JPMorgan: la recesión en EEUU sería una certeza

Ana Racionero (Intermoney) | El buen dato de ventas minoristas americano y la emisión “jumbo” de Pfizer por valor de 31000 millones de USD hacían caer ayer a los UST hasta elevar la rentabilidad de su 30 años cerca del 3.87%, nivel máximo desde el 9 de marzo, el día previo a la caída del SVB, arrastrando en su caída a los bonos europeos. El clima de incertidumbre con motivo del techo de deuda, así como los comentarios de distintos miembros de la Reserva Federal indicando la necesidad de unos tipos más restrictivos hacían caer a las bolsas, a excepción de los valores tecnológicos. El USD se beneficiaba de su condición de valor refugio. Aquí en Europa Holzmann, del ala dura del BCE, se quejaba de que hubiera preferido una subida de 50 pb en la reunión de mayo, y que el tipo de depósito debería exceder el 4% a fin de atajar la inflación. Finalmente, tras tanto bombo y platillo, Biden y McCarthy nos volvían a dejar con la miel en los labios y se despachaban con un “cauto optimismo” sobre el acuerdo tras las conversaciones de ayer, y quedaban emplazados para continuar al regreso del presidente de su viaje al G7, el cual acortaba, dada la urgencia de su regreso. Entretanto, los negociadores buscan un acuerdo macro satisfactorio para ambas partes. Según los cálculos de Barclays, los recursos del Tesoro americano se podrían agotar entre el 4 y el 12 de junio.

El país del sol naciente volvía a ser protagonista de buenas noticias cuando publicaba un 1.6% de crecimiento de su PIB en el primer trimestre frente al 0.8% previsto, tras una recesión técnica, haciendo avanzar al Nikkei por encima de 30000 por primera vez desde 2021. En cuanto a su política de control de la curva de rendimientos, se especula con que podría cambiar su objetivo de diez a dos años en algún momento del primer semestre de 2024. En China, el crecimiento de los precios de la vivienda se ralentizaba al desvanecerse el repunte inmobiliario, dando otra muestra más de desinflamiento de su presunta recuperación tras el COVID.

De Cos anunciaba hoy que la transmisión de la política monetaria continuaría fuerte y que el BCE estaría acercándose al final del ciclo de endurecimiento. Un estudio del banco central sobre la inversión en vivienda advertía de que se espera que ésta se vea lastrada por una política monetaria más restrictiva, a pesar de la reciente resiliencia y que, pese a que el impacto de unos costes más altos de endeudamiento haya sido menos pronunciado que en E.E: U.U., los efectos negativos de las subidas de tipos se intensificarán en el tiempo, dados los efectos retardados de ésta. La lectura final de abril del IPC de la Eurozona repetía el 7.0% interanual y el 5.6% de la subyacente de la lectura preliminar, aunque corregía en una décima a la baja la intermensual hasta el 0.6%, para solaz de la renta variable europea.

En E.E. U.U. las bolsas se recuperaban tras las declaraciones de McCarthy a la CNBC diciendo confiar en que no habría impago de la deuda. A esa mejora del sentimiento contribuía también el “rally” de los bancos regionales después de que Western Alliance anunciara un crecimiento de sus depósitos.

La división de gestión de activos de JP Morgan se ponía del lado del mercado y apuesta por una bajada de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal en el tercer trimestre a medida que el crecimiento vaya perdiendo impulso, alegando que se necesita una recesión para volver a bajar la inflación, y que una recesión virtual en E.E. U.U. sería una certeza.

Mañana se espera una jornada de escasa actividad, dada la celebración de la festividad de la Ascensión en varios países europeos.