Estamos entrando en una forma de estanflación

Ana Racionero (Intermoney) | Durante la sesión americana de ayer, las buenas subastas de deuda a tres años apoyaban el avance de los UST, a pesar de estar programada esta tarde otra a 10 años por un importe de 40000 millones de USD, y mañana, una adicional a 30 años con un objetivo de colocación de 24000 millones de USD. En el caso de las letras, el apetito inversor parece insaciable, a pesar de las emisiones de récord del Tesoro americano, y entre los fondos de mercado monetario y los fondos institucionales de dinero real, la demanda está siendo suficiente como para absorber sin problema las subastas de T-bills, que ya ascienden a 1760000 millones de USD y cuya mayor parte se ha emitido después de la suspensión del techo de deuda en junio. Esta gran demanda por las letras hacía descender el uso de la facilidad de repo inverso de la FED a mínimos desde agosto de 2021, ya que los inversores retiran efectivo de éste para financiar las compras de letras, por las que reciben un tipo de interés superior. A pesar de los comentarios en tono “hawkish” de diversos miembros de la FED, el S&P cerraba en positivo por séptimo día consecutivo gracias a las grandes tecnológicas en la que resultaba su racha más larga de ganancias en dos años. El USD avanzaba por segundo día consecutivo. En Europa, el primer ministro portugués, António Costa, dimitía, lastrando a los PGBs. El FMI advertía al BCE de que en Europa aún se necesitan tipos altos, ya que los salarios suponen un riesgo al alza para las perspectivas de inflación, y, aunque no prevé para la Eurozona una profunda recesión, sí anticipa un crecimiento modesto para el año próximo.

Alemania publicaba hoy su lectura final de IPC de octubre, que confirmaba el -0.2% de la armonizada mensual y el 3% de la anual. Las ventas minoristas italianas permanecían en septiembre en terreno negativo con un -0.3%, vs 0.1% esperado, y las de la Eurozona subían del -1.2 al -0.3% vs -0.2%. La balanza comercial francesa caía a -8917 millones de euros. La encuesta del BCE a los consumidores sobre expectativas de inflación elevaba las perspectivas de IPC a un año del 3.5% anterior hasta el 4%, aunque a tres años las mantenía al 2.5%. Aunque el foco hoy estaba puesto en las declaraciones de diferentes miembros del BCE, los cuales, una vez más, se veían obligados a salir a desmentir las expectativas del mercado de próximos recortes de tipos y a recitar su mantra de “tipos más altos durante más tiempo”. Kazaks decía que mantendrán tipos para que la inflación siga cayendo y no los recortarán hasta que esté claro que la inflación ha sido abatida, e incluso no se podría excluir la necesidad de subirlos. Wunsch comentaba que el endurecimiento de los tipos ha estado haciendo su trabajo, pero que los riesgos de inflación continúan al alza, y que estamos entrando en una forma de estanflación. Lane declaraba que el reciente descenso de la inflación no resulta muy reconfortante. Makhlouf mostraba su determinación de devolver la inflación al 2%, y añadía que sería demasiado pronto para empezar a hablar de bajadas de tipos y también para descartar subidas adicionales. Vujcic decía que hasta 2025 no descenderá la inflación a su objetivo, y que la última milla en la lucha contra la inflación será la más dura. Nagel, que no le gusta este debate de cuándo bajarán los tipos, ya que no ayuda con la inflación a estos niveles; que es demasiado pronto para hablar de rebajas tipos, y que el BCE discutirá la reducción del PEPP, aunque aún no se sabe cuándo.

Bailey, del BOE, también abogaba por mantener los tipos altos para frenar la inflación, ya que sería demasiado pronto para hablar de bajadas.

En E.E. U.U., el foco también se encontraba hoy puesto en las comparecencias de distintos miembros de la FED, incluido Jerome Powell, quien finalmente eludía hacer comentarios sobre las perspectivas de tipos y se limitaba a exhortar al banco central a ir más allá de las complejas simulaciones matemáticas para predecir la economía. La gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook, advertía de que el empeoramiento de las tensiones geopolíticas podría aumentar la inflación. La renta variable se mantenía en positivo y la rentabilidad a diez años bajaba del 4.55%, después de haber pasado del 5.02% en octubre. La lectura final de los inventarios mayoristas de septiembre era revisada al alza al 0.2%, y las ventas al por mayor del mismo periodo ascendían al 2.2%, en lugar de descender al 0.9% como estimaban las encuestas.

En cuanto al petróleo, el WTI caía por debajo de los 77 USD por barril hasta mínimos de tres meses por las malas perspectivas sobre la demanda, a las que se unía un informe del gobierno estadounidense que prevé que la demanda de gasolina en el país caiga a mínimos de 20 años.