El comportamiento de BBVA está sostenido por un buen ratio de eficiencia y una gestión del riesgo conservadora: Sobreponderar

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Santander Corporate & Investment | El viernes pasado Moody’s confirmó el rating A3 de BBVA (A3 e, A e, A- e) y mantuvo su outlook estable. Según Moody’s, los motivos para confirmar el rating reflejan «la fortaleza de su modelo de negocio respaldado por la diversificación geográfica en mercados con distintos ciclos de crédito y de tipos y por su mix de negocios, muy orientado a la banca minorista y comercial, que da como resultado una generación sostenible de beneficios y baja volatilidad de beneficios a lo largo del ciclo».

Moody’s también destacó que si bien «los mayores tipos de interés en un contexto de presión inflacionista y crecimiento económico menor de lo previsto también erosionarán el poder adquisitivo de las familias y los márgenes corporativos en todas las geografías, la acumulación de préstamos problemáticos previsiblemente se mantendrá contenida para el grupo». La agencia de calificación también declaró que «el deterioro previsto se medirá en términos del incremento en el ratio de cobertura de BBVA» y que «de forma similar a sus homólogos, los ratios de calidad de los activos de BBVA han sido mucho más sólidos de lo previsto inicialmente», mientras que «el coste del riesgo podría aumentar pero no de forma significativa según el supuesto central de Moody’s». La agencia también tiene en cuenta que «los niveles de solvencia de BBVA han mejorado de forma constante en los últimos años», apoyados por «una fuerte generación interna de capital y beneficiados por las considerables plusvalías por la venta de su unidad estadounidense en 2021″ y a pesar de «una estrategia de remuneración para el accionista más atractiva consistente en programas de recompra de acciones y en una política de mayor payout de dividendos».

Por último, también refleja «la consolidada política de financiación descentralizada de BBVA, con canales de financiación autosuficientes y diversificados en cada una de las filiales del grupo. Sus amplios colchones de liquidez y acceso al mercado, y su financiación bien diversificado por tipos de instrumento, inversor, mercado y divisa, mitigan los riesgos inherentes asociados a su exposición relativamente alta a financiación mayorista sensible a la confianza a nivel de la matriz». El outlook estable refleja la opinión de la agencia de que «la rentabilidad de BBVA por encima de la media y su sólido perfil de riesgo seguirán respaldando el crédito del banco en un entorno de inflación elevada y menor crecimiento de lo previsto inicialmente en los principales mercados del grupo.» al mismo tiempo que «asume la estructura del pasivo y la probabilidad de que el apoyo gubernamental se mantendrán prácticamente sin cambios».

Opinión de Research: 

En línea con los factores señalados por Moody’s en la confirmación del rating de BBVA, nuestra recomendación de Sobreponderar también se apoya en la fortaleza del modelo de negocio del banco respaldada por una estrategia dirigida, con franquicias sólidas en banca comercial en la mayoría de las geografías en las que opera, al igual que gran diversificación geográfica en banca minorista que, en general, es comparativamente predecible y tiene perfil de bajo riesgo. Aparte del impacto positivo en sus operaciones europeas del impulso cíclico a la rentabilidad por los tipos más altos, consideramos que el comportamiento de BBVA está sostenido por un buen ratio de eficiencia, que consideramos una ventaja competitiva. Nuestra recomendación también refleja nuestra opinión de que la gestión del riesgo de crédito de BBVA es conservadora y que da como resultado unos ratios de calidad de los activos comparativamente robustos. Consideramos que estas fortalezas crediticias ayudan a BBVA a afrontar las posibles peores condiciones económicas y operativas en algunos de sus mercados principales desde una posición sólida. No obstante, y si bien no vemos los niveles de solvencia de BBVA como una debilidad, sí creemos que las tendencias recientes en core capital conducen a una solvencia más ajustada, en contraste con el análisis de Moody’s. En nuestra opinión, la gestión de la solvencia con una bajada relativamente rápida de los ratios de capital desde la venta de las operaciones estadounidenses y una política de retorno para el accionista más agresiva apuntan a un alejamiento de la gestión financiera históricamente conservadora del banco, que considerábamos una fortaleza relativa para el crédito.

Según declaraciones del banco desde la venta de sus operaciones estadounidenses, su política de capital sigue siendo emplear todo exceso de capital por encima del su objetivo CET1 de 11,55-12% bien en crecimiento orgánico rentable bien en remuneración a los accionistas. Si bien reconocemos que BBVA se mantiene por encima de su objetivo de un ratio CET1 en la horquilla del 11,5-12%, cabe señalar que el ratio FL CET1 a cierre de junio de 2023 fue del 12,99%, que consideramos algo más ajustado que el de algunos de sus homólogos europeos, en contraste con el 13,18% a septiembre de 2021 justo después de la recompra de acciones que llevó a cabo tras deshacerse de sus actividades estadounidenses (operación que había elevado su ratio CET1 FL hasta 14,17% a junio de 2021). También tenemos en cuenta como elemento de contrapeso a las fortalezas crediticias de BBVA el mayor riesgo en algunos de sus mercados principales, sobre todo su mayor exposición a Turquía.