Banca March | La Comisión Europea presentó ayer una regulación para endurecer el control a las empresas extranjeras que son subsidiadas por gobiernos de terceros países, poniendo a China en el punto de mira. La medida también busca solucionar el vacío legal que durante décadas que ha permitido a estas compañías adquirir empresas de la UE. De esta forma, las empresas tendrán que notificar las fusiones si la empresa que se va a adquirir en Europa tiene un negocio de 500 o más millones de euros, y si la empresa extranjera recibe ayuda estatal de más de 50 millones de euros. Con la nueva regulación se contemplan multas multimillonarias de hasta el 10% de la facturación, así como la posibilidad de forzar a vender partes de su negocio. La U.E. también está revisando su política industrial para reducir la dependencia externa, identificando 137 productos en los que la U.E. es altamente dependiente, de los cuales la mitad vienen de China.