Morgan Stanley | Históricamente, el sector de le energía ha tenido un comportamiento relativo superior en el “late cycle”, a menudo respaldado por la fortaleza de las materias primas en dichos contextos. En el entorno actual, la demanda de petróleo es sólida, los recortes en la producción han sido significativos y los estrategas de materias primas ven los precios del crudo estables en torno a los niveles actuales. Tras un comportamiento inferior desde noviembre del año pasado hasta julio de este año, el sector ha vuelto a subir aunque la valoración sigue siendo bastante atractiva tanto en términos de EV/EBITDA como de FCF. Además, las revisiones de los beneficios se han vuelto a acelerar recientemente para el sector de la energía y para la mayoría de los subgrupos dentro del sector. La generación de flujo de caja es sólida y el ratio Deuda neta/EBITDA sigue siendo bajo en relación con su histórico. Por último, el posicionamiento vuelve a ser escaso para el sector como lo demuestran los niveles de exposición neta de los hedge funds, que han caído este año y son bajos en un contexto histórico.
Todo esto se puede extrapolar a Europa, con implicaciones positivas para Repsol, top pick del sector. En la conferencia de Energías de la semana pasada, el analista Sasikanth Chilukuru destaca los principales comentarios que respaldan la visión alcista en el valor. Entre los que destacan:
- Los elevados márgenes en el corto/medio plazo.
- El objetivo de tener un dividendo más atractivo que sus peers españoles, por lo que se podría esperan un “catch-up” en el futuro cercano.
- Guidance de €4-5B de capex para invertir en renovables y complejos industriales, lo que llevaría a transformar la compañía en un “multi-energy house”.
- Confianza entorno a lograr los objetivos de renovales de 2025 y 2030.
- Todo ello mientras sigue manteniendo retornos de doble dígito en renovables.
