Ulrike Kastens (DWS) | Como era de esperar, el BCE ha mantenido hoy sin cambios el tipo de depósito en el 2,0%. La atención se ha centrado en las previsiones actualizadas de crecimiento e inflación, que, por primera vez, se extienden hasta 2028.
En general, el BCE mantiene abiertas todas las opciones. La política monetaria está bien situada en los niveles actuales, pero no es estática. A pesar de la mejora de las perspectivas de crecimiento, los riesgos para la economía no se consideraron sesgados al alza, sino que el equilibrio de los argumentos se presentó como bastante equilibrado. Lo mismo se aplica a la inflación, lo que refleja la continua alta incertidumbre.
El cambio más notable se produjo en el ámbito del crecimiento: las previsiones del BCE sobre el PIB son 0,5 puntos porcentuales más altas en términos acumulativos hasta 2027 que en septiembre, lo que refleja en gran medida el fortalecimiento de la demanda interna. Por el contrario, las previsiones de inflación parecen haberse ajustado solo marginalmente. Se sigue esperando que la inflación se sitúe en torno al objetivo del BCE durante el periodo 2025-2028. Dicho esto, el BCE expresó una preocupación ligeramente mayor por la persistente inflación de los servicios, que ha sido superior a lo previsto, en parte debido al mayor crecimiento de los salarios.
En este contexto, el BCE sigue dependiendo de los datos y no se ha comprometido previamente con una trayectoria concreta de los tipos. En nuestra opinión, el tono de la rueda de prensa fue notablemente más equilibrado que en octubre. Según las previsiones actuales, no prevemos que sea necesario adoptar medidas de política monetaria. Esperamos que los tipos de interés oficiales se mantengan sin cambios a lo largo de 2026.



