James Bullard espera una primera subida de los tipos de interés a finales de 2022, aunque la expectativa ‘media’ del FOMC es para finales de 2023

Reserva Federal

Link Securities | El presidente de la Reserva Federal de Saint Louis, James Bullard, dijo el viernes en una entrevista que espera una primera subida de los tipos de interés oficiales a finales de 2022 debido a que la inflación va a repuntar más de lo inicialmente previsto. En ese sentido, cabe recordar que en la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) de la semana pasada, solo 7 de los 18 miembros del mismo apostaron por un alza de los tipos oficiales en 2022, uno de ellos Bullard, según declaró él mismo el viernes. Así, la expectativa “media” del FOMC es que esta alza no se produzca hasta finales de 2023.

En sus declaraciones, Bullard dijo también que el “movimiento” del FOMC de la semana pasada indica claramente que sus miembros están a favor de una política monetaria más restrictiva de la que ha prevalecido desde el inicio de la pandemia.

Según dijo, estaban esperando un buen ejercicio, una buena reapertura de la economía, pero que este año está siendo mejor de lo por ellos esperado, con una mayor inflación de la prevista. Es por ello, señaló, que piensa que es natural que el FOMC gire hacia una posición más restrictiva en materia de política monetaria para contener las presiones inflacionistas.

Opinión del equipo de análisis de Link Securities:

Si bien es complicado y arriesgado sacar conclusiones del comportamiento de los mercados de renta variable en un día de cuádruple vencimiento (triple vencimiento en EEUU) como el del pasado viernes, sí creemos que las declaraciones de Bullard tuvieron repercusiones, no sólo en la evolución durante la sesión de las bolsas, sino también en los mercados de renta fija, divisas y materias primas.

Así, y siguiendo un determinado orden para tratar de explicar estos movimientos, cabe señalar que el dólar, que desde la reunión del FOMC se había venido revalorizando, subió con fuerza el viernes con relación a las otras principales divisas, alcanzando su nivel más alto en varios meses. Ello provocó un nuevo retroceso de los precios de muchas materias primas, con excepción del del crudo, que está a otra cosa, activos que ya de por sí mostraban una gran debilidad técnica.

Este hecho volvió a arrastrar a la baja las cotizaciones de las compañías mineras y de las relacionadas con las materias primas minerales en las bolsas europeas y estadounidenses, muchos de los cuales han entrado en fase correctiva, tras ceder más del 10% desde sus recientes máximos. Creemos que pueden surgir interesantes oportunidades de inversión en este sector de continuar los valores corrigiendo en el corto plazo.

En lo que hace referencia al mercado de renta fija, fue curioso, y difícil de explicar a la vez, como en el mercado estadounidense los rendimientos de los bonos a corto plazo repuntaron, tras caer el precio de estos activos, algo esperable tras las declaraciones de Bullard, mientras que los de los bonos a más largo plazo descendieron con fuerza, tras la revalorización de los precios de los mismos, lo que provocó a su vez que la curva de tipos perdiera inclinación -este hecho perjudica mucho al negocio bancario, lo que propició un duro castigo a los valores del sector en bolsa-.

No terminamos de entender bien este último movimiento a no ser que: (i) en un día de reducción de posiciones de riesgo los inversores apostaran por los bonos a largo plazo, que suelen actuar como refugio; y (ii) que la nueva caída de los precios de las materias primas y el repunte del dólar, que abarata las importaciones estadounidenses, hiciera pensar a algunos inversores que el repunte de la inflación será menor de lo esperado. Esta última explicación no nos cuadra, si tenemos en cuenta que el resto de activos estaba descontando un alza de tipos oficiales anterior a lo previsto.

Por último, y en lo que hace referencia a los mercados de renta variable europeos y estadounidenses, todos los sectores cerraron el viernes en negativo, sin que se pueda determinar una pauta concreta, ya que tanto los que se ven favorecidos por la inflación, como los más sensibles a las alzas de tipos, los defensivos y los cíclicos, los de “valor” y los de “crecimiento”, cedieron posiciones en una sesión en la que los inversores optaron claramente por reducir sus posiciones de riesgo y/o por realizar beneficios.