Paolo Zanghieri (Generali AM) | Con los primeros datos del segundo trimestre apuntando a una leve desaceleración de la actividad y a una desinflación dolorosamente lenta, el miércoles la Fed debería imprimir un sesgo de endurecimiento (hawkish) a su postura, sin descartar un inicio de recortes de tipos en el segundo semestre.
En las últimas semanas, los miembros del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) han pedido más paciencia en la flexibilización, lo que probablemente se traducirá en una revisión al alza de la mediana del nivel apropiado para finales de año del tipo de los fondos federales.
Nuestra hipótesis de base sigue siendo la de dos recortes de tipos (en septiembre y diciembre), con un solo recorte como segundo escenario más probable. Más importante para los tipos a largo plazo, es probable que el FOMC siga revisando al alza su estimación del tipo de interés neutral a largo plazo, un indicador del nivel en el que se detendrá el ciclo de relajación. La mediana actual del 2,6%, que corresponde a un tipo real del 0,6%, es muy inferior a lo que piensa la mayoría de los analistas: las aproximaciones basadas en el mercado son coherentes con un tipo superior al 3%. La tasa neutral aumentará sobre todo debido al incremento de la oferta neta de bonos del Tesoro.
El aumento constante de la emisión de deuda federal hará que disminuyan las tenencias de bonos del Tesoro por parte de la Reserva Federal y la demanda por parte de los mercados emergentes, que tienden a diversificar sus reservas de divisas alejándolas del USD.