Los niveles de sobrecompra son muy elevados

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Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | En una sesión en la que los inversores optaron claramente por reducir sus posiciones de riesgo, los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses cerraron con importantes descensos, con el S&P 500 experimentando su mayor caída desde la sesión del 16 de junio, cuando el índice de referencia de Wall Street marcó su mínimo anual. Durante la sesión, fueron los sectores más cíclicos, como los industriales, entre ellos los del automóvil, los bancos y los más sensibles a las alzas de los tipos, como es el caso de las compañías catalogadas como de “crecimiento”, entre ellas las tecnológicas, los que peor se comportaron, mientras que los más defensivos, como los valores del sector de la sanidad, los de la alimentación o las utilidades, lo hicieron mejor. Sin embargo, tanto en las principales bolsas europeas como en Wall Street fue el sector del gas y del petróleo el que mejor se comportó, y ello a pesar de la volatilidad mostrada por el precio del crudo durante toda la jornada, precio que acabó recuperándose, tras haber llegado a ceder casi un 5% en un momento puntual, recuperación que fue propiciada por las declaraciones del ministro de Petróleo de Arabia Saudita, en las que “amenazó” con potenciales reducciones de la producción si el mercado no se adaptaba a sus fundamentales. 

Detrás de esta nueva “huida” del riesgo por parte de los inversores, que también afectó AYER a los precios de los bonos, que cayeron con fuerza, impulsando al alza sus rendimientos, hay varias razones: i) tras el fuerte rally alcista experimentado en el último mes y medio tanto por los bonos como por las acciones, los niveles de sobrecompra que presentan estos activos son muy elevados, lo que siempre suele “animar” a los inversores más cortoplacistas a realizar beneficios; ii) el temor a que haya habido demasiada complacencia en la actitud de muchos inversores en las últimas semanas dado el incierto escenario macroeconómico al que se enfrentan los mercados, lo que podría haber provocado que la recuperación de los mismos haya ido demasiado lejos; y iii) la actitud prudente de muchos agentes del mercado ante la intervención el próximo viernes por la tarde del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, en el simposio de Jackson Hole (Wyoming), que organiza la Reserva Federal de Kansas. 

En ese sentido, señalar que, como dijimos AYER, en las últimas semanas los inversores han optado por ver “el vaso medio lleno”, apostando claramente porque la inflación ha alcanzado su techo del ciclo y va a comenzar a ceder y, por ello, que los bancos centrales van a comenzar a plantearse “levantar el pie del acelerador” en su proceso de alzas de tipos, empezando por la Fed, que en su reunión de septiembre optaría, siempre según este hipotético escenario, por incrementar sus tasas de interés en “sólo” medio punto porcentual en lugar de en los 75 puntos básicos que lo ha hecho en junio y en julio. En los últimos días este escenario está comenzando a ponerse en duda, con los futuros descontando otra vez con una probabilidad superior al 50% que la Fed optará por subir sus tasas en 75 puntos básicos en septiembre cuando hace una semana esta probabilidad no alcanzaba el 40%. La reciente recuperación del dólar, que AYER volvió a alcanzar la paridad con relación al euro, se explicaría en parte por este hecho. 

Por tanto, habrá que esperar a la intervención de Powell el próximo viernes para hacernos una idea más precisa de lo que realmente piensa hacer la Fed en materia de tipos de interés. Existe el “riesgo” de que Powell se muestre inflexible con la elevada inflación y priorice controlarla, aunque ello pueda conllevar la entrada en recesión de la economía estadounidense. Es este “discurso” el que mantiene tensionados a los inversores y está llevando a muchos de ellos a aprovechar las recientes alzas para realizar beneficios y reducir sus posiciones de mayor riesgo. No obstante, si Powell se limita a reiterar que la Fed actuará en función de los datos macro que se vayan conociendo, los inversores se mostrarán aliviados, siendo factible, que no seguro, que los mercados de valores occidentales se tranquilicen. 

Para empezar, HOY esperamos que las bolsas europeas abran sin una dirección clara, probablemente con un ligero sesgo bajista, con los inversores a la espera de que se den a conocer en la Eurozona, en sus dos principales economías: Alemania y Francia, el Reino Unido y EEUU de las lecturas preliminares de agosto de los índices adelantados de actividad de los sectores de las manufacturas y de los servicios, índices que servirán a los inversores para hacerse una idea de hasta qué punto se está desacelerando la actividad privada en las grandes economías desarrolladas. Lecturas por debajo de lo esperado pueden provocar nuevas caídas en las bolsas, mientras que, si los datos demuestran una mayor resistencia de la actividad privada de lo esperado, es posible que la renta variable europea, tras dos días de fuertes descensos, intente recuperar algo del terreno cedido.