La bolsa española (PER 14x) cotiza con un importante descuento vs resto europeas (PER 16,2 Eurostoxx)

Deutsche Bank | Hasta finales de 2023, el selectivo Ibex había mantenido un peor comportamiento relativo que la mayoría de los grandes índices europeos (véase gráfico 6). No obstante, esta situación ha cambiado en este año 2024. A cierre de mayo, el Ibex supera el 10,8% de ganancias en 2024 y se colocaba así en la segunda plaza entre los grandes índices europeos, superado solo por el MIB italiano (+11,8%). La crisis derivada del resultado de las elecciones europeas y la posterior convocatoria de elecciones legislativas en Francia ha pasado también factura al selectivo Ibex, que vuelve a situarse muy cerca de los 11.000 puntos.

Pese a que el sector bancario ha sido uno de los más afectados por la reciente volatilidad, lo cierto es que en el año gran parte de las ganancias del Ibex se deben a dicho sector, a cierre de mayo, uno de los de mejor comportamiento en este 2024 (índice Eurostoxx Banks: +27%), con un fuerte sobrepeso en el Ibex si se compara con sus homólogos europeos (31% vs 20% del Eurostoxx). A pesar de las recientes caídas y de las expectativas de rebaja de tipos, los fundamentales del sector siguen siendo muy positivos. En el caso de los bancos españoles, durante el primer trimestre del año los beneficios han subido en media un 17% anual. El sector se podría ver apoyado además por los potenciales movimientos de consolidación, tras la OPA hostil lanzada por BBVA sobre Banco Sabadell, todavía pendiente de resolución, que ha generado múltiples rumores sobre posibles nuevas operaciones.

Además del sector bancario, energía y telecomunicaciones son los otros dos sectores dominantes en el Ibex, frente a un Euro Stoxx 50 con una mayor diversificación sectorial y con un mayor peso de tecnología, industria y bienes de consumo cíclico (véase gráfico 7). Por este motivo se suele decir que el Ibex no es un reflejo de la economía española, de ahí que su evolución apenas se vea condicionada por la misma, y sí por acontecimientos externos. La mayor diferencia la encontramos, de hecho, en el sector eléctrico y gasístico, que en el Ibex acumula un peso del 19% y en el índice paneuropeo apenas cuenta con un 3,5% de importancia.

El mal comportamiento de los valores defensivos (como las empresas eléctricas), explicarían por lo tanto el peor comportamiento del Ibex en 2023. Tampoco hay que olvidar los cambios regulatorios e impositivos, plasmados en la aprobación por parte del gobierno español a finales de 2022 de un nuevo impuesto sobre los beneficios de bancos y empresas eléctricas, impuesto supuestamente vigente por dos años, pero con visos de permanecer en el tiempo.

Por último, un factor diferencial del mercado español está en su fuerte exposición a Latinoamérica, herencia de la fuerte vinculación histórica y cultural con la región. Ello contrasta con unos índices europeos en general más expuestos a otras regiones, como Asia o EEUU. En conjunto, las empresas del Ibex 35 obtienen un 30% de sus ingresos y un 25% de sus beneficios en Latinoamérica. Esta dependencia regional convierte a la evolución económica y política de Latinoamérica en un factor crucial para el desempeño del índice. No obstante, la exposición no es homogénea. Banco Santander, BBVA, Iberdrola y Telefónica tienen una presencia dominante en la región, mientras que otras de las grandes empresas del índice, como Repsol o Inditex, tienen una exposición más limitada.

De cara al segundo semestre, estas diferencias regionales y sectoriales deberían servir de apoyo al mercado español de renta variable. Las perspectivas del sector financiero son favorables, gracias a la fortaleza de la economía, la estabilidad de los márgenes (los menores tipos de interés se compensarían con la mayor actividad económica), el bajo volumen de impagos (y por lo tanto, las menores provisiones) y un entorno económico mundial más favorable en la última parte del año (incluida Latinoamérica). No obstante, el sector bancario europeo, y también los bancos españoles, podría seguir sufriendo volatilidad antes y después de la segunda y decisiva ronda de elecciones en Francia programada para el 7 de julio. Si, como parece probable, la política fiscal del futuro nuevo gobierno no resultara tan expansiva después de las elecciones como lo anticipan actualmente los mercados, esto supondría un potencial de recuperación para el sector bancario europeo.

En cuanto al sector eléctrico, los altos dividendos deberían servir de apoyo en un entorno de tipos de interés a la baja. Además, el elevado peso de las energías renovables en la generación eléctrica española (más del 60%), convierte a estas compañías en unas de las grandes receptoras de los fondos NGEU dedicados a la transición energética, lo que les permitirá incrementar sus inversiones.

Por último, en términos de valoración, el Ibex cotiza con un importante descuento respecto a otros índices europeos, con un PER a 12 meses de 14x, frente a los 16,2x del Eurostoxx (véase gráfico 8). El elevado peso del sector financiero y eléctrico hace que además el selectivo español tenga una rentabilidad por dividendo esperada a 12 meses vista especialmente atractiva, superior al 5%, vs el 3,9% del Eurostoxx.