¿Cambio de perspectivas en China?

Lazard | La confianza en las perspectivas económicas de China ha empezado a recuperarse a medida que las medidas de estímulo comienzan a cobrar fuerza. El sentimiento tras el rápido desvanecimiento del esperado rebote de la reapertura había alcanzado “niveles insosteniblemente bajos” pero, con suficientes estímulos, la economía “suele responder”, opina Ronald Temple, estratega jefe de mercado de Lazard. Espera que los datos mejoren en los próximos meses, pero también advierte de que los problemas del sector inmobiliario siguen siendo un lastre importante para la confianza de los consumidores y el crecimiento.

Los datos publicados la semana pasada mejores de lo previsto (PIB del tercer trimestre, así como ventas minoristas y producción industrial de septiembre) ofrecen una idea de cómo podría evolucionar la situación en los próximos trimestres, con una estabilización en toda una serie de indicadores. Temple observa, sin embargo, que hay algo que no encaja en los datos: que la inversión inmobiliaria haya disminuido un 9% interanual y el PIB siga creciendo a un ritmo del 5%. “Esto es una sorpresa porque el sector inmobiliario representa entre el 15% (la estimación más conservadora) y el 30% (incluida toda la gama de servicios inmobiliarios asociados, como la financiación) del PIB de China. Si en torno al 22,5% del PIB se contrae alrededor del 9%, esto supondría un lastre de casi 200 puntos básicos en el PIB global que no se ha hecho evidente en los datos oficiales”, explica. 

La buena noticia relacionada con el sector inmobiliario, “desde un punto de vista menos sospechoso”, es que las nuevas construcciones y las ventas han descendido tan bruscamente que China podría estar acercándose a niveles de nueva construcción normalizados, comenta. “De ser así, la rémora de la construcción para el crecimiento podría desvanecerse en los próximos uno o dos años, a medida que el desarrollo se estabilice en un nuevo nivel de base más bajo. Sin embargo, en ausencia de la misma escala de desarrollo inmobiliario, espero que el crecimiento del PIB de China se desacelere de los niveles históricos del 5-6% a algo más cercano al 3% en los próximos años”, sostiene.

Resiliencia en EEUU

De los indicadores macroeconómicos de las mayores economías del mundo difundidos también la semana pasada, el estratega de Lazard destaca en EEUU el aumento mayor de lo previsto de las ventas minoristas de septiembre y la caída de las peticiones semanales de subsidio por desempleo por debajo de las 200.000 por primera vez desde enero. “La fortaleza del mercado laboral estadounidense sugiere que el gasto de los consumidores puede mantenerse”, dice.

En Japón destaca que Rengo, el mayor sindicato del país, anunció un objetivo de aumento salarial de “más del 5%” para las negociaciones que se prolongarán hasta los primeros meses de 2024. El objetivo del año pasado era de «alrededor del 5%» y finalmente se tradujo en un aumento salarial del 3,58%. Para Temple, esta noticia refuerza la confianza en que la inflación se mantendrá, lo que podría significar una salida más temprana de los tipos de interés negativos por parte del Banco de Japón. 

Y en Reino Unido apunta a que tanto el IPC subyacente como la inflación de los servicios superaron las expectativas, con una subida interanual del 6,1% y el 6,9%, respectivamente. “El próximo mes, es probable que el IPC del Reino Unido descienda sustancialmente debido a que las fuertes subidas de los precios de los servicios públicos a partir de octubre de 2022 quedarán fuera del cálculo. Con un crecimiento salarial que sigue en torno al 8% interanual y una inflación de los servicios que se mantiene estable, el Banco de Inglaterra sigue estando en una posición difícil, aunque los mercados sólo conceden un 46% de probabilidades a una última subida de tipos en el primer trimestre de 2024”, argumenta.

Indicadores en el foco

Respecto a los datos que se publican esta semana, Temple espera una ligera mejora de los índices PMI de la eurozona y Reino Unido, y un debilitamiento de los mismos indicadores en EEUU. Recuerda que las expectativas de crecimiento del PIB del tercer trimestre en EEUU (cuya lectura adelantada se conocerá el jueves) no han dejado de aumentar a lo largo de los últimos meses gracias a la resistencia actual: el consenso pronostica un incremento del 4,3% anualizado frente al 2,1% del trimestre anterior. En relación a la reunión del BCE del mismo día, de la que los mercados no esperan cambios en los tipos de interés, el experto de Lazard cree que es probable que el BCE discuta los planes de reinversión de bonos en el marco del Programa de Compras de Emergencia (PEPP) sin anunciar ninguna decisión definitiva.

Expone, finalmente, que se espera que el deflactor subyacente del IPC, que se hará público el viernes, aumentará al 0,2% intermensual (frente al 0,1%) y caerá al 3,7% interanual (frente al 3,9%). El deflactor del PCE será el último dato importante antes de la reunión del Fed del 1 de noviembre: los mercados actualmente una probabilidad de menos del 2% a una subida de tipos en esa cita.