Danny Zaid (TwentyFour Asset Management-Vontobel) | El informe de empleo del pasado viernes fue bastante bueno: la cifra de nóminas no agrícolas superó las expectativas y la tasa de desempleo bajó una décima, hasta el 4,1% (frente al 4,2% previsto). A pesar de la fortaleza de los titulares, el crecimiento de los ingresos medios por hora experimentó una ligera caída, con un descenso interanual del 4% al 3,9%.
La realidad es que tanto esos como otros datos económicos recientes siguen apuntando a una economía estadounidense bastante fuerte y, en consecuencia, la Reserva Federal puede permitirse ser paciente en lo que respecta a la posibilidad de nuevos recortes de tipos. Esto ha provocado un aumento significativo de los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. en las últimas semanas, ya que el mercado está reduciendo las expectativas de que se produzcan nuevos recortes. Además, los tipos también se han visto presionados al alza ante la incertidumbre del mercado sobre el alcance de la aplicación de las políticas de la nueva administración Trump, en particular en lo que respecta a los aranceles y la inmigración, lo que podría tener un impacto inflacionista.
Creemos que es posible que los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años, Treasuries, alcancen el 5%. Sin embargo, si adoptamos una visión a medio plazo, los niveles de rendimiento seguramente acaben pareciendo atractivos a estos niveles. Pero creemos que para que veamos un rally significativo en los bonos del Tesoro de EE.UU. (al menos a corto plazo), tendríamos que ver datos que apunten a la debilidad económica, o un mayor deterioro en el mercado laboral, y en este momento no se dan ninguna de las dos condiciones. El movimiento de los tipos, aunque significativo, está en su mayor parte justificado dado el actual contexto económico.
Si nos fijamos en el mercado en este momento, estamos valorando menos de dos recortes para el año que entra, que es el escenario base de la Fed basado en su resumen de proyección económica que se publicó en diciembre. Pero seguimos creyendo que la Fed va a depender de los datos en el futuro y no dudaría en actuar si las condiciones económicas se deterioran. Pero la principal conclusión para nosotros es que la narrativa de «rendimientos más altos por ahora» está aquí para quedarse, y que el banco central puede permitirse ser paciente hasta que algo cambie en la economía. El mes que viene, estaremos atentos a cualquier revisión importante, teniendo en cuenta que enero puede traer consigo factores estacionales que pueden aportar incertidumbre a las cifras.