Ana Racionero (Intermoney) | A pesar de que las nóminas no agrícolas estadounidenses publicadas el pasado viernes, y que prácticamente duplicaban las estimaciones, provocaban ventas de bonos, haciendo que éstos cerraran a la baja, hoy los encontrábamos a la apertura a niveles muy superiores a los del cierre con motivo del movimiento de “fly to quality” que se originaba este fin de semana ante el terrible ataque de Hamás a Israel y la declaración del estado de guerra por parte de este último, complicando más aún el ya más que revuelto panorama geopolítico. Este movimiento de búsqueda de seguridad premiaba, de entre los bonos, a los UST frente a los europeos, y, de entre estos últimos, a los bonos “core” frente a los periféricos, lo que se traducía en una ampliación considerable de las primas de riesgo, especialmente la italiana, y del “Atlantic Spread”. De entre las divisas, el gran beneficiado, una vez más, resultaba el billete verde, aunque otras divisas que han actuado habitualmente como refugio, como el yen, últimamente tan denostado, también salían favorecidas. El precio del petróleo subía más de un 5% ante el temor a una mayor escasez como consecuencia de la creciente desestabilización de Oriente Medio, mientras que las acciones se desplomaban, con algunas salvedades, como las de los sectores de defensa o energético.
China reabría su mercado después de una semana de cierre con motivo de la Semana Dorada y sus bolsas abrían a la baja, ya que el gasto durante las vacaciones no llegaba a alcanzar las expectativas oficiales. Los mercados de Japón, Corea del Sur y Taiwán permanecían cerrados y Hong Kong cancelaba sus operaciones matinales por un tifón.
Ayer Lagarde, en el seno de la cumbre del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial que se está celebrando en Marrakech, se mostraba confiada en que la política del BCE consiga devolver la inflación a su objetivo. Visco expresaba su preocupación respecto al reciente repunte de los costes de endeudamiento de su país y su tasa de crecimiento potencial a largo plazo, que han dado lugar a una notable ampliación de su prima de riesgo, ya ha pasado del nivel clave de los 200 pb y va en aumento debido a los planes de gasto de Giorgia Meloni. Kazaks declaraba hoy que se podría contar actualmente con que el BCE pueda hacer una pausa, pero que cualquier futura subida de tipos sería, en todo caso, pequeña, ya que la rápida subida de los tipos de interés habría quedado atrás, y que los recortes podrán comenzar cuando las perspectivas de inflación sean permanentemente inferiores al 2%. Knot comentaba que el elevado precio del crudo, fruto del conflicto israelí-palestino, podría representar un nuevo “shock” para la inflación. De Guindos intervenía diciendo que el crecimiento económico de la zona euro probablemente será cercano a cero en la segunda mitad del año, que las futuras decisiones sobre tipos dependerán de los datos, y que el BCE deberá mantener la prudencia con la vista puesta en el petróleo y los salarios. De Cos, que una parte significativa de la transmisión (de las subidas de tipos) estaría aún por llegar. Las únicas cifras que destacar hoy en Europa eran la producción industrial alemana, que en agosto descendía un -0.2% respecto de julio, una décima más de lo previsto, y un -2% en términos interanuales, frente al -1.5% esperado, en su cuarto mes consecutivo de contracción. La confianza del inversor Sentix de la Eurozona retrocedía a – 21.9, mejorando el -24 que anticipaban las encuestas. La Unión Europea anunciaba el sindicado mañana de un nuevo bono a 20 años con vencimiento el 4/04/2044 por un importe de 4000 millones de euros, junto con la reapertura, por un importe de 2000 millones de euros, de la referencia EU 2.75% 5/10/2026.
Con el mercado estadounidense hoy cerrado por la festividad de “Columbus Day”, Logan de la FED, al igual que su colega Mary el pasado jueves, decía que las mayores rentabilidades podrían reducir la necesidad de más subidas de tipos. Hildebrand, vicepresidente de Blackrock, decía en una entrevista que probablemente nos encontremos cerca de los tipos máximos, pero que la estanflación y por tanto los tipos altos persistirán, y afirmaba que las reuniones del FMI deberían centrarse en el nuevo orden económico, donde los bancos centrales tienen menos margen de maniobra y el orden mundial geopolítico está cada vez más fragmentado e implica una prima de riesgo mucho más alta que en el pasado. El miércoles conoceremos el dato de IPC americano de septiembre, que aportará información acerca del próximo movimiento por parte de la FED en su reunión de noviembre, y a lo largo de la semana irán viendo la luz los resultados empresariales, que, según los analistas, se enfrentan a una oleada de advertencias de beneficios provocadas por el descenso del gasto de los consumidores que podrían hacer tambalearse a la renta variable. Difícil papeleta también la de los operadores de renta fija, ya que la subida de los bonos derivada de la búsqueda de seguridad podría dejarlos desprotegidos frente a la eventualidad de que una intensificación del conflicto haga subir los precios del petróleo y con ello la inflación.
El WTI, que durante la jornada llegaba a escalar por encima de los 87 USD, al cierre de estas líneas había retrocedido hasta los 86.35 USD por barril. El gas natural europeo también se encarecía por una fuga en un gasoducto en el Báltico y la subida del petróleo.
El movimiento de “steepening” de las curvas continúa, hasta el punto de que le inversión de la curva 2s10s americana llegaba a reducirse a 25 pb, su nivel más bajo en casi un año, después de haber llegado a alcanzar, con 110.9 pb en marzo, máximos desde principios de los años 80.