La oferta de BBVA sobre Sabadell refleja las sólidas perspectivas del sector bancario español

Carola Saldias, analista de instituciones financieras de Scope Ratings

Carola Saldias Castillo (Scope Ratings) | La determinación de BBVA de lanzarse a por el Banco Sabadell y la confianza de Sabadell en su estrategia independiente corroboran nuestra visión del favorable entorno bancario en España, que se consolida como un mercado atractivo para desplegar capital.   

Se espera que el proceso dure entre seis y ocho meses y el resultado está lejos de estar claro, ya que BBVA necesita primero la aprobación de las autoridades reguladoras y después que un mínimo del 50,01% de los accionistas de Sabadell acepten la oferta.   

La oferta de BBVA refleja su deseo de crecer en España, donde el fuerte impulso económico está creando un atractivo perfil de riesgo-rentabilidad para los préstamos comerciales y minoristas. Las perspectivas de crecimiento en España (A-/Positivo) se sitúan por encima de la media de la zona del euro, mientras que la mejora de la dinámica del mercado laboral respalda las tendencias de calidad de los activos. La mejora de las condiciones económicas no sólo ha beneficiado a los grandes bancos, sino también a los regionales, cuya rentabilidad había quedado rezagada en la recuperación posterior a la crisis financiera mundial.   

Una fusión BBVA-Sabadell reconfiguraría el panorama competitivo de la banca en España, permitiendo a BBVA acortar distancias con su histórico rival, Santander, y reducir el número de actores de segundo nivel, dejando un entorno competitivo con tres gigantes de la banca que controlan cerca del 65% del mercado, junto con una serie de entidades más pequeñas con cuotas de mercado de un solo dígito, franquicias geográficas limitadas, pero con una presencia relevante en sus respectivos segmentos nicho. 

El encaje estratégico de una operación BBVA-Sabadell sería inigualable en España y aún más evidente que las transacciones transfronterizas, recientemente defendidas por el presidente francés Emmanuel Macron, donde las diferencias idiosincrásicas plantean retos materiales y las sinergias de costes tienden a ser más limitadas.   

Una fusión BBVA-Sabadell ofrece varias ventajas estratégicas de modelo de negocio para BBVA: mayor poder de fijación de precios, una franquicia nacional más completa que combina la fortaleza de BBVA en el sector minorista con el enfoque de Sabadell en las pymes, un mayor presupuesto para desplegar en capacidades digitales y ESG, una división geográfica más equilibrada entre mercados desarrollados y en desarrollo, y oportunidades significativas de sinergias de costes derivadas del solapamiento de las redes de distribución. El potencial de mayor rentabilidad, respaldado por las sinergias de costes previstas, hace que la adquisición resulte atractiva para los accionistas.   

Sin embargo, la preferencia inicial del consejo del Sabadell por actuar en solitario demuestra su confianza en la capacidad del equipo directivo para cumplir su plan estratégico. La incapacidad de las dos partes para llegar inicialmente a un acuerdo en términos amistosos recuerda que, a menos que un banco esté en dificultades, la diferencia entre el valor percibido por el vendedor y la voluntad del comprador de pagar puede ser mayor que el potencial de creación de valor a través de una fusión.   

A pesar de la significativa subida de la cotización de Sabadell desde principios de año, el rechazo de la oferta fue un claro indicio, al menos a los ojos del consejo de administración de Sabadell, de que la valoración de algo menos de 0,7 veces el valor contable propuesta por BBVA no reflejaba el potencial independiente del banco. Tras la publicación de los resultados del primer trimestre de 2024, la dirección ve un importante aumento de la rentabilidad. Desde un beneficio neto de 1.300 millones de euros y un ROTE del 11,5% en 2023, la dirección ha elevado recientemente sus previsiones de ROTE para 2024 por encima del 12%, con expectativas de nuevas mejoras para 2025. 

La rentabilidad del Sabadell, un banco comercial tradicional centrado principalmente en el mercado nacional (aunque también posee el TSB Bank del Reino Unido), se ha visto impulsada por el entorno favorable de los tipos de interés, una tendencia que ha beneficiado a muchos bancos europeos. La rentabilidad ha sorprendido sistemáticamente al alza sobre todo por un aumento constante de los márgenes debido al gran componente de préstamos a PYMEs a tipo variable del banco, así como por unos precios de los depósitos más firmes de lo previsto inicialmente.   

No es necesario llegar a un acuerdo a toda costa. Manteniendo su oferta inicial y presentándola directamente a los accionistas de Sabadell, BBVA ha mostrado disciplina financiera, pero no necesita un acuerdo a toda costa, especialmente teniendo en cuenta las recientes preocupaciones del Gobierno sobre la fusión.   

El modelo de negocio de BBVA es resistente y está bien probado, con un perfil de riesgo-rentabilidad bien equilibrado que combina exposiciones en mercados emergentes y desarrollados. Esto le permite desplegar estratégicamente capital adicional en España, mejorando la estabilidad y previsibilidad de los resultados del grupo y reduciendo la volatilidad potencial de las diferentes dinámicas de crecimiento en su exposición a los mercados emergentes, que inclinan el perfil de riesgo e ingresos a nivel de grupo.   

En caso de que la oferta no prospere, el modelo de negocio de BBVA es lo suficientemente sólido como para aumentar su presencia en España a través del crecimiento orgánico, aunque esto lleve tiempo, mientras continúa expandiendo su presencia en los mercados emergentes a través de canales digitales.