El PIB de China cae (+0,8% vs +2,2% en 1T23) y apunta a una desaceleración mayor de la esperada

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Renta 4 | Apertura a la baja (futuros Eurostoxx -0,6%, futuros S&P -0,1%), con el trasfondo de unos datos en China que apuntan a una desaceleración mayor de la esperada en el consumo privado en junio (ventas minoristas +3,1% i.a. vs +3,3%e y +12,7% anterior), aunque con la producción industrial aguantando algo mejor (+4,4% i.a. vs +2,5%e y +3,5% previo). Por su parte, el PIB del 2T23 crece con fuerza en términos interanuales, consecuencia de un efecto base comparativo con un 2T22 afectado por los confinamientos, aunque lo hace por debajo de lo esperado (+6,3% vs +7,1%e vs +4,5% en 1T) y mostrando una clara desaceleración en términos intertrimestrales (+0,8% vs +2,2% en 1T23). Los datos han sido recibidos con caídas en la bolsa china (-1%), mientras que la desaceleración por el lado del consumo hace presagiar nuevos estímulos económicos.

La semana pasada se saldó con subidas en las bolsas, caídas en las TIRes y depreciación del dólar hasta 1,12 vs euro al calor de la moderación del IPC en Estados Unidos. Sin embargo, el viernes conocimos la confianza consumidora de la Universidad de Michigan preliminar de julio, que aumentó más de lo esperado, tanto en el componente de situación actual como en el de expectativas, haciendo repuntar de nuevo la previsión de inflación de los consumidores (3,4% a un año vs 3,1%e y 3,3% anterior) y recordando que la Fed no puede cantar aún victoria sobre el control de la inflación. Con el dato del viernes, la TIR del T-bond +7 pb tras recortar 30 pb en los primeros cuatro días de la semana.

El viernes también se dio el pistoletazo de salida de la temporada de resultados de 2T23 con la banca de inversión americana, con las cifras superando las estimaciones apoyadas en un mayor margen de intereses y revisión al alza para 2023, si bien en el otro lado de la balanza estaría una normalización del crédito y mayores requisitos regulatorios. La respuesta en cotizaciones, ante un discurso cauto en las conferencias de resultados: plana en JP Morgan y Wells Fargo, mientras que Citigroup -4%.

Esta semana, y a la espera de las próximas reuniones de los Bancos Centrales (FED 26 julio y BCE 27 de julio), estaremos pendientes de nuevos datos tanto de actividad como de inflación. En Estados Unidos, atentos a la encuesta manufacturera de NY de julio, ventas minoristas y producción industrial de junio, así como varios datos del mercado de la vivienda (permisos de construcción, viviendas nuevas, etc.) del mismo mes. Desde el lado de los precios, atención a datos de inflación de junio en Reino Unido (aún muy elevada, 7,1%e i.a. subyacente) y Japón, y la confirmación de los finales en la Eurozona. Merece especial atención el dato de IPC de Japón, que de continuar elevado (+4,2%e i.a. subyacente) podría aumentar las expectativas de un cambio en la política monetaria nipona. Por último, mencionar las balanzas comerciales de España de mayo y de Japón de junio, así como el índice de precios a la producción en Alemania de junio.

De cara a los próximos meses, nuestro posicionamiento se mantiene cauto, ya que apreciamos que las valoraciones se han venido ajustando con las subidas de las cotizaciones y aún podemos asistir a un mayor deterioro económico en la medida en que las agresivas subidas de tipos de interés vayan filtrándose en la economía real, menoscabando el consumo privado y la inversión empresarial. A pesar de que, por el momento, el escenario viene superando a los pronósticos, las incertidumbres son numerosas, como muestra la cada vez más contundente inversión de las curvas de rentabilidades, por lo que parece aún prematuro cantar victoria. No obstante, de confirmarse un suave aterrizaje de la economía, con un nivel de precios que continúe remitiendo de manera sostenida sin necesidad de subir los tipos de interés de referencia muy por encima de los niveles actuales, no descartamos que el sentimiento positivo de las bolsas visto en el primer semestre pueda continuar.