El PEPP no se toca: la clave está en el diferencial del bono italiano y alemán

BCE- Europa

Intermoney | Las grandes líneas de la reunión de política monetaria del BCE eran reafirmadas y más allá de la inmovilidad en los tipos de interés (facilidad de depósito en 4,0%; operaciones principales de refinanciación en 4,5% y facilidad marginal de crédito en 4,75%); lo interesante estaba en otras particularidades del encuentro. Por ejemplo, en la rueda de prensa posterior se hacía hincapié en el balance y el programa de compras del banco central, principalmente en el PEPP en un momento en el que la prima de riesgo del bono italiano ha empezado a inquietar.

Desde nuestro punto de vista, el sector ortodoxo del banco cometió el error de sacar a la palestra el PEPP y dejar entrever la posibilidad de que el endurecimiento de la política monetaria fuese más allá con el fin de las reinversiones plenas del citado programa. Es sabido que el ala dura del banco central no se muestra muy a favor de aceptar la reinversión total de la deuda del programa anti-pandémico hasta mediados de 2024. En la reunión septiembre, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ya tuvo que salir a la palestra para explicar que el Consejo de Gobierno no había abordado ni el fin de las reinversiones del PEPP y ni la venta de los bonos del programa tradicional de compras de deuda. De hecho, la cartera de bonos del APP estaría reduciéndose a un ritmo sostenido y predecible y esto es lo que realmente quiere el banco.

Suponiendo que el BCE haya terminado de subir los tipos, su próxima decisión se centrará en el balance y el marco de gestión de la liquidez. La cuestión clave es a qué velocidad desarrollará el BCE la reducción de balance, si bien esto dependería de la tendencia de la inflación. En la reunión de ayer, uno de los grandes objetivos era dejar clara la intención de reinvertir los ingresos de los valores que vencen hasta al menos finales de 2024 y seguir extendiendo la red de seguridad.

La clave en el mantenimiento del PEPP estaría en el diferencial del bono italiano y alemán. Según Lagarde, el aumento de los rendimientos de los bonos se debería a los efectos de contagio desde el exterior y no a los fundamentos de la zona del euro, lo que sugiere que el BCE no acoge con agrado el cambio. Por otro lado, hay que considerar que el PEPP es la herramienta clave para evitar el efecto adverso del empeoramiento de las condiciones financieras y, como hemos ido viendo, será con lo que el BCE juegue. Entre agosto y septiembre, el BCE redujo en 1.636 mill. € la tenencia de bonos italianos bajo el PEPP y esto también jugó a favor del impulso en las ventasde papel, aunque nuestro banco central todavía amasa 292 mm. € bajo este programa