Lagarde admite que la economía de la eurozona se estancará durante los próximos trimestres

Ana Racionero (Intermoney) | Después de que la rentabilidad del 10 años UST superase finalmente ayer el tan vigilado nivel del 5%, los comentarios del magnate de las finanzas Bill Ackman indicando que, dados los crecientes riesgos globales, habría cubierto sus posiciones cortas en bonos, provocaban un “rally” que se veía avivado por los algoritmos, de manera que a la apertura nos encontrábamos con un gran descenso de los rendimientos, del que se beneficiaban especialmente los bonos griegos e italianos tras la reciente revisión de su calificación crediticia por parte de S&P, que elevaba a grado de inversión los primeros y confirmaba la calificación de BBB de los segundos, rebajando la prima de riesgo italiana a 196 pb. El descenso de las rentabilidades favorecía un movimiento de mayor apetito por el riesgo, impulsando a la renta variable en detrimento del billete verde. El bitcoin llegaba a dispararse un 11.5% espoleado por la posible aprobación en las próximas semanas de los primeros ETF de la criptomoneda en E.E. U.U.

Hoy daba comienzo la publicación de los PMI de fabricación, de servicios y compuesto de octubre que, a la vista de los descensos en los japoneses, en los que además el compuesto descendía a niveles de contracción, no hacían presagiar nada bueno. El BOJ volvía a llevar a cabo una operación no programada de compra de bonos a fin de mantener sus rendimientos dentro de los límites del 1%, y se comprometía a ofrecer a los bancos comerciales préstamos a cinco años que las entidades podrán usar para comprar deuda. Entretanto, China aprobaba la emisión de bonos soberanos adicionales mediante un proyecto de ley para ajustar el presupuesto de 2023. La última vez que China había llevado a cabo un ajuste de su presupuesto en mitad del año fue en 2008, tras el terremoto de Sichuan, lo que pone de manifiesto la preocupación del gobierno sobre las perspectivas de la economía. Las acciones chinas subían después de que el fondo soberano del país comprara fondos cotizados en bolsa para apuntalar los precios.

La confianza del consumidor GfK alemana a primera hora de la mañana, que con un descenso a -28.1 superaba las estimaciones de -27.0, agudizaba las compras de bonos europeos, unos bonos que ya habían abierto al alza replicando la subida de los USTs. Los PMI, primer termómetro de actividad del cuarto trimestre, no anticipaban sino las dificultades que está suponiendo para la economía europea el endurecimiento monetario, ya que se desplomaban hasta adentrarse bien profundo en terreno de contracción. Francia caía al 42.6 en el de fabricación, mientras que subía al 46.1 en el de servicios y al 45.3 en el compuesto. Alemania ascendía al 40.7 en el de fabricación, sin embargo, retrocedía a 48.0 en el de servicios (cuando se esperaba un 50.0) y al 45.8 en el compuesto. El conjunto de la Eurozona cedía hasta el 43.0 en el de fabricación, el 47.8 en el de servicios y el 46.5 en el compuesto. En España, las transacciones de viviendas disminuían en agosto un -14.4 interanual. Lagarde decía a los funcionarios de la UE que, aunque la lucha contra la inflación estaría funcionando, el retraso en la reforma fiscal de la Unión podría obligar al BCE a hacer más, y que la economía de la zona euro se estancaría durante los próximos trimestres. Los malos datos de PMI penalizaban a la moneda única.

El Reino Unido daba hoy a conocer que en el trimestre hasta agosto habría sufrido una pérdida de empleo al ritmo más rápido desde la pandemia, lo que a su vez resta presión inflacionista al reducir presión al alza sobre los salarios, echando un capote al BOE para mantener los tipos al nivel actual del 5.25%. En cuanto a los PMI, el de fabricación subía por encima de las estimaciones al 45.2, el de servicios caía una décima al 49.2 y el compuesto, por el contrario, ascendía una décima hasta el 48.6. El optimismo empresarial CBI se hundía en octubre del 6 al -15, después de que las tendencias de órdenes se desplomaran al -26 frente al -16 de las encuestas y las de precios de ventas cayeran del 14 anterior a un 7.

Las malas cifras de PMI reforzaban las compras de bonos, que, al reducir las rentabilidades, impulsaban a la renta variable. El 10 años UST llegaba en un momento de la jornada a bajar del 4.80%, nivel donde rebotaba y llegaba a ascender de nuevo hasta el 4.88% al cierre de la sesión europea.

E.E. U.U. iba una vez más a contracorriente de Europa y no sólo subía, sino que además mejoraba las estimaciones de PMI en todos sus componentes, con un 50 en el de fabricación, un 50.9 en el de servicios y un 51.0 en el compuesto, valores todos ellos de expansión. Sin embargo, el índice no manufacturero de la FED de Filadelfia caía en octubre de -16.6 a -20.3, las condiciones empresariales de la FED de Richmond lo hacían de -5 a -15 y el índice manufacturero de Richmond, del 5 al 3.

La mejora del sentimiento inversor, así como una cierta estabilización del conflicto en Oriente Medio, donde de momento E.E. U.U. está consiguiendo retrasar una invasión terrestre y Macron visitaba a Netanyahu hacía retroceder el precio del WTI hasta el entorno de los 83 USD por barril.