Este jueves se celebran elecciones generales en Reino Unido: en lo que llevamos de 2024, el nivel de M&A ha sido dos veces y media superior al normal

Azad Zangana / Philip Chandler (Schroders) | Aparte de la volatilidad a corto plazo, lo fundamental de las elecciones y la política es pensar en sus posibles implicaciones a largo plazo. En última instancia, las rentabilidades de los activos dependen de la demografía, la innovación tecnológica, la inversión, la inteligencia artificial (IA) o el cambio climático. Esas son las cosas que afectan a los rendimientos a largo plazo. A menudo se observa que la mayoría de las elecciones no tienen un gran impacto en los motores de rentabilidad a largo plazo, pero pueden crear una volatilidad a corto plazo que debemos tener en cuenta.

Si nos fijamos en la oportunidad de valoración y en la calidad de las empresas británicas, estaríamos comprando todo el día si no supiéramos que son británicas. Hay empresas británicas con exactamente las mismas perspectivas de rentabilidad y crecimiento que sus homólogas estadounidenses, pero las británicas tienen un precio más barato. Pues bien, si los inversores del mercado público no pagan, alguien sacará estas empresas baratas. En lo que llevamos de año, hemos asistido a un nivel de fusiones y adquisiciones en el Reino Unido dos veces y media superior al normal. Las primas de las ofertas son del orden del 40%. Así que tal vez sea hora de que el Reino Unido sea visto como el mercado de alta calidad que es. Londres ha recuperado su corona de París como mayor mercado de renta variable de Europa, otra señal quizá de la mejora de las perspectivas para la renta variable británica.

La defensa ha sido uno de los sectores más pujantes del Reino Unido, que pisa fuerte en este ámbito. El acuerdo AUKUS entre Estados Unidos, Australia y el Reino Unido demuestra el poder de la defensa y la tecnología británicas. Entendemos la defensa como empresas tecnológicas de bajo coste, en las que se puede ver mucho uso dual, es decir, tanto uso comercial como militar».

El Reino Unido cuenta con una muy buena selección de empresas británicas de defensa de mediana capitalización que están consiguiendo contratos bastante importantes. Aunque su historia ha sido un poco irregular en términos de ampliación, el Reino Unido tiene una historia STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) muy sólida; no hay que olvidar que fue la cuna de internet.