar de que el proceso de deflación parece seguir yendo en la buena dirección. Todo ello ha provocado, justificado o no, un fuerte incremento de los tipos de interés de EEUU a largo plazo -la tasa del bono del Tesoro con vencimiento a 10 años marcó la semana pasada su nivel más elevado desde finales de 2007-, algo que también se ha extendido a Europa por “simpatía”. Como suele suceder cuando repuntan los tipos de interés a largo de forma tan brusca, la renta variable ha sido muy penalizada.
Otro de los factores que ha venido lastrando el comportamiento de las bolsas occidentales, especialmente de las europeas, es la constatación de que el crecimiento de la economía de China continúa ralentizándose a marchas forzadas y que las autoridades del país siguen “amagando” con importantes medidas de tipo monetario y fiscal pero no terminan de implementarlas, lo que ha llevado a muchos inversores a descartar que la voluntad del Gobierno de China vaya realmente en esa dirección -está madrugada el Banco Popular de China (PBoC) ha vuelto a “defraudar” al bajar sus tipos de referencia a 1 año menos de lo esperado y al mantener sin cambios, de forma sorpresiva, los a 5 años-. Los inversores “contaban” con que la fuerte recuperación de la economía china tras la reapertura del país tras tres años de confinamientos generalizados fuera a tener un importante impacto en el crecimiento económico global y en los resultados de muchas cotizadas, especialmente de algunas multinacionales europeas, que mantienen una elevada exposición a este mercado, expectativas que cada vez son menores.
Por último, está el factor “tomas de beneficios”, factor que puede considerarse hasta positivo, si bien cuando los mercados corrigen los inversores sufren y muchos adoptan decisiones precipitadas y terminan equivocándose. En ese sentido, cabe señalar que los mercados de valores suelen sufrir correcciones de entre el 5% y el 10% varias veces al año, por lo que la actual, de no ir a más, debe estar pronta a finalizar, al haber sufrido ya muchos de los principales índices bursátiles europeos y estadounidense importantes retrocesos, que entran dentro del mencionado intervalo. El elevado nivel de sobreventa que presentan muchos valores y los índices nos anima a pensar que puede ser así.
No obstante, en la semana que hoy comienza serán los tipos de interés los que vuelvan a centrar la atención de los inversores, teniendo en cuenta que el jueves comienza en Jackson Hole (Wyoming) el simposio anual que organiza la Reserva Federal de Kansas y que este año tiene como objetivo analizar “los cambios estructurales en la economía global”. El viernes está previsto que intervenga en el mismo el presidente de la Fed, Jerome Powell, intervención que los inversores esperan que sirva para poder determinar si el banco central estadounidense da ya por terminado el proceso de alzas de tipos o apunta a que todavía puede haber un incremento adicional, bien en septiembre, algo que los mercados no esperan, o bien en noviembre. Ello dependerá, y es lo que esperamos que diga Powell, de lo que apunten los datos entrantes sobre el comportamiento de la inflación y del mercado laboral estadounidense.
Por lo demás, la semana que hoy comienza presenta citas importantes en el ámbito macroeconómico, con la publicación el miércoles en la Zona Euro, Alemania, Francia, Reino Unido y EEUU de las lecturas preliminares de agosto de los índices de gestores de compra de los sectores de las manufacturas y de los servicios, los PMIs, que servirán para poder comprobar el estado por el que está atravesando la actividad privada en estas economías, así como el jueves de la publicación de las actas de la última reunión del Consejo de Gobierno del BCE, que deben dar pistas sobre las intenciones futuras de la institución en materia de tipos de interés. Por su parte, y en lo que hace referencia a la agenda empresarial, esta semana destaca la publicación el miércoles de los resultados trimestrales de la fabricante de semiconductores estadounidenses NVIDIA (NVDA-US), compañía que está en el foco de atención por su “papel estelar” en todo lo que atañe al desarrollo de la Inteligencia Artificial (AI) y cuyas cifras serán claves para determinar si las expectativas creadas sobre este tema, que se reflejan en las valoraciones exigentes que presentan muchas de las compañías implicadas, son realistas o están algo “infladas”. De cómo recojan los inversores las cifras que presente la compañía puede depender si el Nasdaq Composite reacciona al alza o prosigue corrigiendo.
Para empezar la semana, y en una sesión de escasas referencias macroeconómicas y empresariales, esperamos que hoy las bolsas europeas abran entre planas y/o ligeramente al alza, con algunos inversores aprovechando los recientes fuertes recortes de muchos valores para reposicionar sus carteras. El repunte de los precios de los bonos el viernes debería ayudar a la renta variable. Posteriormente, será el comportamiento de estos últimos activos y de Wall Street lo que determine la tendencia de cierre que adopta la renta variable europea al término de la sesión.