Edmond de Rothschild | En las últimas semanas, los responsables de la Reserva Federal se han centrado justificadamente en el éxito del banco central a la hora de controlar la inflación y frenar el riesgo de un golpe excesivo a los mercados laborales, pero las últimas lecturas han sacudido un poco la ecuación. Los datos de septiembre ofrecían una imagen muy positiva de la economía estadounidense: la creación de empleo fue mucho mejor de lo esperado, el desempleo descendió y el modelo GDPNow se revisó significativamente al alza hasta el 3% para el tercer trimestre. Sin embargo, a juzgar por los datos del IPC, y especialmente por el componente de servicios excluyendo refugio, la inflación se está mostrando difícil de controlar. Las yields de la deuda pública invirtieron el rumbo y alcanzaron máximos que no se veían desde finales de julio, al reducirse las expectativas de recortes de la Fed. Las yields de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años subió hasta coquetear con el 4,10%. Los inversores esperan ahora sólo otros 50 pb de recortes de tipos, frente a los 75 pb.
La noticia tranquilizó un poco a los mercados de renta variable, pero no afectó a su marcha alcista. El entorno económico actual seguirá impulsando los resultados de las empresas a pesar de las dudas sobre el ritmo de los recortes de tipos de la Fed. Esta resistencia de los mercados de renta variable es notable en un contexto geopolítico y político especialmente incierto. Los inversores siguen a la espera de ver cómo reacciona Israel al ataque con misiles de Irán y los precios del petróleo y los índices de volatilidad están estancados en torno a máximos recientes, con el crudo Brent en torno a 79 dólares y el VIX en 21. Además, la visibilidad sobre quién podría ganar las elecciones presidenciales de EE.UU. el mes que viene aún no ha mejorado. Los sondeos sugieren un resultado ajustado y están dentro de un margen de error tanto en lo que respecta al resultado federal global como a los resultados en los estados indecisos clave. Sin embargo, Donald Trump ha tomado ahora la delantera.
La política también es un problema en Europa, y especialmente en Francia, donde el Gobierno de Barnier acaba de presentar su proyecto de presupuesto. Prevé ahorrar cerca de 60.000 millones de euros en 2025 con una combinación de recortes de gastos y subidas de impuestos. Se espera que el presupuesto reduzca el déficit público al 5%, pero el Consejo Superior de Finanzas Públicas, organismo independiente de supervisión, considera que se basa en hipótesis optimistas y los inversores se muestran cautelosos. El diferencial OAT-Bund se ha estancado en un nivel relativamente alto de 76 pb.
Por otra parte, los mercados de renta variable chinos se consolidaron tras acumular importantes ganancias en las últimas semanas. Los operadores esperan más detalles sobre el programa de estímulo.
Seguimos neutrales en cuanto a los mercados de renta variable, pero con preferencia por la renta variable de los países emergentes.