Toyota terminará 2022 como la marca más vendida en España y la segunda en Europa con un 7,3% de cuota de mercado, solo por detrás de Volkswagen

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Singular Bank |  La automovilística nipona Toyota ha comunicado que terminará este año como la marca más vendida en España, al mismo tiempo que en el caso de Europa conseguirá ser la segunda con una cuota de mercado de un 7,3% (+0,9 pp por encima del año anterior) y 1,1 millones de unidades vendidas, solo por detrás de Volkswagen.

Esta situación se enmarca en un contexto en el que Toyota había apostado por la estrategia del modelo híbrido con el Prius Hybrid en 1997, respecto a lo que ha afirmado que se ha tratado de un proceso largo hasta que el consumidor ha madurado y está preparado para esta tecnología.

Así, para 2023 en España espera crecer entre un 5% y un 10% al tener en cuenta los clientes que no han podido atender en este año debido a los problemas en la cadena de suministro. Adicionalmente, ha señalado el envejecimiento de los vehículos en el continente y en especial en España, con una edad media de 14 años.

Todo ello en un entorno en el que, a principios de este mes, en el Kenshiki Forum organizado por la compañía en Bruselas, el presidente y consejero delegado de Toyota en Europa, Matt Harrison, comunicó que no prevé recuperar la normalidad en 2023 y también que la crisis de los semiconductores, la guerra en Ucrania y la elevada inflación han tenido un impacto mayor de lo inicialmente estimado en 2022.

La compañía reconoce que existe una diferencia significativa entre la capacidad de producción disponible y la demanda. En este sentido, parece que continuarán los problemas en la primera mitad de 2023. En esta misma línea, Toyota ha afirmado que tiene actualmente en torno a 550.000 vehículos vendidos que todavía no ha podido entregar, y ha indicado que los tiempos de espera de los clientes se sitúan entre seis y doce meses.

Así, el mercado de vehículos europeo ha bajado de los 15 millones de unidades al año debido a los problemas en la cadena de suministro. A pesar de que la demanda es superior, la compañía ve difícil que la industria vuelva a los niveles de más de 20 millones en esta década. Esto se debe, según Toyota, a la nueva normativa que supondrá una fuerte reducción de las emisiones de gases contaminantes y dificultará la matriculación de vehículos de combustión nuevos, provocando que las empresas se centren en la venta de coches eléctricos, que aún tendrán un precio elevado.