Pese a la mejora de los beneficios en 2021 y de los ratios (PER20 de 23,7x), el binomio rentabilidad/riesgo comienza a ser menos obvio

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Alphavalue | Esta semana tanto el S&P 500 como el tecnológico Nasdaq han pulverizado nuevos récords históricos. Mientras tanto, la inflación norteamericana subió en mayo un +5% interanual (+3,8% la subyacente), muy lejos del 2% marcado como objetivo por la Fed. En una clara demostración de templanza, su presidente está tranquilizando a los inversores auspiciando una efímera temporalidad de la subida de precios que se disipará de manera espontánea con el tiempo. Pero los menores estímulos venideros podrían no compensar el alza de los precios de las materias primas y la recuperación económica prevista para el 2S21.

La disminución paulatina de la artillería monetaria arengada por la autoridad monetaria («tapering») traerá consigo una (fuerte) caída en los precios de los bonos (subida de las rentabilidades) y Jerome Powell pretende minimizar el movimiento, algo que, de momento, ha conseguido con niveles mínimos de volatilidad. ¿Hasta cuándo podrá mantener este opio o bálsamo de confianza artificial de «free money»? Parece que el calendario se está adelantando a medida que vamos conociendo los datos mensuales de precios tras seis subidas consecutivas (IPC en máximos desde mediados de 2008 y tipos reales a niveles de hace 50 años). Powell sabe que deberá mover ficha pronto, dado que los Fed Funds están aún en el 0-0,25%, pero se resiste a dejar de vivir en el paraíso monetario. En Jackson Hole (agosto) y la reunión de la Fed de septiembre debería hablarse de la reducción de los estímulos y el recorte de las compras de bonos comenzará formalmente a partir de noviembre. La subida de tipos parece que se hará esperar hasta finales de 2022 o 2023.

Mientras tanto, los inversores se muestran (demasiado) tranquilos, sobre todo los europeos, que este ejercicio están superando en rentabilidad a sus homólogos mundiales, aunque el mes de mayo ha supuesto un ligero traspiés con el incremento de casos de Covid-19 por la variante Delta proveniente de India. A pesar de que repunte de la inflación también ha llegado a Europa, Christine Lagarde no va a mover ficha y menos habiendo entrado la eurozona en recesión técnica tras un pésimo 1T21. Todas las esperanzas están puestas en la segunda parte del año, aunque todo parece que los mercados han descontado ya dicha recuperación en ese afán que tienen los inversores de adelantar el futuro y vender con la noticia. Aunque es cierto que los beneficios europeos en 2021 podrían mejorar en un +55,7% respecto a 2020 y que los ratios de valoración han mejorado (PER 2020 de 23,7x vs 2021 de 19x), el binomio rentabilidad/riesgo comienza a ser menos obvio para seguir comprando alegremente.

No obstante, es también cierto que la renta variable se postula como el activo más interesante dentro delasset allocationo distribución de activos en cartera.

¿Dónde invertir?

Aunque nuestras ideas de inversión basadas en un modelo de Value & Momentum (ver www.alphavalue.com) se han basado hasta ahora en la apuesta por los cíclicos (v.gr. metales y minas, bancos, lujo, materiales de construcción) y la cosa no va mal (+23% YTD para una selección de 25 valores europeos), la reversión a la media de varios sectores «value» que habían sido castigados, hace que la balanza sectorial se esté equilibrando entre «growth» y «value». Últimamente hemos incorporado farmas, alimentación, cerveceras y hasta tabaqueras.

¿Dónde están los riesgos?

Aunque no es nuestro escenario central, el principal riesgo es entrar en una espiral de «estanflación» (paro + estancamiento + inflación). No cuadraría con la hipótesis generalizada de recuperación tras el largo proceso de vacunación y desconfinamiento, pero alguna oreja del lobo se ha visto tras los últimos incrementos de infectados y nuevos procesos de confinamientos, aunque sean locales. Además, por activos, el riesgo lo vemos en la renta fija y en los cripto activos. En losbonos porque esperamos un camino indefectible de subidas de la TIR a largo plazo (caídas de precios). En lascriptomonedasporque, independientemente de temas de valoración, el principio del fin es el éxito descomedido y avaricioso que hará que reguladores, estados y bancos centrales tomen cartas en el asunto, limitando la operativa.China ya ha comenzado