Annalisa Piazza (MFS Investment Management) | Se espera que el BCE recorte los tipos de 25 puntos básicos en la reunión de esta semana. El recorte fue ampliamente señalado desde la reunión del Consejo de Gobierno de abril, aunque el BCE siguió insistiendo en que las decisiones dependen de los datos.
Un recorte en junio está totalmente descontado, mientras que el panorama para el segundo semestre es menos claro, con menos del 100% de probabilidad de que el BCE recorte otros 50 puntos básicos (que es nuestro escenario de referencia). Descartamos que el BCE ofrezca una orientación firme en la reunión de esta semana, pero las nuevas proyecciones actualizadas definirán si la reciente volatilidad de los datos ha provocado algún cambio significativo en las perspectivas de la política monetaria del BCE.
Esperamos que el BCE examine parte de la volatilidad de los datos recientes y las proyecciones actualizadas para confirmar que la inflación volverá a caer hasta el 2% a mediados de 2025. En cuanto al crecimiento, nos cuesta ver cómo se revisará el PIB por encima de los niveles potenciales a corto plazo, ya que es improbable que se repita la sorpresa alcista del primer trimestre y el reciente repunte de los precios de la energía podría ser un pequeño lastre para la renta real disponible a corto plazo y un impedimento para un repunte sólido de la inversión. Sospechamos que el escenario del PIB para 2024 seguirá siendo relativamente flojo y sólo se espera un repunte en torno al potencial para 2025.
Las previsiones de junio del BCE serán objeto de un minucioso seguimiento. Si el perfil de la inflación a corto plazo no cambia sustancialmente (a pesar del aumento de los salarios negociados), ello implicaría que el BCE confía en que el proceso desinflacionista va por buen camino y que en el segundo semestre pueden producirse nuevos recortes. Con una inflación en torno al 2% de aquí a 2025, será difícil justificar unos tipos de interés tan restrictivos. En todo caso, el BCE tendrá que ser cuidadoso en su comunicación para evitar demasiadas especulaciones sobre tipos de interés expansivos demasiado pronto. En la fase actual, el riesgo es muy bajo, dado que los mercados prevén unos tipos finales superiores al 2,5% dentro de tres años.
Esperamos que Lagarde confirme que el BCE no está influenciado por la Reserva Federal y que sigue dependiendo de los datos. La puerta a un recorte en julio tampoco se cerrará por completo (como sugirió Villeroy recientemente), pero descartamos la posibilidad de que haya algún compromiso previo.



