La economía estadounidense crece, pero ¿a qué precio?

Economia de EEUU

Morgan Stanley | Con el lockdown, el riesgo principal al que las compañías tuvieron que enfrentarse fue cómo sobrevivir al mayor shock macro en 90 años. El trimestre pasado, y solo nueve meses después del mínimo de la recesión, la economía americana superó el nivel pre Covid y los beneficios volvieron al pico incluso más rápido. Ahora, con la recuperación económica en plenitud, las compañías e inversores se hacen preguntas muy distintas:

1.- Demanda acumulada: ¿Cómo gastarán los consumidores el dinero? ¿Se mantendrá elevado el ritmo de compras de bienes del año pasado o veremos un cambio en el gasto hacia experiencias?  ¿Habrá demanda suficiente para ambas cosas? Según M. Wilson, a medida que dejemos atrás los cheques de estímulo y los subsidios por desempleo, los consumidores se verán forzados a tomar decisiones. Eso significa rotación de bienes a servicios.

2.- Costes: las compañías se enfrentan a escasez en las cadenas de suministro y con ello a mayores costes. La mayoría de inversores es consciente del repunte de precios de determinados materiales como madera, cobre o semis, pero lo ven como algo temporal o transitorio… y que a medida que la oferta se ajuste, volveremos al patrón normal de mercados de commodities. No lo vemos tan claro pero sí creemos que algunos precios de commodities se normalizarán en los casos donde la oferta puede ajustarse más rápido. Por otro lado, hay un riesgo a que el repunte de costes laborales sea más estructural debido a que el lockdown ha afectado a la oferta de mano de obra de una forma que no será fácil de solucionar:

a) Muchos trabajadores se han cambiado a nuevos puestos, haciendo que la escasez de trabajadores pueda ser más persistente de lo normal, especialmente en hoteles/viajes/ocio, donde la demanda está rebotando más,

b) Los subsidios por desempleo y cheques ha dado a muchos la excusa para no volver reincorporarse al mercado o apuntarse a formación para su carrera profesional, y

c) gracias al aumento en los precios de activos, incluyendo el inmobiliario, algunos trabajadores de mayor edad están decidiendo retirarse antes de lo planeado.

Todos estos factores sugieren que hay menos slack en la fuerza laboral de lo normal en esta fase de recuperación. De hecho, los payrolls en agregado están muy por encima de los niveles pre-covid aunque los payrolls totales siguen por debajo, sugiriendo mayores costes laborales a medida que reabren y menor rentabilidad.

Además, está en marcha un cambio político hacia una mayor igualdad social, aumentando la presión en compañías a pagar mayores salarios. Esta tendencia empezó en 2015 con la iniciativa de aumentar el salario mínimo. Desde ese momento, los salarios mínimos en muchos estados han aumentado un 50% o más. A nivel federal se han propuestos aumentos incluso mayores.

Sin embargo, cuando se ajusta por inflación, los salarios mínimos reales han caído un 40% desde los máximos de finales de los 60. Eso sugiere que aún hay un largo camino antes de que los gobernantes se queden satisfechos.

Por último, la globalización, la subcontratación de la producción y los costes laborales han ido de la mano los últimos 25 anos. La pandemia ha mostrado como el modelo de la subcontratación es vulnerable cuando la oferta se compromete, haciendo que muchas compañías revisen la idea de traer negocio de vuelta … lo que provocaría incluso mayores costes. En resumen, la economía americana está booming, pero esto ya lo sabemos todos y el mercado lo refleja. Lo que no está tan claro ya es a qué precio se produce ese crecimiento. Mayores costes significan menores beneficios, otra de las razones por las que el rango del equity se ha estado reduciendo, lo que también apoya el call de Mike de que el mercado se tomará un respiro este verano.