Vincent Chaigneau (Generali Investments) | La atención se centra en el IPC estadounidense de septiembre, que se espera que muestre un aumento subyacente del 0,2% intermensual y del 3,2% interanual, con un ligero riesgo al alza. El martes se publicará en Japón la encuesta laboral mensual de agosto, el miércoles las actas del FOMC y el jueves las cuentas del BCE. El RBNZ podría recortar los tipos en 50 puntos básicos. La temporada de resultados del tercer trimestre comienza esta semana, con la publicación de varios bancos estadounidenses. Además, las subastas del Tesoro estadounidense tendrán lugar del martes al jueves, y Moody’s revisará la calificación de Francia el viernes, con posibles riesgos para la perspectiva futura.

Las dos últimas semanas han corroborado la idea de que este ciclo de crecimiento mundial no está a punto de morir. En primer lugar, China puso en marcha una política de estímulo que se aleja del enfoque fragmentario de los últimos años, haciendo menos probable el escenario de aterrizaje brusco. En segundo lugar, los datos de EE.UU. -y no en menor medida el informe NFP de septiembre- han seguido mostrando fortaleza. Esto ha jugado a favor de nuestra muy reciente y táctica duración corta.
Por desgracia, las noticias sobre el sector manufacturero mundial y la eurozona han sido mucho menos boyantes. La economía alemana sigue en el atolladero, y el gran ajuste fiscal que se avecina en Francia (por valor de alrededor de 2 puntos del PIB en 2025) creará vientos en contra. La escalada en Oriente Medio crea el riesgo de un choque estanflacionario. Lo mismo ocurre con el aumento de las sanciones comerciales con China, después de que la UE incrementara los aranceles sobre el VE chino.
Las elecciones en Estados Unidos crean una incertidumbre adicional. Los mercados de apuestas ven a Harris/Trump como un 50/50 (ver los gráficos). Una victoria de Trump, especialmente en una barrida republicanos, retrasaría nuestro enfoque de «comprar la caída» en los bonos del Tesoro. Una victoria de Harris sería bajista para el USD y alcista para los mercados emergentes. Los mercados de renta variable tienden a retroceder en las elecciones presidenciales de EE.UU., pero suben justo después.